Capitulo 7

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-¡Karlie! Estás fantástica -la saludó una mujer con el cabello de color chocolate recogido en un moño. Nada más subir las escaleras cogió la mano de Karlie -. Ha pasado mucho tiempo.

-Bueno, ¿Quien iba a esperar que crearías un grupo músical de mujeres en tus años maduros?

Karlie la abrazó y se volvió hacia Taylor, que se había quedado a un lado mientras las tres recién llegadas bajaban de un monovolumen negro.
El conductor estaba sacando las bolsas del maletero y la mujer más joven lo ayudaba.

-Taylor, te presentó a Manon Belmont, una vieja amiga. Nos conocimos en el internado y, aunque sólo estudió allí dos semestres, matuvimos el contacto.

-Taylor es un honor -Manon alargó la mano-. Por supuesto conozco tu fantástica carrera. Sel no ha dado pie con bola desde esta mañana, sólo de pensar que hoy ibamos a conocerte.

-¿Sel? Taylor observó al conductor, que había alieando ocho bolsas y lo que parecían fundas de instrumentos junto al monovolumen. Había creído que Sel era una mujer y, aunque tenía fans de todas las edades, lo que le sorprendió fue que aquel hombre tan correcto y distinguido, con pinta de tener más de sesenta años, pudiera gustarle su música.

-Eryn, deja de preocuparte por tu guitarra y ven a saludar -le indicó Manon con impaciencia a una mujer alta de reluciente melena pelirroja recogida en una trenza.

-Ya voy, ya voy.

Eryn subió los escalones de dos en dos y rodeó a Manon con el brazo.

-Karlie, me encanta tu casa -le dijo con un guiño, mientras le estrechaba la mano.

-Y esta es Taylor.

-Que no necesita presentaciones -Eryn la saludó calurosamente-. Tienes una preciosa voz, Taylor. Es un placer conocerte en persona.

-El placer es mio aseguró Taylor.
La personalidad abierta de la pelirroja la hacia sentir algo menos tímida que de costumbre.

-¿Todo bien chicas? Preguntó Eryn por encima del hombro.

Taylor observó a una cuarta mujer que bajaba del auto. La mujer baja y de piel oscura que parecía la mas joven de las cuatro le acercó un bastón de color blanco a la mano derecha.

<<Hablando de necesitar presentaciones>>.

La mezzosoprano Vivian Harding era mundialmente conocida y no había nadie ni en Estados Unidos ni el resto del mundo que no hubiera oído hablar de la tragedia personal de la cantante de opera. Cuando se hizo público que se estaba quedando ciega, volvió a conmocionar al mundo de la música al volver a los escenarios como miembro del grupo de improvisación experimental Chicory Aroise.

Cuando llegó hasta ellas, Vivian se quitó las gafas de sol y observó a Karlie con los ojos entrecerrados.

-Un placer volver a verte, Karlie -la besó en las mejillas-. Sel dice que este sitio es tan impresionante como la mansión Dodd.

-Lo es. Tiene un parque fantástico -sonrió la mujer, baja y con pelo negro azulado-. Y también las vistas al océano -miró a Taylor y se sonrojó
–.Ah, hola.

-¿Veo que has conocido a Taylor? -bromeó Karlie, dándole un abrazo a la chica -Taylor, esta es Selena Gomez.

<<Oh, así que esta es Sel>>.

-Hola, Taylor. Tengo todos tus CDs -dijo Sel, claramente azorada-. Y todos los DVDs de tus conciertos.
Claramente era una fan, pero ni estaba dando saltos ni gimoteando en su presencia, lo cual era poco usual.

-Me halagas.

-¿Qué les parece si entramos? Las escaleras se nos están quedando pequeñas y claramente Ben quiere entrar las maletas.

Kaylor - Obertura SalvajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora