Hey, Egoísta.

•27•

Maratón 3/5

Narra autora:

—¡Schofield!.- Gritó el guardia que estaba encargado de vigilar a los prisioneros, abriendo los barrotes de las celdas y dejando que el antes nombrado salga.

Aiden fue escoltado hasta la salido por el guardia no sin antes de recibir unas palabras de este mismo, a las cuales Aiden no le tomó importancia.
El guardia revoleo los ojos diciendo que iba a volver a su trabajo y dejar de perder tiempo con un niño que seguramente no seguiría el consejo que él le digo.

Aiden miro a todas partes tratando de buscar a su padre para ver si por lo menos una vez se había preocupado por su hijo, pero nadie, nadie estaba esperándolo.
Ya lo suponía sólo que quería tener una ilusión para ver si todavía le quedaban emociones.

Salió de ese horrible lugar y camino sin rumbo durante horas intentando evadir el pensamiento de que debería volver a su casa para por lo menos dar señales de vida.
Así que eligió volver sin dar tantos revuelos, iba a tener que enfrentar a su padre, lo cual no le tomaba mucha importancia ya que tuvo que estar lidiando por cuatro días con esos matones, podía soportar un reto más.

Cuando llego a su casa vio a su padre en el sillón con las manos sobre su cabeza dando indicios de que estaba irritado o le dolía alguna parte del cuerpo.

—Ya estoy aquí.- Aviso Aiden haciendo que su padre levantara la cabeza lentamente.

—Tú.- Susurro el padre con un tono de voz que podía dar miedo a cualquier persona que lo escuchara, excepto a Aiden.

George, el padre de Aiden se levantó rápidamente con un cuchillo en la palma de su mano acercándose a Aiden, el cual lo miro sorprendido y desconcertado.

Él mismo palideció retrocediendo y pidiéndole a su padre que no hiciera nada de lo que pudiera arrepentirse.
George no le tomó la más mínima importancia a sus palabras siguió acercándose diciendo algunas oraciones sin coherencia.

—¡Tu has arruinado esta familia! ¡Tu eres el culpable de que tu madre halla fallecido! Ella falleció porque tu la desconcentraste cuando ella estaba conduciendo! Tu no mereces estar aquí ella si tu no!

—Crees que si pudiera elegir entre ella y yo, me elegiría a mi para vivir? Para nada, prefiero estar muerto antes de seguir lidiando con alguien tan hijo de puta como tú!

—Entonces prefieres estar muerto? Te concederé ese deseó.- Murmuró George con un toque de voz de psicópata.

Acercó el cuchillo al cuello de Aiden y por instinto este mismo gritó haciendo que los vecinos escucharan sus gritó y fueran rápido al teléfono para llamar al 911, ellos no iban a interferir pero la ley si.

George hizo una pequeña abertura en el cuello de Aiden sin siquiera llegar a ninguna artería haciendo que Aiden soltara un gruñido.
Aiden levantó el puño y lo planto en el rostro de su padre haciendo que el mismo se fuera para atrás pero a los pocos segundos se reincorporara y le diera una patada en el estómago a Aiden, iniciando una pelea violenta entre padre e hijo.

Mientras los policías hacían lo que podía para llegar los más rápido que podían, Aiden ya estaba en el suelo tirado haciendo un esfuerzo para cobrar fuerzas y dar un último golpe pero fue demasiado tarde, George había golpeado una de sus costillas con su pie haciendo que Aiden gritara más fuerte del dolor que sentía, en ese momento queria a Halsey para que lo sacara de ese momento y le dijera que todo estará bien y le diera uno de esos besos que sólo ella podia darle.

Cuando el padre iba a tomar el cuchillo interfirió la policía derrumbando la puerta apuntando al padre y haciendo que el mismo suelte el objetivo de metal y levanté los brazos.

—¡No se mueva! ¡Al suelo! ¡Al suelo he dicho!.- Gritó uno de los tantos policías que estaban ahí haciendo que George caiga de rodillas al piso.

Mientras tanto vinieron en camino una ambulancia para llevar a Aiden al hospital, cuando está llegó bajaron una camilla posicionando a Aiden en ésta.
Y escoltaban al padre a la comisaría donde pasarías muchos años encerrado por intentó de asesinato.

Los enfermeros que llevaban a Aiden en la camilla corrían lo mas que podían, estaba expulsando mucha sangre lo cual era un caso grabe.

<<Tranquilo estarás bien, vas a estar bien>>

Le susurró una enfermera al oído antes de que Aiden cerrará los ojos intentando recobrar un poco sus energías.