Phoenix estaba acariciando la melena castaña de Odell, un perro labrador de pelaje marrón que antes vivía junto con Kendall y ahora también vivía junto a ella. Eran las 8:30 a.m. y Nix hoy no podía ir a trabajar al Hospital Central el cual había conseguido su antiguo trabajo como pediatra de nuevo ya que se encontraba con unos mareos horribles y todos los síntomas comunes de una embarazada en su sexto mes de gestación.
Kendall se había ido hace media hora a su trabajo ya que tenía una junta muy importante, pero le había prometido a la rubia que volvería ni bien acabara la junta mientras tanto la cuidaría su mejor amiga, Katherine, hace demasiado que no la veía y extrañaba demasiado a aquella castaña descabellada la cual le debía muchas explicaciones. El sonido del timbre resonó por toda la casa, provocando que Odell ladrara y fuera haber de quién se trataba y Phoenix se levanto del sofá con algo de dificultad pero logro levantarse.
Cuando llego a la puerta principal, giro la perilla de la puerta para poder encontrarse con una Katherine sonriente la cual en menos de tres segundos contados por reloj se abalanzo "delicadamente" sobre ella para poder abrazarla.
-Katherine, me estas dejando sin aire.- se quejo la rubia, mientras seguía siendo abrazada por la castaña que era su mejor amiga desde que tenían memoria.
-Perdón, perdón.- se disculpo rapidamente la castaña con una sonrisa del gato de Alicia en el país de las Maravillas soltando a su amiga. Lo cual se le hiso muy raro a Phoenix porque jamas la vio sonreír tanto.
-¿Qué ocurrió?- cuestiono la rubia mientras que miraba a su amiga con una ceja alzada y mientras que cerraba la puerta dándole la espalda a esta.
-¿Debería ocurrir algo para que tenga esta sonrisa en mi rostro?- interrogo la castaña señalándose con su dedo pulgar, a lo que Nix asintió.- Pues no paso nada, solo estoy feliz de tener a mi amiga aquí conmigo.
-A veces pienso que eres una niña de seis años, pero luego recuerdo que tuviste mas de quince novios en las secundaría y se me pasa.- dijo Phoenix haciendo un ademán con su mano para restarle importancia.- Eras muy solicitada en la secundaría por los estudiantes masculinos.
-¿Me estas diciendo indirectamente zorra?- pregunto atónita Kate y la rubia hiso una mueca ladeando un poco la cabeza y asintiendo lentamente.
-Pero vos a diferencia de ellas sos una zorra con sentimientos, no como las plásticas de Ashley y Bree.- Explico tranquila Phoenix dirigiéndose al sofá donde estaba Odell, lamiéndose la pata derecha.
Katherine negó divertida y se sentó al lado de su amiga que estaba ahora sentada en el sofá junto con Odell, tocaron el timbre de la casa de nuevo y ambas mujeres se vieron confundidas y asustadas a la vez ya que Odell se dirigió gruñendo a la puerta. Phoenix se levanto del sofá con un poco de ayuda por parte de Kate y se dirigieron a la puerta de la entrada de nuevo y encontrándose con un Odell gruñiendole a la puerta blanca de madera. La castaña con un poco de intriga abrió la puerta.
Alta, delgada, piernas largas, ojos verdes, cabello rubio y dorado como el sol, tez blanca como la nieve era los adjetivos que le sentaban a la perfección para describir a la mujer que se encontraba frente a ellas dos claro que no hacía falta decir que estaba vestida a la moda.
-Buenos días, soy Sierra Greenwold tu debes ser Phoenix ¿Acerté?- se presento ella, Katherine solo miro con confusión y de mala manera a Sierra y Phoenix la miro con los ojos abiertos como platos mientras que Odell le seguía gruñendo.- Odell, venga muchacho.- hablo cariñosamente Sierra pero el perro solo le gruño.
-Odell al sofá.- ordeno Phoenix con voz firme, pero el perro le siguió gruñendo a Sierra.- Odell al sofá, dije.- ordeno de nuevo la rubia, Odell le hiso caso pero como si se tratara de una advertencia le gruño por ultima vez a Sierra la cual rodó disimuladamente los ojos.- Disculpa por su comportamiento.
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Little Baby © (Sin editar)
ChickLitDos enemigos que se odian a muerte desde pequeños. Una fiesta. Mucho alcohol. Y una noche de sexo. Es igual a; b...