Hey, Egoísta.

Epílogo (+15)

Pov Halsey:

Ya hace casi una semana Aiden había salido del hospital, sólo era cuestión que haga reposó lo cual había costado demasiado porque no quería que las enfermeras o yo lo ayudáramos, pero después de caerse tal vez tres veces aprendió que de verdad necesita ayuda.

Ahora solamente estábamos llendo hacía su casa donde ahora vivíamos juntos lo cual resultó un poco más complicado de lo que yo creí, pero había estado dándole motivos a mi abuela de que ya podría vivir con alguien, además tuve que avisarle a mi madre y a mi hermana recibí demasiadas palabras ofensivas de mi madre pero sinceramente no me importaba lo único que ahora era esencial en mi vida, es y sera Aiden.

Estoy segura que es el chico con el cual quiero vivir y pasar mi tiempo. Y si un día llegamos a separarnos llevare nuestros mejores recuerdos.

—En que tanto piensas princesa?.- me pregunto Aiden con una sonrisa y mirándome, había estado discutiendo una hora para que yo conduciera ya que no me convencía mucho que el lo haga.

—Si te digo te burlaras.

—Para nada, porque lo haría?

—Estaba pensando en ti.- le respondí de repente mordiéndome el labio inferior y él imitó mi acto intentando que no se le escapara una sonrisa.

«Idiota»

—Además no tengo motivos para burlarme, ya que todo el tiempo tu estas en mi cabeza.

Rode los ojos, esto de ser un maldito casanova no se le va pero igual esas palabras habían derretido mi corazón. Por primera vez me sentía amada por alguien.

Cuando llegamos intente ayudar a Aiden bajar tal vez estaba actuando como una melodramática pero no quería que se cayera no otra vez, él solamente me dijo que el estaba bien que podía sólo me reiré cuando se caiga. Pero no fue así pudo caminar tranquilamente hasta la puerta de la casa.

«Es magia negra, yo lo sé»

Fui hasta donde el estaba y abrí la puerta dejando que el pasara primero y fuera hasta el sillón a tirarse allí. Dejé las llaves sobe una meseta y me recoste a su lado, más bien dicho me tiré encima de él.

—Halsey amor no es que yo sea un completo imbécil pero ¿Cuanto comes?.- Me pregunto con una sonrisa, sabía que estaba jugando pero de igual forma le había mirado.

Él sabía que no estaba furiosa para nada pero de igual forma se acercó a mí y empezó a besar mi cuello, sabia que estaba jugando con fuego sabía que mi debilidad era justo donde el estaba mordiendo y dando pequeños besos. Sus labios estaban tan húmedos y calientes lo que hacía que soltara unos pequeños jadeos que sólo el podía escuchar.
Atrape sus labios en un fugas beso, él me alzó levantándonos del sillón sabía lo que iba a suceder y era por eso es que estaba tan nerviosa.

Aiden me cargo hacia la habitación subiendo las escaleras con pasó lento mientras el beso se volvía cada vez más desenfrenado, sentí algo en mi espalda era de madera y grueso, la puerta para ser exactos. Intenté buscar el picaporte sin algún éxito ya que Aiden había abierto la puerta y la cerro detrás de él.

—Halsey espera...- subí mi mirada hacia sus ojos admirando ese profundo color celeste que parecía un mar lleno de emociones.-Se que sabes lo que va a pasar y quiero tener tu afirmación de que de verdad quieres hacerlo

—Si, Aiden estoy segura que eres tú el indicado eres el único que quiero que pueda tocarme y...- No dejo que terminara la oración ya que estaba llevando me hacía la cama besándome con tanta agilidad que hacia que mis labios se tropezarán con los suyos.

Me dejó sobre las sábanas de la cama mordiendo mi cuello y sacando la remera que traía, me sentía expuesta y que el me mirara de esa manera no me ayudaba.

—Eres más hermosa de lo que creí

Sonríe tímidamente tomando mi turno esta vez dando vueltas haciendo que el quedará abajo y yo arriba besándolo y sacando su camiseta. Dios, esos abdominales. De pronto sentí que dábamos vuelta otra vez en la misma posición en la que estábamos antes, sentís sus roces con mis senos sus toques eran tan delicados.
Dejaba besos cortos en mi torso hasta llegar hasta el jean que traía quitándolo viendo mi zona femenina como si fuera una obra de arte era tan molesto que sólo unas pocas prendas nos pudieran separar y estaba segura que Aiden estaba de acuerdo conmigo.

