Taylor permaneció quieta, paciente, mientras Andrea daba vueltas a su alrededor para examinar el escotado vestido que iba a llevar para el estreno. Claudia y Laurel llevaban vestidos parecidos, en tonos pastel, y Andrea había escogido un tono blanco y negro que le favorecía mucho.
-¿Contenta? -preguntó Taylor, levantando una ceja cuando Andrea la rodeó por quinta vez-. Vamos a llegar tarde, lo sabes, ¿verdad?
-Y Morris le está dando golpecitos al reloj, eso nunca es bueno -apuntó Claudia-. El tráfico es una mierda los viernes por la noche.
-Ese lenguaje, señorita -le advirtió Andrea-. Y sí. Estoy contenta. Mis tres niñas van a ser las más bonitas de todas.
-Gracias, mamá. -Taylor le dio un beso rápido a su madre-. Vámos.
Habían cargado la limusina de champán, pero Taylor solo dio un sorbo de agua mineral en el camino, porque sabía que aquella noche tenía que estar completamente alerta. No había visto ni había hablado con Karlie desde hacía casi dos semanas y aquella noche estaría en el cine.
Taylor recordó la conversación mantenida recientemente con su agente, Brad Haley, al que no le hizo mucha gracia que ella se negara a ir al estreno de la segunda película de Diana Maddox con alguno de los actores que le había sugerido como acompañantes.
-Tienes que dejarte ver con la gente adecuada -había insistido él-. No hay ni un solo hombre vivo que no esté dispuesto a venir volando para acompañarte.
-Y no hay un solo hombre vivo al que quiera como acompañante, a no ser que lo elija yo. No voy a aceptar a ningún rapero, cantante de baladas ni deportista de los que tienes en la recámara - Taylor había aprovechado su superior estatura para imponerse a Brad -. A partir de ahora yo escogeré quién me acompaña. No quiero volver a ver titulares en la prensa rosa sobre mi <<último amante>>. Voy a ir con mi madre y mis hermanas. Y no hay más que hablar.
Había salido del despacho hecha una furia por haber perdido el tiempo.
La limusina se deslizó ágilmente entre el tráfico de viernes en Manhattan, pese a su envergadura. Morris se detuvo frente a la alfombra roja y rodeó el auto para abrirles la puerta. Andrea y las niñas salieron primero y Taylor oyó el rugido de la multitud en cuanto se dieron cuenta de quién iba en la limusina.
Respiró hondo y salió, con una sonrisa radiante para sus fans. Había miles de personas congregadas en las aceras, coreando su nombre a lado y lado de las cuerdas que separaban la alfombra.
-Dios santo -gritó Claudia-. ¡Es una pasada! Es fantástico, Taylor.
La mirada impresionada de Claudia le caldeó un poco el corazón, después de todas las peleas que habían tenido últimamente. Laurel le agarró la mano y Andrea camino detrás de ellas, tan regia como siempre.
-Taylor, ¿Me permites unas preguntas? -pidió un reportero de televisión-. Estamos transmitiendo en directo por nuestra pagina web, si no te parece mal.
-¿Por qué no, Glenn? Te llamas Glenn, ¿verdad?
Glenn parecí muy complacido de ser reconocido.
-Así es. ¿Quién te acompaña esta noche?
Taylor le presentó a su familia, consciente de la ilusión que le haría a Claudia y Laurel.
-Se ve que se parecen mucho -opinó Glenn. -En fin. Cantas tres canciones de la banda sonora que me consta que estan subiendo como la espuma en las listas de éxitos. Una se llama <<Tema Diana>> y está cantada desde el punto de vista de Erica. ¿Cómo fue para ti cantar sobre el amor entre dos mujeres?
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Kaylor - Obertura Salvaje
Fiksi PenggemarAdaptación: La superestrella de la música, Taylor Swift se niega a grabar la música que sus productores han preparado para su nuevo disco. Incluso está dispuesta a romper su contrato, si es necesario, porque lo único que quiere es una oportunidad de...