Karlie solía empezar los sábados haciendo el desayuno. Aunque tener a la señora Baines en la casa de los Hamptons la había malacostumbrado en algunos aspectos, cocinar se había convertido en un placer. Casi nunca comía ni cenaba en casa cuando estaba en New York, pero el desayuno era sagrado.
Aquella mañana no tenía ganas ni de comer ni de cocinar, así que se preparó un té y un par de tostadas con mermelada de albaricoque.
Luego cogió el periódico de la mañana y se fue al sofá en lugar de desayunar en la mesa de la cocina. Se acurrucó y encendió la televisión que había encima de la chimenea. Estaban dando Today Show, pero apenas le prestó atención mientras ojeaba el periódico.Al parecer había un poco de sequía de actualidad y, para cuando llegó a la sección de entretenimiento, Karlie ya estaba aburrida de tanta noticia refrita. Asintió complacida cuando un famoso columnista le hizo una buena critica a uno de sus nuevos artistas clásicos. Al pasar la página se puso a leer el reportaje sobre el estreno de la película de Maddox. Reconocía a la mayoría que salían en el quién es quién de los famosos que habían asistido al cine.
La fotografía de Taylor y su familia capturó su atención durante varios minutos y, casi sin darse cuenta, se descubrió a sí misma recorriéndole la mandíbula con el dedo. Enseguida retiró la mano y pasó página, para encontrarse con que una columnista de cotilleos había obtenido una página entera de supuestas <<noticias>>. El nombre de Taylor fue lo primero que le saltó a la vista, y cuando vio una fotografía granulada pero lo bastante definida en la que salía con Taylor en el taxi, le entraron náuseas.
Parecía que Taylor y ella estuvieran abrazandose apasionadamente, cuando en realidad se estaban sosteniendo la una a la otra para no caerse al suelo. En la segunda fotografía, de mucha mejor calidad, salía ella mirando a Taylor con expresión ardiente. Karlie echó la cabeza hacia atrás y gimió.
<<Esto no está pasando. Dios, ahora si estará harta de mi. Estará furiosa.>>
Karlie estaba que echaba humo. Los paparazzi se habían pasado, otra vez. Normalmente, cuando alguien quería entrar en el negocio del entretenimiento, los paparazzi podían ser útiles, pero cuando ya eras una celebridad consolidada, se convertían en una plaga que no respetaba la intimidad sagrada de las personas.
Observó la fotografía con atención para estudiar la expresión de Taylor.
Se la veía triste y confusa.<<No he hecho más que tratar a esta mujer como... como trato a todas las mujeres desde la universidad.>>
Karlie se estremeció al recordar a Taylor a la mañana siguiente de su maravillosa noche de amor apasionada. Antes de que la desairara con su frialdad. Taylor la miraba como si lo significara todo para ella.
Su mirada irradiaba una clase de felicidad tímida que había hecho que Karlie echara marcha atrás a trompicones.<<Le agüe bien la fiesta>>
Karlie apartó el periódico a un lado, porque no podía seguir mirando a Taylor. Aún así, pronto tendría que volver a hacerlo, porque tenían que discutir las consecuencias potenciales del desastre mediático.
Cuando le sonó el móvil de repente, se sobresaltó. Lo rebuscó en el bolsillo de la bata y vio que el nombre de Taylor aparecía en la llamada. La boca se le quedó seca de golpe, pero contestó.
-Karlie al aparato. ¿Qué puedo hacer por ti, Taylor?
-Ya has leído el periódico? -preguntó Taylor, sin andarse por las armas.
-Sí.
-Lo siento, Karlie.
¿Le había temblado un poco la voz o había sido cosa suya?
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Kaylor - Obertura Salvaje
FanfikceAdaptación: La superestrella de la música, Taylor Swift se niega a grabar la música que sus productores han preparado para su nuevo disco. Incluso está dispuesta a romper su contrato, si es necesario, porque lo único que quiere es una oportunidad de...