A mi pequeña yo le gustaban mucho las mariposas, todas coloridas y delicadas, se posaban tiernamente en las flores. Las flores, elegantes, siempre descansando en su lugar, escondiendo su belleza de los ojos de muchos. La mariposa revoloteando de un lado a otro, siempre tan curiosa, siempre tan inquieta, escogía cuidadosamente la flor adecuada.
"Éramos mariposa y flor, y ahora la flor fue cortada" ese era el pensamiento que invadía a mi mariposa, ella, mi amiga de toda la vida, la única con la que compartía lo que sentía e imaginaba, soñábamos juntas aún siendo tan diferentes, yo tranquila, silenciosa y artística, ella explosiva, exuberante y muy sociable, pero éramos las mejores amigas.
Después de haber presenciado la horrible imagen de mi novio, debía verla a ella. La mariposa detuvo su vuelo, pero no tenía la flor donde gustaba quedarse. Estaba muy tranquila, con un gesto acabado, faltaba color en su rostro.
Mi alma estaba sola, no sabía qué pensar. Una chica de diecisiete años no debería imaginar que su mejor amiga podía morir, éramos jóvenes y apenas empezábamos a vivir. Me sentía pesada, no tenía ganas de llorar, solo no tenía ganas de nada. Su figura se quedó allí, acostada, quieta y con la mirada perdida...
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Déjame Ir
Teen Fiction¿Te imaginas poder sentir lo que otros sienten, e incluso pensar lo que piensan? Yo puedo hacerlo, lo había deseado tantas veces, pero ahora que puedo, creo que no me hubiese gustado haberlo hecho en vida. Hace tres días que mis signos vitales desap...
