Little Baby © (Sin editar)

27. "Adiós Sierra." Primera parte.

Todos se encontraban en la comisaría de la Ciudad de Seattle, eran las dos de la mañana y Phoenix y Kendall se encontraban sentados enfrente del escritorio de madera detrás de ellos estaban todos parados excepto Jade y Austin que habían decidido quedarse durmiendo en sus respectivas casas. El oficial de policía los había llamado hace ya media hora y solo lo habían visto para saludarlo luego de aquel acontecimiento lo habían perdido de su vista, Phoenix era la única que estaba cabeceando en su asiento luchando por no dormirse todos los demás estaban profundamente preocupados. 

Se escucho como habrían la puerta de la oficina y todos doblaron su cabeza en dirección a la puerta, excepto Phoenix que estaba siendo ganada por el sueño.

-La encontramos.- dijo el oficial con un semblante serio, llevándose miradas de sorpresa de todos.- Están en una fabrica abandonada en el medio del centro de la ciudad, si vamos ahora podríamos llegar a capturarlos.- explico él al mismo tiempo que en su voz se oía un tono de esperanza. 

-Vamos.- afirmo Kendall levantandose de su asiento.- Excepto tú.- señalo a Phoenix y eso provoco que ella se pusiera tan roja como un tomate.

-¡Yo voy a ir te simpatice o no la idea!- exclamo ella enfadada, ganadose una mala mirada por parte de Kendall.

-Bien.- acepto él.- Pero ni se te ocurra salir del auto.- concluyo él unos segundos después ella asintió a regañadientes pensando en alguna manera de salir del mismo.  

Todos salieron de aquella oficina, con la piel de gallina. Salieron al exterior de la comisaria y ya había quince patrullas de policía estacionadas y preparadas, el oficial agarro a una desprevenida Phoenix del brazo sin ser brusco dirigiéndose a una de las patrullas, la rubia comenzó a forcejar no sabía lo que estaba ocurriendo hasta que pudo ver al rostro de Kendall mirando en aquella dirección preocupado.... allí pudo entender que él no tenía la confianza suficiente para saber que se quedaría en el asiento del auto sin hacer nada, pero ella no lo culpada, después de todo si ella fuera él en aquella situación haría lo mismo. 

En dos minutos ella se encontraba a pasos de una patrulla de policía y lo que vieron sus ojos fue una cabellera rubia, ojos azules intensos, tez bronceada y un cuerpo corpulento allí frente a ella se encontraba Xavier con un semblante serio mirándola. Desde lo ocurrido allí en el cumpleaños de Jade no lo había visto o comunicado atraves de teléfono con él, tampoco tenía porque pero se sentía culpable por lo ocurrido en el pasado. 

-Cuídala con tu vida.- se limito a decir el oficial de policía para luego marcharse a la patrulla de policía que llevaba el número trecientos cuarenta pintado en números negros en la puerta metálica de piloto. 

Phoenix sin esperar que Xavier le abriera la puerta de los asientos traseros, entro a la patrulla y una vez que estuvo sentada en el asiento trasero del lado del medio pudo sentir como Xavier cerraba la misma puerta que antes se encontraba abierta dejando ver el interior de la patrulla. Xavier se montó a la patrulla y encendió la misma causando que el radio de policía se encendiera también. Una vez que comenzaron a transitar por las calles llenas ahora de patrullas de policía decidió hablar;

-Lo siento.- se disculpo ella apenas audible para los oídos de cualquier persona, pero Xavier había escuchado a la perfección aquel lamento de la rubia.

-No tienes porque.- dijo él parando en un semáforo en rojo.- Kendall es el que me tiene que pedir perdón por dos cosas, la primera por romperme la nariz y romperme una parte de la mandíbula....- dijo él avanzando y guardo silencio pensando si decirle o no la siguiente razón.

-¿Y la segunda?- pregunto ella nerviosa jugando con uno de los dijes de su brazalete. 

-Por haberme apartado del amor de mi vida.- concluyo él al mismo tiempo que Phoenix se ponía pálida y lo miraba atraves del retrovisor con sus ojos verdes abiertos como platos.- Esas son las únicas razones.