La decisión.

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-Así que era ésto...- susurró Vanesa, más bien pareció un pensamiento que se manifestó en voz alta.

Inconscientemente yo le respondí con un "sí".

-¿De qué hablan ustedes?- preguntó Cristina.

-Eso quisiera saber yo...- respondió Jessica.

-¿Eh? Ah... No es nada.- dijo Vanessa, luego salió caminado a algún lugar, supongo que al baño.

Jessica se lanzó al agua y me dijo que me apresurara a entrar con ella, yo aún no tenía ganas por lo que le dije que me quedaría un rato más sentada y luego la acompañaría. Mientras tanto, Cristina se sentó a mi lado en la banca pero no hablamos.

Pasó el rato y decidí que era hora de nadar con mi novia. Nadé un poco con Jessica y no hablé más con Vanesa esa noche porque no salía del baño. Jessica fue al baño y estuvo allí al menos 20 minutos, al salir me llamó y me dijo que teníamos que hablar de algo importante.

-¿Sucede algo?- pregunté.

-S-sí... Lo que pasa es que... Yo...- ella parecía nerviosa, más de lo usual.

-Continúa.- le dije.

-Estaba en el baño... Y bueno, Vanesa estaba ahí... Y nos miramos y todo pasó tan rápido, lo siento... Pero quiero estar es con Vanesa.- dijo tapándose la cara con ambas manos.

-Entiendo, entonces toma esto como una ruptura, espero que les vaya bien.- sonreí. Vanesa y Jessica se fueron juntas agarrados de la mano, me hizo feliz verlas a ambas contentas.

Me senté nuevamente en un baquito y Cristina se sentó a mi lado.

-Jessica, uno; Vanessa, dos. La gente suele decir que la tercera es la vencida, ¿no estás de acuerdo?- dijo la rubia sonriendo.

-No lo sé.- respondí.

-Yo creo que la tercera será la última.

-Realmente no lo sé, para mí todo es un juego...- dije con honestidad.

-¿Para ti todo es un juego? No te preocupes, acabas de conocer a tu nueva jugadora favorita. Pero no te hagas ideas incorrectas, ahora yo controlo el tablero.

-¿De dónde sacas tanta confianza en ti misma?- dije sonriendo.

-Cuando quiero algo sólo voy y lo consigo.- respondió la rubia.

-¿"Algo" o "alguien"?- pregunté.

-Es la primera vez que hay un "alguien".- contestó, se sonrojó ligeramente.

-La primera vez, ¿eh?

Cristina se acercó a mí lentamente, puso su mano sobre la mía y con la otra mano dulcemente agarró mi cara, me acercó lentamente a ella, cerró sus ojos y yo cerré los míos... Lo que vino a continuación fue algo hermoso, fue mi verdadero primer beso, ese beso donde sientes algo real, ese beso donde te sonrojas y sueltas leves sonrisas, ese beso donde no hay nadie más en el mundo a excepción de tú y esa persona. Sus labios sobre los míos se sintieron dulces, suaves, fue con una delicadeza que llegó incluso a parecerme dolorosa, un millón de emociones que no había sentido se desataron en ese instante; ya no me importaba nadie más, en el segundo en que mis labios tocaron los suyos, me di cuenta de que ya le había entregado el corazón se esta persona... Y ni siquiera sabía en qué momento se lo había dado.

Luego de unos maravillosos segundos, nos separamos, ella me miró fijamente y ambas sonreímos. Estábamos conscientes de que habíamos empezado algo hermoso, algo que no debía terminar porque no debíamos dejar que lo hiciera, ese fue apenas el comienzo, el comienzo del final de mi vieja yo, el comienzo de mi nuevo futuro junto a ella.

-¿Cómo lo lograste?- le pregunté sonrojada.

-¿A qué te refieres?- respondió sonrojada.

-H-hacerme sentir tan f-feliz con un b-beso.- dije nerviosa.

Ella sólo sonrió y agarró mi mano, inclinó su cabeza y le dio un suave beso, luego me miró y yo me puse roja nuevamente.

-Pensé que serías más difícil.- dijo mientras me miraba con ternura.

-Yo también pensaba eso...- respondí tímidamente.

-Promete algo.- dijo mientras su expresión cambió de pronto a una más seria, asentí con la cabeza.- que nadie más te verá poner esta cara.

-¿Qué cara?- pregunté curiosa.

Posó su mano en mi pierna y empezó a subirla lentamente hasta llegar a mi entrepierna, su otra mano desamarró hábilmente la parte de arriba de mi bañador y me sonrojé de inmediato, se acercó y me besó, metiendo su lengua en mi boca y tomando posesión de mis labios. Luego se separó y la miré excitada.

-Esta cara.- dijo ella orgullosa. Me recostó sobre el banco y se puso encima de mí, retiro la parte de arriba de mi bañador y acercó su mano a la parte de abajo.- ¿Y bien?- preguntó.

-L-lo prometo.- respondí.

Metió su mano e introdujo uno de sus dedos en mi interior, yo grité instintivamente y ella empezó a moverlo, empecé a jadeante y eventualmente a gemir, ella me besaba en el cuello mientras movía su mano dentro de mí, se sentía tan bien. Decidí no quedarme atrás y le quité la parte de arriba de su bañador, empecé a lamer sus pechos haciendo una forma circular alrededor de todo su contorno, luego me concentré en sus pezones y los lamí repetidas veces. Empecé a chupar como si fuesen chupeta, moví mi lengua de mil formas mientras escuchaba sus gemidos de placer, bajé mi mano a su parte íntima e introduje un dedo, empecé a moverlo y ella empezó a gemir más fuerte. Introduje otro dedo y su respiración se aceleró, jadeaba mucho y decía mi nombre entre cada respiración.

Ella en ningún momento descuidó la mano que tenía dentro de mí, se sentía tan bien, era un poco doloroso pero no quería que parara.

Una vez que ambas llegamos al clímax, gritamos el nombre de la otra y se desplomó sobre mí en ese banco.

-C-creo que éste fue un lugar muy raro para hacerlo.- dije tímida.

-¿Te arrepientes de algo?- puso su mano en mi mejilla y me miró con ternura.

-No...- le dije con honestidad, se acercó a mí y me besó.

Esta chica es extraña. (Yuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora