11. "Entiendo que no me creas"

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—¿Cómo te encuentras, Justin? —Le preguntó Mae no muy bien se despertó. Él se sentía confundido y aturdido. ¿Qué acababa de suceder? ¿No estaba en la casa veraniega de Wade? ¿No estaba Dakota en sus brazos, perdonándolo tras hacer quién sabe qué?

No. Todo había sido producto de esa esfera plateada en su pecho. Ahí se encontraba su ahora mundo alterno, donde se quedaba en casa de Wade y su esposa tras haber peleado con la suya propia. En realidad, se encontraba siendo buscado por todo el país, viviendo con su mejor amigo y su acompañante, Mae Greene, quien ahora lo miraba inquisitiva.

—¿Estás bien? —Insistió ella una vez más.

—Sí... supongo.

—Está bien. ¿Puedo? —Pregunto mientras estiraba una mano hacia la esfera.

Justin, sintiéndose ofendido por ello, tomó protectoramente entre sus manos. —¡No! ¡Es mía!

—Sólo quería guardarla, Justin —Explicó con un deje de impaciencia.

—Yo lo puedo hacer —Murmuró, poniendo con cuidado la esfera en su caja. Ahora su caja había sido sustituida por una de madera, que protegía más las cosas que llevaba dentro.

Ahora que Justin sabía lo que se sentía huir de todo por un momento protegería esa esfera con su vida, además, casi le había costado la misma al salir de Sognare.

—Ya es casi hora de la cena, Justin. Tenemos que bajar.

—No quiero —Se negó él—. Dakota seguro estará ahí.

—Te sigues sintiendo muy mal por lo que te hizo, ¿cierto?

Justin solo pudo asentir.

—Sé que piensa... que yo soy un estúpido —Justin miró a Mae mientras estrechaba a Luna en sus brazos, buscando consuelo—. No he salido con libertad desde hace ya mucho tiempo, ¿sabes? —Su voz temblaba y sus manos también lo hacían, como si le costara mucho mantener una conversación normal sin explotar.

Lo que ni Justin ni Mae sabían era que se trataba del Justin cuerdo ahí dentro, luchando por hacerse notar. Por gritar aquí estoy, pero me estoy desvaneciendo.

—Pero sé que hay cosas muy bonitas y costosas ahí afuera que cualquier otra persona le puede dar... —Continuó, y el temblor en sus manos aumentó.

—Si tan solo pudiese sacarte de aquí... poder ayudarte a tener una vida estable...

—Te he dado una misión —Dijo Justin con voz queda—. Y la estás cumpliendo. No es tu deber hacer nada más.

Pero quiero hacerlo, pensó Mae, pero no lo dijo.

—Deben estar esperando por nosotros. Vamos.

Efectivamente en el comedor se encontraba Dakota y Wade, junto con una chica muy parecida a Dakota en cuanto a rasgos físicos. Todos se pusieron de pie cuando Mae y Justin llegaron, como si les fuesen a dar una información.

—Quiero presentarles a Olivia Drysdale, hermana de Dakota, novia mía —Explicó Wade con una sonrisa en el rostro mientras posaba una mano en la cintura de Olivia, quien sonrió tímidamente, estrechando manos con Mae y después con Justin, quien mantuvo la vista en el piso y una expresión impasible durante todo el proceso.

Una vez sentados, la cena transcurrió en total tensión, lo contrario a lo que Wade había pensado. Creyó que, si traía a alguien más a cenar con ellos, todo se haría más ameno y quizás Justin pudiera olvidar lo que sucedió con Dakota.

Sognare → j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora