4. "Ultrasonido y humillación publica."

109K 5.6K 511
                                    


Phoenix se encontraba sentada en una de las sillas azules incomodas de la sala de espera, el olor a desinfectante y lavanda llegaba a sus fosas nasales cada vez que inhalaba aire, ese olor ella detestaba eso era muy irónico viniendo de una doctora para niños que se la pasaba casi todas las mañanas en un hospital. La rubia había terminado su turno como pediatra exactamente hace una hora y media y estaba exhausta, apenas  había llegado a alimentarse.

La rubia analizo la sala con sus ojos verdes al rededor de ella se encontraban tres embarazadas con sus respectivos esposos, cada una de aquellas personas tenía una sonrisa delineada por sus labios rosados. Ella evito a toda costa ver a aquellas personas que parecían con la vida pintada de color rosa observando las decoraciones de la pared color beige frente a ella, había distintos cuadros con las etapas del embarazo o como una embaraza se tenía que cuidar y alimentar.

A unos metros frente a ella se encontraba una secretaria sentada detrás de un escritorio de vidrio que tecleaba el teclado de la computadora como si su vida dependiera de ello, aquella secretaria parecía la secretaria del sueño que cualquier jefe quisiera tener; con ese vestido gris totalmente ajustado a su figura de barbie, su cabello pelirrojo perfectamente peinado y atado en una coleta alta y piernas como aquellas, bueno, cualquier hombre estaría a gusto de trabajar con ella.

El miedo abarco el cuerpo de la mujer de tez blanca cuando vio a salir a una pareja del consultorio número dos ya que si ella no se equivocaba ella seguía. La doctora con cabellos castaños como el chocolate y un cuerpo nada fuera de lo común le susurro algo al oído de la secretaria y esta asintió eufórica bajando y subiendo su cabeza mientras buscaba algo en la computadora mientras se escuchaba el constante click del mouse. 

- La Señora Morgan y él Señor Adams por favor pasen al consultorio número dos con la doctora Jennifer.- recita la secretaría sin detenerse con tono de monotonía y manteniendo su mirada en la computadora.

-¿La doctora no puede esperar cinco minutos mas....?- Nix dudo unos instantes en decírselo, no podía decir la palabra "prometido" porque no eran nada y tampoco podía decir la palabra "enemigo" porque no sonaría bien.- el padre de mi hijo aún no esta aquí.- opto por decir eso la rubia.

La sala se lleno de un silencio incomodo y las parejas veían a la mujer que parecía mas una adolescente perdida en aquellos momentos con pena y tristeza. Ella odiaba eso así que mantuvo una línea recta con sus labios y cerro sus puños con fuerza haciendo que sus nudillos quedaran blancos.

-No.- contesto cortante la secretaria volviendo su vista a la computadora.

La pequeña Morgan no tuvo mas opción que agarrar su bolso del asiento donde antes se encontraba sentada y caminar detrás del escritorio de la secretaria para llegar hasta un espacioso pasillo que se iba iluminando con luces automáticas a medida que ibas caminando. Llego a una puerta de color gris que tenía el número dos en un rotulo blanco y negro al lado de la puerta y toco la puerta con sus nudillos, luego de unos segundos escucho un "adelante" de una voz cantaría.

-Permiso.- hablo Nix tímidamente con una sonrisa débil en sus labios.

-Oh.- hablo la doctora levantándose de su asiento y rodeo el escritorio para estrecharle la mano a Phoenix que esta la acepto gustosa.- Un gusto en conocerte señorita Morgan.- dijo destechando la mano de la rubia.

-Puedes llamarme Nix.- le dijo la rubia a la doctora antes que continué.- Por favor, llámeme Nix.- insistió.  

-Bien Nix.- recalco el nombre "Nix".- Puede sacarse los zapatos y dejarlos allí y luego puedes recostarte en la camilla como te sientas cómoda, pero por favor que no sea boca abajo no sabes todas las posiciones de las embarazadas que e visto a lo largo de mis 22 años como radíologa.- Phoenix asintió mientras que reía por lo bajo.- Voy a ir a buscar unas cosas al laboratorio ya vuelvo.

Little Baby © (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora