Narra Cristina
Toda la clase Ámbar me estuvo sonriendo mucho, yo le regresaba la sonrisa y se sonrojaba. Es hermosa, nunca pensé que lograría encontrar a una chica como ella.
Las clases finalizaron y yo tuve que hacer el ridículo en cada materia. Mi tío es muy injusto con sus castigos, y eso de no salir durante un mes... Debía estar loco si creía que haría caso.
Salimos de la escuela y acompañé a Ámbar camino a su casa.
-Hey, ¿tu castigo implica no salir de casa?- preguntó mi linda pelirroja.
-No, mi único castigo fue hacer el ridículo en clase.- mentí con una sonrisa esperando a que ella me invitara a ir a algún lado.
-Bueno... ¿Te gustaría salir conmigo?- dejamos de caminar y me miró con una sonrisa tímida.
-Por supuesto, princesa.- Ahora puedo planear algo para pedirle que sea mi novia. Quiero formalizar la relación. -¿A dónde te gustaría ir?
-Hay un parque cerca... Podríamos ir de día de campo el viernes. -Perfecto. Será un hermoso lugar para preguntarle.
-Por supuesto, suena bien.- sonreí. Ella se sonrojó y me acerqué a ella, puse mi brazo alrededor de su cintura y le di un suave beso en la mejilla. -Me tengo que ir a casa, no debo llegar tarde, nos vemos luego hermosa.- la solté y fui en dirección a mi casa.
-Nos vemos.- dijo mi futura novia en un tono alegre.
Narra Ámbar
Al fin logré invitarla a salir, me sentía muy contenta, camino a casa estuve tarareando melodías y sonriendo. Mi mamá se sorprendió al verme tan alegre.
-¿Ocurre algo?- preguntó divertida.
-No.- suspiré ilusionada y subí a mi habitación con una sonrisa. -Bien... Es jueves, tengo que elegir la ropa para mañana.- comencé a revisar todo mi guardarropa.
Narra Cristina
Estaba en mi habitación y sólo podía pensar en que debía planear algo hermoso para pedirle que sea mi novia. Era nuestra primera cita oficial y quería hacerla perfecta. De pronto se me ocurrió una hermosa idea. Salí corriendo de la casa y fui a la tienda de flores, compré al menos 100 rosas, luego fui corriendo a la tienda de regalos y compré dos pulseras personificadas, después fui corriendo a la tienda de dulces y compré dos cajas de chocolates con forma de corazón, seguido de eso fui a la tienda de decoraciones y compré un florero y platos para nuestro encuentro. Luego recordé que ella me invitó a mí, así que decidí llamarla.
-H-hola...- respondió ella.
-Hey chica hermosa, ¿cómo estás?
-B-bien, ¿y tú?- Es tierna cuando se traba.
-¡Bien! Sé que tú me invitaste a mí a un picnic, pero me gustaría ser yo quien organizara todo.
-¿Qué? No.- dijo en un tono serio.
-Por favor, tengo algo muy especial planeado, deja que me encargue yo.
-No...
-Anda, la próxima vez te encargas tú... Pero déjame esta a mí. ¡Por favor!- insistí.
-Bueno, ¡pero la próxima vez yo haré todo!- exclamó frustrada.
-Lo que te haga feliz. Hablamos luego, princesa.
-C-chao...
-Chau.- tranqué y me apresuré en ir a comprar cosas para cocinar y comer mañana.
ESTÁS LEYENDO
Esta chica es extraña. (Yuri)
RomanceAquí se narra la historia de una chica llamada Ámbar, que sin darse cuenta, se enamoró de la chica más rara que conocería en su vida.