Era un Domingo por la tarde, ya habían pasado dos semanas desde que Phoenix había llegado a Seattle y dejado su pequeña vida temporal en Holmes Chapel ella y Kendall se llevaban mejor que nunca hasta se podría decir que eran inseparables, habían paso mucho en las dos ultimas dos semanas primero cuando ella había regresado todo el mundo le dio una regañada de la cual ella nunca se olvidaría y la habían bombardeado con preguntas a montones segundo su hermana menor le había notificado que gustaba de Austin Adams lo cual le pareció hermosamente tierno a ella tercero había visto a Katherine y Ethan como pareja y se podría decir que se habían convertido en una pareja muy cursi y cuarto hoy se estaba mudando con Kendall.
Kendall había insistido demasiado con eso por las ultimas dos semanas ya que la quería cuidar, vigilar y comenzar una vida como una familia junto con ella, Phoenix era la típica chica que se hacía de rogar demasiado pero siempre terminaba aceptando las peticiones de los demás aunque fueran descabelladas. Ahora toda la familia Adams tanto como Morgan estaban bajando cajas del camión de mudanza claro que Phoenix por orden estricta de Kendall y de toda la familia tenía que bajar las cosas menos pesadas por su estada.
-«Ni que estuviera invalida.»- pensó la rubia mientras dejaba una caja que estaba llena de cuadros arriba de la mesa del comedor.
Vio por el ventanal enorme de vidrio que alumbraba con luz natural todo el living que daba directo afuera una gran vista de Jade discutiendo con Austin a los gritos y como también Jade se abalanzaba sobre él. Phoenix salió corriendo y no se dio cuenta que cuando salió corriendo que una fotografía que antes se encontraba encima de la mesa voló por toda la sala de estar para caer debajo del sofá dejándola a la vista de nadie. Phoenix se posiciono frente a Kendall que ayudaba a levantar a Austin que estaba un poco desorientado y Dylan que evitaba que Jade se abalanzara de nuevo sobre el castaño.
-¿¡Qué esta ocurriendo aquí!?- grito Phoenix con voz grave poniendo una mano en su cadera y viendo a los dos adolescentes desaprobatoriamente.-¿Alguien me lo piensa explicar?- interrogo la rubia mientras que los cuatro pares de ojos la miraban sorprendidos.
-Ya te estas practicando tu papel de mamá osa, bien hecho hija.- dijo Allison palmeando el hombro de su hija para luego pasar a su lado en dirección adentro de la casa con una caja de cartón color marrón.
-¿Bien? ¿Nadie me piensa explicar que sucede aquí?- cuestiono por segunda vez Phoenix un poco mas paciente y calmada.
Jade se zafo del agarre de Dylan y miro de una manera hostil a Austin, como si lo tratara de matar con su mirada pero como siempre nadie conseguía matar a alguien con una mirada. La cuarta del clan Morgan grito a los cuatro vientos algo que nadie pensó que gritaría jamas en su larga vida:
-¡Te odio por gustarme! ¿¡Feliz!?- grito la adolescente de ojos azules intensos y sin esperar respuesta se marcho de aquel lugar con la idea que la tierra la tragara pero como sabía que eso no era posible se dirigió corriendo hacía un parque.
Kendall dejo de hacer fuerza contra Austin para que el castaño adolescente saliera corriendo atrás de la adolescente problemática y completamente enamorada de él. Phoenix y Kendall se vieron para luego suspirar cansados del comportamiento de aquellos dos, pero en algo estaban seguros, que los admiraban por confesar sus sentimientos a temprana edad y no evitarlos porque su orgullo era mayor que ellos. Entonces Phoenix recordó que Jade había salido muy escasas veces de la casa sola, ya que sus padres con sus cuatro hijos siempre habían sido muy paranoicos y los dejaban salir muy pocas veces solos y sin un adulto acompañado.
El castaño de ojos verdes azulados pareció leer los pensamientos a la rubia ya que fue por sus abrigos el cual ayudo a Phoenix a poner y agarro las llaves de su auto para buscar a aquellos dos, además que también estaba apunto de desatarse una horrible tormenta sobre la Ciudad de Seattle. Kendall y Phoenix se adentraron al auto colocando los abrigos de los adolescentes, toallas para que se secasen y dos paraguas en los asientos traseros y tomaron rumbo recorriendo todos los al rededores de su casa.
(....)
Había pasado una hora y media desde que Phoenix y Kendall habían salido en busca de los adolescentes, una hora y media hacía que Phoenix y Kendall estaban muertos de los nervios por saber donde estaban sus hermanos menores y como si se tratase de una luz divina un farol del auto de Kendall ilumino a dos adolescentes completamente empapados caminando por la acera abrazados y supieron que eran ellos ya que eran idénticos físicamente.
El primero en bajar fue Kendall que cerro la puerta con mucha fuerza provocando que esta hiciera un horrible sonido al chocar contra el metal del auto e Phoenix imito su acción solo con la diferencia que no cerro la puerta con tanto enojo, ambos adultos agarraron las tuallas y los dos paraguas de los asientos traseros y se dirigieron hasta donde los esperaban ambos adolescentes.
-¿¡Se puede saber que rayos tenían en la cabeza!?- cuestiono enojado el castaño mientras que cubría a su hermano con la toalla blanca y sujetaba sobre su cabeza el paraguas.
-Lo sentimos.- se disculpo Austin por ambos viendo como Phoenix le mandaba miradas asesinas a su hermana Jade.- En serio.- agrego cuando noto que ambos adultos estaban muy tensos.
-Bien, pero no basta con eso.- hablo Phoenix abrazando por los hombros a su hermana que estaba cubierta por la toalla y estaba temblando como un perro vagabundo.- Entremos al auto.- cuando termino de decir eso se pudo escuchar como un rayo resonaba por todo Seattle.
Los cuatro se dirigieron al auto y cuando se adentraron a este Phoenix estaba en el asiento trasero sentada junto con Jade y Austin estaba sentado en el asiento del acompañante y Kendall en el copiloto. Kendall encendió el auto y partieron rumbo hasta la casa de Kendall y ahora también de Phoenix. Ellos ya habían terminado la mudanza solo faltaban algunas cajas las cuales seguramente ya habían acomodado sus padres y futuros abuelos.
Phoenix mientras que se encontraba secando el cabello de Jade con una de las cuatro tuallas que habían traído miro fugazmente el retrovisor del auto para descubrir que Kendall la estaba observando, esta aparto la mirada avergonzada y un intenso color carmín se adueño de sus mejillas y siguió con su misión de dejar al menos un poco seco la cabellera rubia de su hermana. Kendall por otro lado luego de observar a su rubia preferida observo al tercer Adams que miraba deprimido la ventana y ni si quiera le dio importancia a su cabello castaño completamente empapado.
-«Esto solo puede ocurrir en una mudanza al estilo Adams y Morgan.»- pensó el castaño mientras giraba el volante del auto para doblar en una esquina.
------------------
Se que tal vez no es el mejor de mis trabajos, pero no quería dejarlos sin capítulo. Así que lo toman o lo dejan ¡Auxilio mi condición parece empeorar!
ESTÁS LEYENDO
Little Baby © (Sin editar)
Chick-LitDos enemigos que se odian a muerte desde pequeños. Una fiesta. Mucho alcohol. Y una noche de sexo. Es igual a; b...