Lauren.
Con el tobillo aún dolorido, tomé la mano de Keana que me ayudaba a levantarme del césped y dirigí una mirada rápida al árbitro, que sancionaba a la brasileña con tarjeta amarilla.
-Eh, ¿bien? -me preguntó Keana sujetándome los hombros.
Yo asentí y cojeé un par de veces hacia el balón antes de recolocar la bota a mi pié. No había posibilidades de encajar la pelota en la red desde la posición en la que sería sacada la falta, pero podría poner un balón alto e intentar que Dinah golpeara con la cabeza. Al fin y al cabo, era de las más altas.
Sin embargo, los puños de la portera brasileña atizaron contra el balón cuando Dinah saltó a su lado y tuvimos que bajar corriendo a defender el contraataque.
Las brasileñas eran notablemente más rápidas que nosotras. Tenían una gran habilidad por las bandas y con los pases en corto, aunque ahora el balón hubiese sobrevolado nuestras cabezas y hubiera llegado a la estrella de su equipo, con apenas dos defensoras por delante.
-¡Eh! ¡Vamos, vamos, a defender! -decía Vero una y otra vez, conforme veía que la jugadora hacía lo que quería con la poca defensa.
Primero regateó con eficiencia a Brittany y, luego, a Lucy, que aunque se esforzó bastante en no perder el marcaje antes de tiempo, la brasileña fue capaz de deshacerse de ella.
Yo corría lo más que podía, aunque estuviese perdiendo mi posición; pero no sirvió de nada. Una vez llegué al área, no serví más que para recoger el balón de la red y llevarlo de nuevo al centro del campo. Con no más que un toquecito con el exterior, Carine venció a nuestra guardameta.
Yo suspiré, apenas habíamos llegado a la media hora de partido y ya vencían.
-¡Venga, venga! ¡No nos venimos abajo ahora! -grité en el centro del campo, dando palmas.
-¿Cómo tienes el tobillo? -preguntó Dinah con el balón bajo su pie. -Ha sido una entrada fea.
-Está bien -contesté. -Nada que no se pueda soportar.
El árbitro hizo sonar su silbato y Dinah me pasó el balón para que yo lo moviera. El comentarista mexicano pronunció en nombre de la gran jugadora que había marcado el tanto y una gran parte del estadio rugió en respuesta.
Yo traté de olvidarme de que el tobillo me pinchaba intermitentemente y seguí concentrada en el juego.
La primera parte terminó con pocas ocasiones para ambas naciones. Las camisetas amarillas en las gradas saltaban, bailaban y animaban como si todo estuviese ganado, pero nuestra afición tampoco estaba callada. Miles de camisetas azules y banderas norteamericanas podían verse ondeando como si el marcador estuviese a nuestro favor, algo que nos hacía sentir algo más motivadas.
-Oye, Lauren, traigo hielo -dijo Alexa acercándose a mí tímidamente. -¿Lo necesitas?
-No -contesté mirándome el pie -, gracias.
-¿Segura? -preguntó. -Ten mucho cuidado, es tu tobillo izquierdo, te lo has lesionado ya antes.
-He dicho que no lo necesito, Alexa -dije apretando mis dientes. -Gracias.
-De acuerdo... -susurró despojándose de su camiseta para tirar un poco de agua sobre su pecho.
Yo aparté la vista rápidamente y vi cómo Keana salía del retrete y se acercaba a mí con el rostro empapado en agua.
-¿No te pones nada en el tobillo? -me preguntó.
-No seáis pesadas -dije. -Escucha, si me quito la bota va a ser imposible volver a ponérmela. Estoy segura de que se me va a hinchar, así que no voy a ponerme nada.
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Both Worlds (Camren)
FanfictionLauren Jauregui era jugadora de fútbol profesional. Era, a decir verdad, una de las mejores jugadoras del momento. Era la capitana de su club, Miami Vice; y había llevado a su equipo a la gloria desde que tenía 21 años. Pero cuando Camila Cabello, l...