No quiero odiarte

Capitulo 7

Narra Ryoga

Ya era de noche, no podía dormir, ya que me pasé casi todo el día durmiendo por petición de Ranma. Él insistía con que tenía que descansar, luego de haber recibido una patada de él.

-¿Cómo te sientes?-preguntó Ranma por enésima vez.

-Ya te dije que estoy bien, Ranma, no es para tanto-dije sentándome-recibí miles de tus golpes-le resté importancia, pude escuchar un suspiro de su parte-que te estés tranquilo-dije esta vez algo enfadado; ya me había puesto nervioso con tanta preocupación por su parte.

-Bien, bien, no vuelvo a preguntarte-puso una mano en su nuca. De repente tocaron la puerta, Ranma se acercó a la puerta y abrió, tras esta se encontraba Akane.

-El baño ya está listo si quieren ir-dijo ella sonriendo, asentí en cuanto me dedicó una mirada, luego se retiró y Ranma volvió a cerrar la puerta.

-Nos bañaremos juntos, parece que mi padre no está-¿bañarme con Ranma? Mi cara comenzó a arder instantáneamente; Ranma y yo somos hombres, ambos tenemos la misma anatomía, lo tengo bien en claro, pero no puedo evitar sentirme incómodo desde de ahora-ve tu primero-asentí, me levanté, me dirigí al baño, una vez allí, me desvestí y entré a la bañera.

-¿De verdad estaremos juntos en un lugar tan pequeño?-susurré para luego soltar un suspiro.

-¿El agua está caliente?-me sobresalté al escuchar a Ranma a mis espaldas; ni bien había entrado a la bañera había decidido ponerme de espaldas a la puerta-Ryoga-canturreó mi nombre mientras salpicaba algo de agua en mi espalda-¿te has quedado dormido? qué posición tan incómoda para dormir-dijo volviendo a salpicar algo de agua en mi espalda.

-N-no, n-no estoy dormido-no era mi intención tartamudear, pero aun así lo hice.

-¿Te molesta que nos bañemos juntos? si quieres puedo irme-negué rápidamente con la cabeza-está bien-escuché como entraba en la bañera-¿qué te sucede? estás actuando un tanto extraño-colocó una mano en mi hombro.

-N-no es nada-volví a tartamudear; ¡mierda, Ryoga! ¡¿Qué es lo que te sucede?! No puedo actuar así solo por esto, ambos somos hombres y no tiene nada que no haya visto antes. Escuché un suspiro por parte de Ranma-l-lo siento, me duele un poco la cabeza-salí de la bañera y coloqué una toalla en mi cintura-me iré a dormir-lo miré de reojo, él simplemente asintió, me vestí para luego salir en dirección a la habitación de Ranma y me acosté, tapándome con las frazadas la cabeza. Pasaron un par de minutos hasta que oí la puerta de la habitación abrirse.

-¿Estas despierto, Ryoga?-apartó la frazada que me cubría e hizo que lo mirara-¿te encuentras bien? estuviste actuando un tanto extraño-desvié la mirada; no creí que se diera cuenta. Me senté dispuesto a decirle lo que creo que siento por él, pero antes de que lo hiciera Ranma me tomó de los hombros, lo miré notando lo cerca que estábamos.

-¿P-por qué estás tan cerca?-tartamudeé nervioso, mi corazón comenzó a latir a mil por hora; moriré si sigo irrigando tanta sangre de golpe. Él no respondió simplemente se me quedó mirando, haciendo que me pusiera más nervioso de lo que estaba-¿R-Ranma?-mi cara ardía; esta situación es realmente incómoda.

-Ryoga-musitó mirándome directamente a los ojos.

-D-dime-respondí tartamudeando nuevamente, él posó su mano en mi mejilla.

-Yo...-solo alcanzó a decir eso, ya que unos toques en la puerta lo interrumpieron, soltó un suspiro y se acercó a la puerta para abrirla. A diferencia de la vez anterior, la que se encontraba detrás de la puerta era Kasumi, quien sostenía una bandeja entre las manos.