Camila.
-Camz...
Ella acababa de inventar aquel apodo, como nueva forma para hacerme temblar y delirar.
-Lauren...
Ella miraba mis labios y yo estaba a punto de hacerme sangre mientras clavaba mi diente en ellos. El corazón casi se sale de mi pecho cuando la chica de ojos verdes estiró su brazo para alcanzar mi mejilla con su mano y unir nuestras frentes.
-Abre el coche si no quieres que te bese ahora mismo.
Yo no dudé en susurrarle la verdad.
-Quiero que me beses ahora mismo.
Pero cuando nuestros labios estaban rozándose, cuando ya sentía el cosquilleo de su boca sobre la mía, puse una mano en su pecho y la separé delicadamente de mí. Lento y aún embobada con sus labios.
La puerta de un coche cerrándose en el aparcamiento de nuestra derecha, me devolvió a la cruda realidad; no podíamos hacer aquello allí en medio, delante de cualquiera.
-¿Estás bien? -me preguntó, retirando la mano de mi mejilla y posándola sobre la que yo tenía colocada en su pecho.
-Sí, es sólo que... no podemos hacer esto aquí -admití con todo mi pesar.
-¿Es porque...?
-¡¿Eres Lauren Jauregui?!
El hombre que acababa de aparcar su pequeño vehículo a nuestro lado pareció haberla reconocido. Al fin y al cabo, di gracias al cielo porque fue a ella y no a mí.
Lauren suspiró y se retiró de mi cuerpo para mirar al hombre de mediana edad con una sonrisa forzada en el rostro.
-Sí, soy yo -dijo la chica.
Me sentía mal. Aquello no estaba bien en absoluto.¿Por qué no podía hacer lo que se me viniera en gana? ¿Por qué no podía besar a Lauren allí mismo, en el aparcamiento de un restaurante cualquiera? La respuesta era simple, yo no era cualquier persona.
Abrí el coche y metí las muletas en él mientras Lauren se sacaba un par de fotos con el hombre y sus hijos pequeños que, probablemente, no la conocieran. Cuando la familia se marchó, su mirada incómoda se posó sobre mi rostro de nuevo.
-¿Vamos? -preguntó tendiéndome la mano.
-Vamos -dije yo, aceptando su ayuda.
Entramos al restaurante y Lauren se acercó a uno de los meseros para comunicar su reserva. Un muchacho vestido de blanco y negro nos acompañó a una de las mesas del fondo del local, al lado de un enorme ventanal que dejaba ver un parque con una arboleda inmensa.
-No me puedo creer que me hayas traído a un restaurante cubano -dije ocultando mi risa con la mano.
-¿Por qué? -rió también. -Creí que te gustaría.
-¡Me encanta! -confesé. -Sólo, no me lo esperaba.
-¿Qué me aconsejas? -preguntó alzando su carta. -Eres la experta aquí.
-Veamos... -susurré alzando la mía -, quizás... quizás deberías probar la ropa vieja.
-¿La qué? -ella quitó el libro de su rostro para mirarme confundida y yo sólo pude soltar una carcajada.
-Es carne mechada deshebrada. Seguro que lleva frijoles y plátano, aunque mis padres solían cocinar este plato con arroz.
-Suena bien -dijo soltando la carta en la mesa. -¿Qué te vas a pedir tú?
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Both Worlds (Camren)
FanfictionLauren Jauregui era jugadora de fútbol profesional. Era, a decir verdad, una de las mejores jugadoras del momento. Era la capitana de su club, Miami Vice; y había llevado a su equipo a la gloria desde que tenía 21 años. Pero cuando Camila Cabello, l...