Capítulo 8 Supermercado

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Ya estaban en el supermercado buscando todo lo que pudieran ocupar como comida, agua y otras cosas.

El presentimiento de que algo malo pasaría dentro de poco no salía de la cabeza de mi padre, ya que no se había aparecido ninguna criatura en todo el lugar.

Llegaron al pasillo de la comida enlatada, Mabel se puso a gritar como loca, ya que todo el pasillo se encontraba lleno de sangre roja ya empezando a secarse, y Muchas extremidades humanas, el perro lo llevaba mi madre y al parecer este estaba muy incomodo con la cola entre las patas y atento a cada sonido que se escuchara.

—¡No quiero pasar por todas esa sangre!— Dijo Mabel mientras retrocedía un poco y con la voz cortante.

En eso se apagaron las luces de todo aquel supermercado, al parecer la luz empezaba a fallar o eso parecía.

Se empezaron a escuchas muchos gritos provenientes de los otros pasillos, el perro empezó a ladrar para todas direcciones, mi padre desenfundó su machete y saco un foco de mano, mi madre ya tenia su arma en las manos y mi padre le entrego un foco y Mabel sacó su arma también y prendió el foco de la misma, cada vez se escuchaban acercarse aquellos gritos de todas direcciones, mi padre muy decidido sostenía aquel machete, mientras que Mabel estaba muerta en miedo.

Unos pasillos mas adelante empezaron a salir unas cuantas criaturas, mi madre empezó a dispararles con gran puntería, sólo se podían ver caer los cuerpos al suelo con un gran agujero en la cabeza.

Se empezaron a escuchar unos truenos en el cielo, se acercaba una gran tormenta y ya empezaba a oscurecerse todo el también, aun más.

—¡Tomen todo y salgamos de este lugar!— Dijo mi padre mientras cargaba una carretilla de comida enlatada.

Aquellos gritos no paraban, pero las únicas criaturas que habían salido eran las que estaban en el suelo ya inertes.

Mabel agarró la cadena del perro mientas este no paraba de ladrar hacia los otros pasillos, mi madre recogía unas cajas de fósforo y la única botella con agua que había.

—Ya salgamos de este lugar, no quiero terminar como esas cosas con un agujero en la cabeza— Dijo mi madre mientras empezaba a caminar hacia la salida.

Tomaron lo que pudieron y empezaron a caminar hacia la salida, o eso creían ellos...

En un abrir y cerrar de ojos todo se torno sangriento, de afuera del supermercado se empezaron a escuchas muchas detonaciones y explosiones por muchas direcciones.

Y gracias a ello, las criaturas que gritaban sin parar empezaron a salir de todas partes en segundo una ola de criaturas se dirigía hacia la salida con mucha velocidad.

Casi por la puerta principal de la salida se encontraba un gran escritorio, el cual mi padre miró como la única manera de ocultarse.

—¡Rápido tenemos que llegar a ese escritorio!— Dijo mi padre mientras tomaba de la mano a mi madre y ella a Mabel.

La única manera era meterse en espacio de abajo de escritorio, na primera fue Mabel, luego mi madre con el perro y mi padre.

Utilizó la carretilla para tapar una parte del espacio descubierto, segundos después se escuchaban como pegaban en el escritorio mientras intentaban salir por la puerta, el perro empezaba a gruñir pero Mabel le tapó el hocico para que no empezara a ladrar, ya que si lo hacia las criaturas se darían cuenta de sus presencias y terminarían como tiras de carne en el suelo, algo que ninguno de los tres quería.

El Empezar Del FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora