Narra Ranma
Nos encontrábamos Ryoga, Azusa y yo en una cafetería almorzando; miraba detenidamente cada movimiento de ella, no me agradaba mucho que ella fuera tan cariñosa con Ryoga. Llámenme celoso, pero no me agradan esas maneras que tiene de tratarlo.
-¿Te encuentras bien, Ranma?-me volví hacia Ryoga para mirarlo.
-Sí, ¿Por qué lo preguntas?-dije mostrándole una pequeña sonrisa.
-Estas demasiado callado-posó su mano en mi mejilla-tampoco comiste, ¿de verdad te encuentras bien?-asentí para luego comenzar a comer rápidamente. En unos pocos minutos ya había terminado lo que me habían servido-veo que no estás tan mal después de todo-soltó una pequeña risa, yo solo le dediqué una pequeña sonrisa para luego darle un corto beso. Lo único positivo que le veo a esto de haber venido a almorzar con Azusa es el hecho de que ella eligió un lugar tan apartado del resto que era difícil vernos aquí.
-Vaya, se nota que están muy enamorados-la voz de la chiquilla hizo que ambos nos volviéramos hacia ella, Azusa sonrió.
-S-se podría decir que si lo estamos, o al menos yo lo estoy-Ryoga tenía un pequeño sonrojo en sus mejillas, el cual acompañaba a una pequeña sonrisa avergonzada.
-Yo también lo estoy-crucé mi brazo alrededor de los hombros de Ryoga y posé mi mano en su cabeza para comenzar a jugar con su cabello-estoy totalmente idiotizado con Ryoga-el sonrojo que tenía en sus mejillas se hizo algo más intenso.
-Tan enamorado no estás, Ranma, si fuera así no te casarías con alguien más-solté un suspiro pesado ante aquel comentario; si supiera que casarme con Akane es lo último que haría en el mundo, no diría eso, la única persona que me tiene realmente estúpido es Ryoga.
-No digas eso, Azusa-la regañó Ryoga-él se casará con esa chica porque tiene que respetar el mandato de su padre. Además...-tomó mi mano por debajo de la mesa y la apretó un poco-estos últimos meses me hizo saber cuánto me quiere-sonrió luego de decir esto último.
-Como digas, si te consuelas con eso, está bien-fruncí levemente el ceño; creo que tenía razón con sentir celos de ella, diciendo eso podría ponerlo en contra mio y, sinceramente, no quiero volver a discutir con él.
-No voy a dejar que digas eso-me crucé de brazos-no hay nadie a la que quiera tanto como quiero a Ryoga, pero por culpa de mi padre y del padre de mi prometida no puedo quedarme con quien realmente quiero-me defendí consiguiendo que ella solo me mirara callada y que Ryoga me acariciara un poco el cabello tratando de que me calme. Solté un suspiro algo más calmado-lo siento, tenemos que irnos-dije para luego tomar de la mano a Ryoga y salir del lugar junto con él.
-Si no te cae bien Azusa, me hubieras dicho que no vengamos a comer con ella-me volví hacia Ryoga-no voy a obligarte a que seas su amigo cuando te molesta estar con ella-solté un suspiro.
-No es eso, es solo que sus comentarios no me agradan en lo más mínimo-dije soltando un nuevo suspiro.
-Lo noté-me mostró una pequeña sonrisa burlona-bien, ya que terminamos de almorzar, ¿qué te parece si vamos a pasar el rato?-asentí; realmente no se me ocurre un lugar al que llevarlo, pero supongo que a él no le molestará que solo demos un paseo por aquí.
Pasamos el resto de la tarde dando vueltas por Furinkan, hablando de estupideces y, cada tanto, recibía una que otra broma de Ryoga sobre los celos que tenía antes. Luego de pasar un tiempo caminando, decidí acompañarlo hasta su campamento, una vez allí me despedí de él y volví a la casa de los Tendo. Me dirigí a mi cuarto encontrándome ahí a mi padre, con el ceño fruncido y los brazos cruzados, no le di mucha importancia, simplemente me acosté en mi cama.
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No quiero odiarte
FanficRanma y Ryoga tienen una gran rivalidad desde niños, pero luego de un tiempo descubren que no es una rivalidad, sino, una atracción que siente uno por el otro. "Del odio al amor hay un solo paso" estos dos chicos descubrirán que ese famoso refrán es...