Él se separó de mi sacándose sus pantalones en ese mínimo segundo que separó su cuerpo del mio pensé que ya no querría nada conmigo, ya que mi cuerpo no era de ensueño y no tenía grandes atributos como las modelos. Baje mi vista hacia su parte masculina arrepintiendo me y subiendo la mirada hacia el techo simulando que no había visto nada aunque el ya sabía que lo mire unos cortos segundos soltó una sonrisa haciéndome sonrojar.

Volvió hacia mi esta vez besando tan delicadamente mis labios que ya sentía que estaba en las nubes el aprovechó para poder sacar mi brasier estuvo tanteando en toda mi espalda en busca de poder encontrar el broche del mismo, incline mi espalda dándole acceso a que el pudiera hacerlo sin menor dificultad y cuando escuche un pequeño "click" mis piernas ya estaban temblando y mi labio inferior iba a tener unas cuantas heridas por morderlo tan fuerte.

—Halsey, no tienes que tener miedo yo estoy aquí para protegerte y cuidarte jamás te haria daño eso dalo por hecho princesa, tu solo dime si quieres que pare y así lo haré.

Suspire intentando tranqulizarme y saque mi brasier de un tirón mostrando lo que ocultaba ese indeseable prenda, me miro pidiendo mi acontecimiento y asentí con la cabeza dándole permiso de que el podría hacer lo que quisiera. Así que tomó uno de mis pechos lamiéndolo y mordiendo la punta de este mientras que el otro lo masajeaba con la mano, intentaba que los gemidos no salieran pero me era imposible.

Cuando terminó de con ambos senos bajo hacia mi zona femenina lo cual aumento mis nervios aunque los disimule, confiaba en el y sabía que no sería capaz de hacerme ningún daño, tomó entre sus manos mi tanga de encaje y la bajo tan lentamente que era una tortura cuando por fin termino con el trayecto se relamio los labios mirando mi vagina. Optó por no decir nada porque sabía que de una manera eso aumentaría mis nervios y se lo agradezco internamente.

—Estas lista?.- Me pregunto sintiéndome y acariciando me mis mejillas, cerré los ojos.

—Si.- respondí en un susurro que sólo el podría escuchar y de pronto sentí como se alejaba en ese momento aproveche para soltar todo el aire que estaba conteniendo, escuchaba que se movía de aquí para allá y volvía hacia mi.

—Halsey mirame.- Me ordenó con una voz gruesa e abrí los ojos mirándolo.-Se que sabes que te dolerá y si quieres que sólo para dimelo y lo haré princesa. No haré nada que tu no quieras.

—Confío en ti Aiden

Esas palabras bastaron para sentir su parte masculina introduciéndose en la abertura de mi vagina haciendo que soltara un fuerte gemido por el dolor pero podía soportarlo. Cerre los ojos, intentando que el dolor disminuyera un poco.

—Halsey mirame

Chille cuando fue la primera embestida, todo se volvía borroso y abrí los ojos para ver a un Aiden sudoroso y también soltando unos jadeos y después vinieron la segunda y tercera embestida todo se convertía en placer puro hasta que sentí que algo bajaba de mi, supuse que había llegado al orgasmo pero no era así, había perdido mi virginidad y lo hice con el chico que amo.
El salió de mi interior y sentí que volvía e frío a mi cuerpo no quería que parara pero ambos estábamos demasiados cansados y estaba orgullosa de haber perdido mi virginidad con Aiden.

Él se recostó a mi lado tapando nos con las sábanas y arropandome hacia el sabría que al día siguiente me dolería todo el cuerpo pero no le tomaría importancia, por fin estuvimos juntos después de tanto tiempo entregándonos en cuerpo y alma. Amándonos con cada fibra de nuestro ser.

«Sabíamos que nuestros sueños iban a comenzar desde ahora pero juntos íbamos a construir esos sueños.»