Nota 40

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La pequeña por la que lucharé cada día:

Halsey verte en esa camilla es como apuñalarme por la espalda, te ves tan frágil, pálida y sin vida, siento que te estoy perdiendo y esta vez lo estoy haciendo de verdad, me odio, me detesto con cada fibra de mi cuerpo.
Verte en es camilla postrada me hace sentir la persona más miserable de todo el mundo. Soy una persona que no merece tu cariño y lo sé soy consciente de ello.

Resumiendo lo que pasó cuando fui a tu casa fue algo así:

Estaba lleno a tu hogar pensando lo que te diría, pensando cada palabra y casa argumento válido para hacete entender que no fue mi intención besar a Grace, un error del que me arrepiento cada vez que esa imagen viene a mi mente.
Y por eso había discutido con Grace diciéndole que no la queria a ella, si no a ti.

Cuando llegué a la casa de tu abuela, sabía que estabas allí porque después de que te fuiste del baile te había seguido hacia esa dirección y te había encontrado entrando allí. Había golpeado dos veces la puerta pero nadie me atendía es como si en esa casa no habitará nadie. Al parecer estabas sola porque ni tu abuela me había abierto la puerta.
Y sabía que si tu estabas sola algo de lo que tal vez te arrepentirías después ibas a hacer, así que intente forcejear el cerrojo de la puerta pero no tenía éxito alguno.

Estaba trabada pero sabes que no iba a dejar de insistir, recuerdo perfectamente tus palabras:

—Vete de aquí, no te quiero ver! No quiero! Vete! Largate de mi vida como todos lo han hecho, ¿que esperas? Vete maldita sea. Vete por favor.- gritaste con todas tus fuerzas en alguna parte de la casa, no te iba a dejar no lo iba a hacer.

Pateé la puerta logrando abrirla cuando de pronto te vi en una silla intentando movilizarte para seguramente reprocharme de que había tirado la puerta de casa de tu abuela, pero no pudiste de pronto te deshabilitaste y caíste rendida al piso cerrando tus hermosos ojos verdes. Sentí que mundo se venía abajo.

Corrí hacia ti para alzarte y llevarte hasta mi auto para así llevate hasta el hospital no se cuantas pastillas te habías tomado, pero en mi interior estaba deseando que no fueran más de tres.
Nunca había conducido tan rápido en mi vida, ni siquiera en las carreras automovilísticas, pero por ti lo haría por ti daría lo que fuera necesario.

Cuando llegamos al hospital me baje contigo llevandote en mi hombro corriendo hacia adentro gritando y rogándole a los enfermeros que te atendieran lo antes posible, ellos trataban de tranqulizarme pero no obtenían éxito. Estaba encerrado en mi propio mundo y lo único que quería era que te pudieran atender y decirme que estabas bien, sólo quería eso, no me importaba si no me queria ver más, porque te respeto y te daría tu lugar.
Te sacaron de mis hombros llevandote quise ir detrás de ti, pero no me dejaron dos enfermeros me tuvieron que sostener para no salir corriendo hacia ti.

Y eso fue lo que pasó, ya llevas tres días en el hospital, los doctores dijeron que tenías que estar una semana allí, las pastillas habían hecho mucho efecto en ti.
Sólo te tomaste tres, pero igual así pudiste haberte matado ¿Porque Halsey? ¿por que?

He ido a visitarte y te he explicado todo con detalles y no no me perdonaste pero me dijiste que podíamos ser amigos, aunque sabia que no lo quería y yo tampoco era tu decisión y esta bien para mi.
Haré lo posible para re conquistarte, ahora tu eres mi vida lo único que me queda y no te dejare ir. No lo haré eso te lo aseguro.

Atentamente: Aiden. 

Hey, Egoísta. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora