17. "Debes organizar tu mente antes de actuar"

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N/A: Manip de Olivia y Wade en multimedia


—He recibido un mensaje de mi hermana.

Olivia se detuvo en seco al decir estas palabras, haciendo que Mae, quien iba detrás suyo, casi tropiece con ella. Habían ido ya al trabajo de tiempo parcial de Dakota, en el centro de la ciudad, y no habían dado con ella. También le habían dado una vuelta a su laboratorio, el cual se encontraba en perfecto orden, como si nadie lo hubiese tocado en días. Ahora, se encontraban en la casa que las hermanas Drysdale compartían.

—¿Qué dice?

—Ella está bien, pero debe hablar urgentemente conmigo. Me ha pedido que me encuentre con ella aquí, en nuestra casa. Llegará en un momento —Olivia y Mae intercambiaron una mirada—. Escucha, muchas gracias por haberme ayudado. Sé que ella consiguió su camino fuera del rollo en el que seguro se metió, pero si no lo hubiese hecho, nosotras hubiésemos dado con ella. Gracias por echarme una mano aunque no era tu deber. Algún día te lo recompensaré.

Mae esbozó una pequeña sonrisa tímida y en seguida dedujo que no pensaba de la menor de las Drysdale lo mismo que pensaba de Dakota, la mayor.

—Haré que nuestra ama de llaves te lleve en el microavión. Lo haría yo misma, pero Dakota me necesita.

—Está bien. Adiós, y suerte —Respondió Mae, quien segundos después se alejó ante la indicación de Olivia; su ama de llaves se encontraba de pie al lado del microavión. Ambas, mujer y acompañante, se montaron en el microavión y este despegó, surcando el cielo hasta perderse de vista.

Olivia estaba por tener un ataque de ansiedad en esa sala de estar tan lujosa suya. Incluso hizo un vaso de cristal caer al suelo, aterrizando muy cerca de sus pies y cortándola en el momento. La pelirroja soltó un quejido, y tras soltar una palabrota, se inclinó para recoger los trozos de vidrio.

Momentos después sintió un alivio en los cortes de sus pies que la hizo incorporarse. Dakota se encontraba ahora frente a ella, impasible. Ella le había curado los cortes con una fórmula que ambas crearon hace ya mucho tiempo.

—Lo... lo siento. No te vi —Y entonces la envolvió en sus brazos. Pero Dakota no fue recíproca—. ¿Qué sucede? He estado muy preocupada. Me has dado un susto de muerte.

—Básicamente los de la CM realizaron un secuestro express sólo para avisarme que teníamos un mes para unirnos a ellos o entonces, estaríamos pudriéndonos bajo tierra en un santiamén. Jasper Blake estaba ahí igual que el imbécil de Kramer. No me ataron ni nada, pero desperté en la oficina de Blake y me dijeron todo esto. Los habitantes de Estados Unidos no están nada contentos con Sognare, Olivia, y nos quieren pasar factura por algo que no es nuestra culpa... algunos científicos muertos, miles de ellos restantes en el país pero ellos nos quieren a nosotras.

Olivia tragó saliva. Su mandíbula se apretó en indignación y furia, ¿cómo se atrevían?

—No nos uniremos a ellos. Punto. Es que... —Apretó sus puños en frustración, y después de una respiración profunda los aflojó— ¿Me podrías recordar por qué no podemos tan sólo develar nuestros planes ya? No toleraré amenazas de semejantes escorias y...

—Olivia. Cálmate —La cortó Dakota y entonces la invitó a sentarse en la mesa del comedor. Olivia tomó asiento y después lo hizo Dakota, frente a ella. Esta última sabía que una discusión incoherente sobre el tema no las llevaría a ningún lado pero para que las cosas funcionaran, debían entenderse—. No podemos tan solo explotar de un día a otro, ¿tienes idea de lo que significaría? El trabajo de cientos echado a la basura porque fuimos lo suficientemente cobardes para no esperar un poco más. No lo permitiré Olivia, y espero que tú tampoco. Debes organizar tu mente antes de actuar.

—Tienes razón. Pero no tienen ningún derecho...

—Ya sé que no. Pero no nos queda ninguna otra opción más que trabajar con el poco tiempo que nos queda.

