No quiero odiarte

Capitulo 10

Narra Ranma

Llegué a la casa de los Tendo cuando estaban desayunando, en cuanto entré, Akane y mi padre me recibieron con un interrogatorio sobre donde había estado toda la noche, a lo cual respondí con la verdad; había pasado la noche en el campamento de Ryoga y no iba a negarlo, todos saben que nosotros dos somos amigos así que no tenía por qué ocultarlo. Luego del desayuno, Soun, mi padre y Akane estuvieron organizando la boda, mientras que yo me limitaba a asentir si preguntaban algo.

-Akane se ve realmente ilusionada por esto-pensé mirándola de reojo; si supiera que Ryoga es a quien realmente quiero y que solo me casaré con ella por obligación. Solté un pequeño suspiro.

-¿Ya te has cansado con esto?-preguntó Akane mirándome con una expresión de preocupación en el rostro-si quieres podemos tomar un descanso de todo esto-negué rápidamente con la cabeza.

-Quiero terminar con esto rápido, me agobia tener tanto que hacer-revolví un poco mi cabello, ella asintió.

Pasamos un par de horas decidiendo casi todo para la boda, aún faltaban algunas cosas, pero se podría decir que al menos la mitad estaba hecha. Cuando terminamos de decidir algunas cosas, Akane se levantó, me besó en la mejilla para luego irse con Nabiki a su cuarto.

-Parece que tú y Akane al fin se llevan como debe de ser-Soun sonrió ampliamente, notoriamente complacido con la situación.

-Sabía que ibas a caer ante los encantos de Akane-esta vez habló mi padre, solté un suspiro; si realmente supieran que no quiero a Akane sino a Ryoga-estoy seguro de que estás ansioso por la boda-sonrió, simplemente solté un suspiro y asentí.

-No sabes cuánto ansío ese día-dije con un tono irónico, mi padre sonrió, solté nuevamente un suspiro pesado-no quiero casarme, papá-tanto Soun como mi padre me miraron con una expresión de sorpresa en el rostro.

-¿Por qué? No parece que las cosas vayan mal entre ustedes-dijo Soun, desvié la mirada; ¿cómo les digo esto? No dudo que quiero a Ryoga y que quiero estar con él, pero no puedo romperle el corazón a Akane, después de todo ella no se merece a esto. Miré de reojo hacia la puerta que comunicaba el comedor con el pasillo notando a Akane allí parada.

-No me casaría nunca con una niña tan fea como ella-si lo digo no será delante de ella, no podría soportar ver sus lágrimas.

-¡¿A quién le dices fea?!-como imaginaba, ella estaba detrás de la puerta escuchando. No contesté a aquello, no quería comenzar a discutir, simplemente me levante y me dirigí al dojo; entrenar me despejaría un poco de todo este asunto del matrimonio.

Pasé horas allí tratando de despejarme, pero lo que menos hacía era eso, solo me enrollaba más en esto. Me detuve y me senté en el piso; ¿qué se supone que haré? Quiero estar con Ryoga, pero viendo lo feliz que esta Akane por esto, no puedo romper su pequeña burbuja.

-Todo esto me da dolor de cabeza-suspiré posando mi mano en mi frente, mientras echaba para atrás mi cabeza. Me estoy volviendo loco con todo esto.

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Acababa de salir de la escuela y, como había prometido, fui a ver a Ryoga, o eso planeaba hasta que me crucé con Kuno. No entiendo como hace para tener tiempo para molestarme, creía que no tendría que preocuparme más por él desde que dijo que entrenaría el doble de lo que lo hacía. Como siempre Kuno quiso retarme para ganar a Akane, decidí aceptar, sabía que si me negaba, no me dejaría. Cada golpe que me lanzaba lo esquivaba retrocediendo. Así me mantuve por unos minutos hasta que resbalé, terminé cayendo al agua y, como siempre sucedía, salí del agua como Ranko.