Capítulo 5

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Ethan Miller

Ya llevaba 1 semana yendo cada tarde a entrenar y a pelear, se me estaba dando bastante bien, casi como al principio en mi antigua ciudad.

Había contado con el apoyo de mis amigos, quienes nunca me fallaban en mis peores momentos, creo que eran los únicos que estaban siempre ahí, bueno, aparte de mamá.

Ya había peleado 4 veces y estaba en la segunda posición del ranking, todos querían pelear conmigo, querían derrotarme, pero no podían.

Hoy me tocaba pelear contra uno de los más buenos, pero estaba muy seguro de que iba a ganar, siempre lo hacía ¿Por qué no esta vez?

El árbitro anunció mi nombre y seguidamente el de mi contrincante.

-Muy bien chicos, como veo que no hay ninguna persona nueva, si llega la policía ya sabéis que normas se tienen que llevar a cabo, dicho esto, que empiece el juego.

Todo iba bien, le di en el pómulo, él se agacho para darme en el pecho pero yo fui más fugaz y le tiré al suelo, el árbitro contó hasta 10 cuando en el segundo 9 el contrincante se levantó hacia mí , me dio en la boca un par de veces y me empezó a sangrar mucho el labio pero no sentí dolor. Le di un puñetazo en el pecho y dejó de respirar por 3 segundos, me miraba con unos ojos desvanecidos, me intentó dar en la cara, pero lo esquivé de una manera inmediata, le di un puñetazo en la parte lateral derecha de la cabeza, esperé a que se levantara, tardó 5 segundos en los que pensé que se iba a rendir, pero... Me tiró al suelo, me empezó a dar muchísimos puñetazos, hasta que empecé a quedarme inconsciente, paró y el árbitro contó hasta 10, escuché el sonido de la puerta abrirse y una voz bastante familiar pero no podía estar atento a otras cosas, no podía levantarme, iba notando como cada parte de mí se iba desvaneciendo, como si me fuera muriendo poco a poco, no podía hacer nada para remediarlo, tenía un dolor muy intenso que recorría todo mi cuerpo, estaba sufriendo de una forma dolorosa y lenta.

Entonces, pensé en ella y me di cuenta de lo tonto que llegué a ser, me arrepentí de todo lo que hice, por lo que me quedo por decir. Me arrepentí de no haberle dado un último beso porque ya no tendría más oportunidades. Me arrepentí de no haber disfrutado cada segundo que pase con ella como se merecía, porque la vida esta echa de pequeños momentos que no siempre son eternos. Nunca más vería esa mirada cómplice que me hacía olvidar el pasado que ahora duele menos que el presente.

Me arrepiento por las veces que no le dije 'te quiero', y lo sentía.

Por hacerle sentir rota y sola durante las últimas 4 semanas, porque ella seguía pensando que me había besado con Katie, pero no era así, no quería que se llevara un mal recuerdo de mí, sino de lo bueno, de los buenos momentos juntos, de los besos, de las risas.

Pero ya era demasiado tarde porque ya no habría vuelta atrás, todo había acabado para mí. Escuché su voz gritando mi nombre, su voz quebrada en pedazos, no sabía si era real, o solo imaginaciones mías, pero en ese momento, sabía que no la podía dejar sola en este mundo que, como un barco, se hunde, que no tiene salvavidas, que tiene muy pocas oportunidades para salir adelante sino tiene una mano en la que sujetarse.

Recordé lo rota que estaba durante esas semanas, no quería dejarla así todos los días que le quedaban, no ahora.

Con toda la fuerza que me quedaba, pronuncié su nombre, con suerte, ella me escuchó y pude notar el sonido de sus lágrimas caer, como si fuera el sonido de un tsunami.

Me subieron a la camilla, Alice esbozó una sonrisa y me cogió de la mano, volví a tocar ese tacto que tanto echaba de menos. A su vez, besó mi mejilla, la cual estaba llena de rasguños y heridas como consecuencia de la pelea.

Alice Black

Volver a escuchar su voz después de tanto tiempo me devolvió la tranquilidad, la seguridad, la paz que tenía cuando estaba con él.

Me di cuenta de que ningún problema tenía importancia si se trataba de él. Y que le quería como nunca he querido a nadie.

Sus manos que encajaron perfectamente con las mías parecían echas a medida, estaba más que decidida de que jamás me volvería alejar de ellas.

Llegamos al hospital y las enfermeras se llevaron a Ethan para curarlo. Alex y yo estuvimos 4 horas que se hacían demasiado eternas esperando.

-¿Familiares de Ethan Miller?- preguntó el doctor.

- Como si lo fuésemos.- comento Alex.

-De acuerdo, Ethan ha sufrido bastantes lesiones por todas las partes del cuerpo, un hematoma en la parte izquierda del ojo, tiene varias costillas lesionadas, contusiones en la cabeza y se ha roto la nariz que mañana operaremos.- anunció.

-¿Cuándo se le podrá ver?- dije de inmediato, necesitaba verle, no soportaba ni un minuto más sin él y menos en esta situación.

-Alice... Todo a su tiempo.- Intentó tranquilizarme Alex, había notado que estaba nerviosa.

-Bueno, si todo va bien, ahora mismo están subiendo a Ethan a planta, habitación 183.

-Muchísimas gracias.- dije sin mirarlo. Fuimos casi corriendo sin pronunciar palabra hasta que llegamos, 181,182...183.

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Espero que os haya gustado! Pronto subiré otra historia con una temática totalmente diferente, beeeesos. 

Carta 623Donde viven las historias. Descúbrelo ahora