—Y, ¿Qué plan tienes en mente? —Preguntó Olivia. De un modo u otro ellas siempre caían en esta pregunta. Siempre formulada por la misma persona. Durante toda la vida Olivia se había hecho la idea de que Dakota siempre tendría la solución en su mente pues nunca le había demostrado lo contrario.

Pero las cosas no siempre son del modo en el que uno las piensa, no importa cuántas veces el destino te haya hecho pensar lo contrario.

—No tengo idea —Respondió Dakota y su hermana menor sintió como si un peso grande cayera en su estómago—. Todo fuera más fácil si tan sólo Wade hubiese sido más cuidadoso...

—Hey —Olivia frunció el ceño—. No es enteramente su culpa. Me consta lo mucho que se estuvo esforzando para que esa fórmula fuese...

—Bueno, se debió esforzar un poco más —La cortó Dakota, y aunque ella se hubiese ofendido, decidió callar, pues era su hermana mayor y se le había enseñado a respetarla—. Si pudiese traer a Justin aquí las cosas serían más sencillas, también. Pero Wade está reacio. Sé que quiere lo mejor para Justin pero luce como si pensara que yo no comparto eso con él.

—Dakota, tú bien sabes que desde el principio solo has querido a Justin para...

—¡Pues no! —Saliendo de sus casillas por un momento muy corto, Dakota azotó su puño contra la mesa, haciéndola estremecer. Su hermana no se quedó atrás—. Lo lamento. Es sólo que parecen tratar conmigo como si lo hicieran como una niña de preescolar. Prácticamente nunca me ha dejado trabajar junto con él para el bien de Justin.

—Sabes muy bien que a ningún científico le gusta trabajar en conjunto. Todos tenemos nuestros motivos.

—Esta conversación se está alargando mucho. Detesto irme por las ramas —Ella sacudió su cabeza, librándose de todo pensamiento que la hiciera perder la concentración. O sea, de muchos—. Sólo quiero que sepas que no voy a dejar que Sognare mate a la familia que nos queda. Ni que nos haga daño a nosotras tampoco. Pero no puedo hacer nada sin Justin, lo necesitamos para esto. Así que haré hasta lo imposible para meter mi mano y poder acelerar su proceso de curación, así deba engañar a Wade para esto.

Olivia la miró largo y tendido, como si estuviera librando una batalla consigo misma. Por supuesto le dolería tener que mentirle a su novio, pues es lo que implica lo que Dakota proponía. Pero por otro lado hace mucho que está comprometida con su hermana, con la causa y todos los demás que son parte de ella. Y eso es algo que muy a su pesar, iba más allá de los lazos de cualquier relación.

—No prometo ayudarte con el engaño a Wade... pero sé que podrás manejar eso por tu cuenta —Dakota sonrió ante las palabras de Olivia—. Así que está bien.

[...]

Wade se sentó por primera vez en lo que habían sido unas diez horas, exhausto y con el sudor bajando por su frente. Se había exprimido el cerebro las pasadas horas intentando conseguir crear una fórmula que revierta los efectos de lo que la inyección que le proporcionó a Justin causó.

Sí, la misma fórmula que Dakota tenía en su casa a su completa disposición pero que era tan poco arriesgado como para aprovechar. El reloj daba las cuatro de la madrugada cuando terminó su producto. Justin seguía yaciendo inerte en la cama. Había intentado despertarse hace ya muchas horas, pero para prevenir inconvenientes, le suministró un calmante.

Bajo los efectos de una bebida energizante Wade debió asegurarse mediante sus apuntes que la fórmula no tuviera errores. Entonces cuando por fin estuvo lo suficientemente seguro, se acercó a Justin y le inyectó la sustancia.

Respiró profundo cuando todo había terminado y Justin empezó a abrir los ojos.

—Justin... —Susurró, acercándose a su camilla— ¿Cómo te sientes?

Los segundos de silencio que siguieron fueron bastante tensos. Wade había tenido que cruzarse de brazos para disimular el temblor en sus manos.

—Yo... em... ¿qué?

La mirada de extrañeza que le dio Justin a Wade y a la habitación hizo que el corazón de este último se congelara de inmediato. Ahora, ¿Qué había hecho?

Sognare → j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora