Eran altas horas de la noche cuando Phoenix estaba viendo por la ventana de la cocina afuera, la verdad que el vecindario donde ahora ella vivía era sumamente tranquilo, algo que a ella le molestaba demasiado prefería mil veces un vecindario donde haya niños corriendo de allí para aya aunque no podía negar que le gustaba aquella tranquilidad también. No podía dormirse por dos cosas la primera era porque Kendall se había tenido que ir a firma de abogados para la que trabajaba en Londres y la segunda porque simplemente no conseguía conciliar el sueño.
La rubia dejo de mirar por la ventana para ir hasta la sala de estar, comenzo a tocar la pared que se encontraba a su lado buscando un objetivo el cual logro en pocos segundos, encontrar el interruptor de la luz. El living fue iluminado por luces blancas las cuales dejaron al principio a la ojiverde ciega y provocando que tenga que frotarse un poco sus ojos. Luego de haberse acostumbrado a la luz pudo admirar un poco mejor la sala de estar, se aburría bastante en aquella casa sin las bromas constantes de Kendall respecto a su estatura o sus halagos respecto a como se veía con la ropa maternal la cual ella odiaba.
Phoenix fijo su vista en algo que sobresalía de debajo del sofá, una punta de papel blanca. Nix caminó hasta el sofá y se inclino para poder agarrar aquel papel descubriendo que era una fotografía, tal vez se habría caído de algún lugar pero le resultaba aquello extraño. Sujeto entre sus delgados dedos la fotografía descubriendo que en ella se encontraba Kendall y ella, pero entre medio de ellos había una chica con risos dorados, ojos verdes y cuerpo de modelo seguramente tenía la misma edad que Kendall. De pronto todas las luces se apagaron y Phoenix bufo.
-Genial un apagón, lo ultimo que me faltaba.- susurro malhumorada Phoenix, seguramente los fusiles habían fallado y ella los tendría que reparar.- ¡Odell!- grito Phoenix a todo pulmón y en cinco segundos sintió como el perro respiraba irregularmente al lado de ella.- Ven tenemos que ir al garaje, sígueme.- ordeno Nix.
La rubia fue hasta la cocina para abrir uno de los cajones de esta, donde se suponía que se encontraban las linternas pero al poner su mano dentro de este no encontró nada salvo la superficie áspera de este. La mujer de ojos verdes se dirigió hasta otro cajón que después de abrirlo y tocar la superficie de este al fin encontró lo que se suponía que eran las linternas ya que no lo supo hasta que toco el interruptor de la misma que. Nix no pudo evitar pensar sobre la mala costumbre que Kendall tenía sobre cambiar las cosas de lugar.
Una rubia seguida por su perro se dirigieron hasta la puerta del garaje, tenía mucha suerte en aquel momento Phoenix, daba las gracias que tenía una puerta dentro de la casa que conectaba directo con el garaje. Nix entro al garaje y busco con la luz de la linterna la caja de fusiles que se suponía que se encontraba colocada en la pared, pero al iluminar la parte donde se suponía que se encontraba encontró que la caja metálica se encontraba vilmente arrancada de la pared y desparramada en el suelo de sementó del garaje lo único que había en la pared eran cables cortados.
-Odell, cuidado.- advirtió Phoenix al ver que el perro se acercaba a oler aquellos metales y los vidrios de los fusiles rotos.
El perro de pelaje marrón gruño en respuesta, pero no a Phoenix sino a los pedazos desparramados por el suelo. Nix sabía que nada bueno ocurría ya que escucho como de pronto se cerro la puerta del garaje y ella recordaba que la había dejado completamente abierta de par en par, Odell no hiso mas que ladrar poniendo mas nerviosa de lo que se encontraba a Phoenix. Ella trato de regularizar su respiración ya que sabía que le podía hacer mal a su bebe y a ella, pero mas al bebe. Nix se dirigió corriendo hasta la puerta del garaje y la pudo abrir con facilidad, Odell se puso delante de ella solo para prevenir.
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Little Baby © (Sin editar)
ChickLitDos enemigos que se odian a muerte desde pequeños. Una fiesta. Mucho alcohol. Y una noche de sexo. Es igual a; b...