Huir.

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Narra Ámbar

Desperté con ganas de llamar a mi novia, estaba muy confundida por su comportamiento en la noche anterior. La verdad es que esperaba que ella me enviara un mensaje o algo explicando mejor lo que había pasado pero no se volvió a comunicar conmigo y eso me resultaba raro. Tuve dificultades para dormir al recordar lo ocurrido, la curiosidad y la preocupación por ella me estaban invadiendo sin piedad alguna, por lo que decidí finalmente llamarla para saber si estaba bien.

-Hey.- dijo nerviosa cuando atendió el celular.

-Hey... Estás despierta.- dije al escuchar la inseguridad en su voz. -¿No tienes algo que explicar?

-Sí, me dolía el estómago. Lo siento. De hecho sigo sin estar muy bien... Así que mejor hablamos luego, ¿vale?

-¿Eh? ¿El estómago?- no le creí. -Si no estas bien puedo ir a visitarte.

-No estoy en casa.

-¿Dónde estás?- pregunté confundida. -Son las 5 am.

-No tengo idea... Yo... Te llamo luego.- trancó y fruncí el ceño incrédula.

¿Esto es una broma? ¿Cómo no va a saber dónde está?

Miré el reloj y decidí dormir un poco más, en la tarde hablaría con ella por celular nuevamente, las cosas no iban a quedar así de inconclusas. Era domingo y no planeaba dejar que volviéramos a la escuela sin haber aclarado qué demonios le había pasado la noche anterior.

Por más que lo pensaba, no se me ocurría una explicación lógica para su cambio de actitud, de color de ojos y de tono de voz. ¿Es que acaso era yo la que alucinaba cosas? Si fue así, ¿entonces por qué huyó? ¿Sería que hice algo mal en la cena? Pero ella no mencionó nada sobre mí, todo iba tan bien hasta que le mencioné lo de la luna.

Suspiré y me di cuenta de que no lograría conciliar el sueño así que me di por vencida y llamé nuevamente.

Comenzó a repicar y en tercer tono respondió.

-Vamos Ámbar... Podemos hablar de esto luego, ¿no crees?

-Es que no lo entiendo, no puedo olvidar lo que pasó porque simplemente no lo entiendo, ¿por qué huiste así? ¿Hice algo mal?

Narra Cristina

Suspiré mientras me sentía culpable por no poder explicarle la verdad.

-Nada que ver, anoche fue perfecta y le he repetido mil veces en mi cabeza recordando lo hermosa que te veías.- confesé. Una imagen de mi novia en se vino a mi mente y sonreí.

-¿Entonces qué pasó? ¿Y al final se te quitó el dolor de cabeza?

-No era nada importante, podemos hablar de eso luego. Justo ahora no puedo.

-¿Estás en la calle?- preguntó curiosa.

-Sí.

-Puedo escuchar los autos, hay sirenas sonando... ¿Hubo un accidente?- Demonios.

-Sí, al parecer hubo un accidente pero no me pasó nada y yo no tengo nada que ver en él. Ni siquiera tengo en claro qué ocurrió.- mis palabras se amontonaban porque mis nervios me traicionaron. -¿Podemos hablar luego?

-No.- respondió con simpleza. Algo raro está pasando, ¿acaso me ocultas algo? Pensé que confiabas en mí.

Sólo no quiero perderte.

-No ocurre nada, en serio. Te prometo que luego te lo explico, pero no puedo ahora, ¿vale?

-¿Por qué?- se alteró. -¿Por qué no me puedes dar una simple explicación? ¿Acaso es tan difícil?

Sí. Es difícil, tengo miedo, tengo mucho miedo.

-¿Confías en mí?

-Sí. Pero realmente quiero una explicación.- la oí suspirar. -¿Acaso no valgo la pena? ¿No merezco que me digas la verdad?

-Por supuesto que vales la pena y que lo mereces. Pero no te la puedo dar ahora, tengo que lidiar con otra cosa en este preciso momento. Por favor, confía en mí, te lo diré luego.

-Está bien.- accedió de mala gana y con un tono de tristeza. -Pero quiero saber qué clase de accidente fue ese en donde estás porque aún escucho las sirenas y parece ser la policía.

-Un asesinato.- respondí insegura.

-¡¿Un asesinato?! ¡Sal de ahí ahora mismo!

-Lo haré, te lo seguro... Sólo déjame aclarar algo antes, luego te lo explicare, ¿sí?- mentí, no tenía ninguna intención de decirle la verdad.

-¿Qué podrías querer aclarar en un lugar donde hubo un asesinato? ¡Sal de ahí de inmediato! ¿Y si algo te pasa?

-Nada me va a pasar.- le aseguré. -Te quiero, adiós.- colgué antes de que pudiera reclamar alguna otra cosa.

Miré desde el callejón en donde me encontraba en dirección a la policía que estaba en frente, buscando al asesino. Suspiré y al ver que se acercaban a mi escondite comencé a trepar silenciosamente por los edificios hasta llegar a el techo de uno de ellos, con mi vestido roto y descalza decidí que era hora de irme de allí. Ni siquiera me dio tiempo de disculparme con la chica antes de irme por haber matado a su novia.

"Lo siento mucho, Jessica... No fue mi intención herir a Vanesa." Pensé antes de huir rápidamente.

Esta chica es extraña. (Yuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora