Cuando ya estaba en camino para la puerta principal, pude ver como el guardia de antes parecía como que si su alma se hubiera perdido y solo quedase su cuerpo ahí parado, sus ojos estaban totalmente abiertos, pero su mirada estaba perdida y sin hacer movimiento alguno, solo estaba ahí parado.
Fue entonces que decidí hacerlo reaccionar, "lamentaría eso por un tiempo".
Decidí tocarle el hombro para ver si podía hacerlo reaccionar, en ese momento giro su cabeza hacia mi muy rápido y sin pensarlo saco su arma y me apunto haciendo una mirada que se podía ver su miedo y su decisión a matarme.
Fue en ese momento que agradecí haber practicado defensa personal, pero esa sería la primera vez que la pondría en práctica, sentía el miedo correr por mis venas, pero después fue como si todo se volviese lento y fue en ese momento que gire todo mi cuerpo y tomando con ambas manos la pistola del guardia pude hacer girar todo su brazo dándome la oportunidad de quitarle el arma con mucha facilidad.
Lo que paso no lo quise ver pero al momento de intentar quitarle la pistola de la mano al guardia esta se disparo y la bala fue a dar directamente al corazón del guardia, pude ver como salia la sangre de su pecho, el guardia cayó de rodillas, y luego se fue de lado hacia el suelo, pero en ese momento el guardia susurro "gracias por hacerlo...."
Entre en locura , ya que el guardia quedo sin respirar y con mucha sangre en su uniforme en el suelo pero este tenia una gran sonrisa, fue ahí cuando entro a mi el ¿Porque haberme agradecido?, tal vez después me daría cuenta.
Tenia una pistola en mi mano, una revolver un poco vieja pero era mejor que nada y una camisa blanca con unas manchas de sangre las cuales eran del guardia que estaba en el suelo.
Me quedé un momento viendo el cuerpo sin vida del guardia, pero no sentía ganas de vomitar ni miedo en lo absoluto, se sentía un silencio muy preocupante....
Fue ahí donde mire hacia el portón y pude ver como todos los militares ya eran de esas cosas, todo sus uniformes desgarrados y llenos de sangre muchos sin brazos, y otros con sus cabezas colgando de cuello empezaron a acercarse al portón y a hacer sonidos que se metían hasta en lo más profundo de mi cuerpo.
Sabia que si llegaban más podrían hacer colapsar el portón, no me quedo de otra que meterme en la universidad pero también metí el cuerpo sin vida del guardia, no quería que ayudara después a querer matarme.
Cuando ya estaba adentro busque algo para tapar la puerta principal ya que esta no tenia ningún seguro para cerrarla, en una de las paredes había una manguera para incendios, quebré la vitrina con la pistola y empecé a desenrollar la manguera, ya cuando tenia baste manguera desenrollada empecé a darle varias vueltas en los tubos cromados que tenia la puerta, hasta que esta no se movía en lo absoluto, pero llegue a la conclusión muy rápido de que un vidrio con algo de grosor no iba a detener a una de esas cosas, pero con que los mantenga afuera por un tiempo me bastaba.
A todo esto nadie de los que estaban en cada aula había salido ni tan siquiera a ver lo que pasaba afuera.
Me quedé mirado el piso de aquella universidad y estaba tan limpio y reluciente que no dude en sentarme un rato, ya que me sentí algo cansado, solo puse mi cuerpo recostado en la pared y un fuerte dolor de cabeza empezó a aparecer, caí totalmente rendido en aquel piso, tanto que quede inconsciente y solo recuerdo que cerré los ojos.....
No se cuanto tiempo paso, pero si hay algo que jamás voy a olvidar y eso es ver las caras de todas esas criaturas tratando de entrar por la puerta.
Todas estaban llenas de sangre o lo que sea que estuvieran botando por sus bocas, sus prendas estaban todas rasgadas y manchadas de sangre, habían varios con uniformes de militares y otros como lo que en un tiempo fueron civiles, recuerdo haber escuchado un leve "crak" fue ahí donde todos mis sentidos se activaron, sentía como todo mi cuerpo me decía ¡vete de ahí! "corre" esos eran todos los impulsos que sentía, o tal ves era el miedo pasando por todo mi cuerpo.
Agarré la pistola del piso, por un momento quise disparar contra todas esas cosas, pero esa idea se esfumo cuando descubrí que la revolver solo tenía tres balas en su interior, y además el vidrio de la puerta se haría pedazos, lo único que quería en ese momento era alejarme todo lo posible de ahí.
Pase por el primer salón y en la puerta de este había un rotulo que decía "No van a ver clases el día de hoy" fue ahí cuando reaccione con una leve sonrisa en mi rostro y en mi interior me dije "Ya veo porque nadie salía" y entro en mi cabeza una idea un poco loca.
Entré al salón y pude ver que este estaba lleno de sillas y mesas, decidí empezar a trasladar todas las mesas hasta la puerta principal, y luego las sillas, claro no quedaron de la mejor forma posicionadas pero logre formar una pequeña barrera con todo aquello.
Estaba un poco exhausto pero eso no me detuvo para salir corriendo a los otros salones, eso fue algo por lo que después me enoje con migo mismo.
Desde que entre al primer salón todos me quedaron mirando un poco asustados ya que entré con un fuerte golpe en la puerta, trate de explicarles lo que pasaba afuera, pero fue algo tan inútil ya que solo se dedicaron a reírse, tratándome como que si estaba quedando loco o algo parecido.
Me di por vencido un momento, con lo de querer salvar a los que estaban ahí, así que decidí ir a la cocina de la universidad pero no por algo de comida, sino por que días atrás había visto que un hombre tenia en sus manos un gran machete el cual sabia que de alguna manera me serviría.
Ya puesto en la cocina no encontré a nadie en ella y la puerta tenia un enorme candado el cual no me dejaría entrar por ningún motivo.
Intenté romperlo con todo lo que encontré a mi paso pero aquel candado parecía nunca romperse y como ultima opción tuve que utilizar la revolver.
Y si que funciono de maravilla, aquel candado se había hecho pedazos y abrí la puerta, quería tener una gran maleta para poder meter toda aquella comida que esta ahí ya que sabía un poco a lo que me iba a enfrentar en el futuro y el hambre era uno de los principales desafíos.
Busque por toda aquella cocina y no encontré el machete, pero encontré algo aún mejor y era un hacha de incendios de esas que usan los bomberos.
La destrabé de la pared y si que se sentía genial, la emoción entro en mi cuerpo porque ya me miraba botándole la cabeza a todas esas cosas...
Saliendo de la cocina estaba cuando escuché como aquellas criaturas empujaban aquellas mesas y sillas, pero por alguna razón me sentía seguro de lo que iba a ser, pero paso algo por mi mente....
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El Empezar Del Fin
Science Fiction¡Cuando todo lo que conocías era parte de tu vida cotidiana, es en ese momento donde ocurre lo inesperado, y te das cuenta que no eres capaz de saber si vivir o morir! Sigue esta historia para saber el final. Historia registrada y protegida con dere...