... Dios era él de verdad era él, jamás pensé que en el primer día vendría a mi salón.
-¿Cómo se llamará? -pensé sonrojandome otra vez, a la vez que tragaba saliva.
Pude ver que él le decía algo a su amigo, aunque no pude escuchar ya que fue un susurro.
Pude ver que él me miraba con una sonrisa traviesa y coqueta como si ya supiese que el tan solo verle me ponía nerviosa y me sonrojaba.
Su amigo y él pasaron y le comentaron algo a la miss. Después de eso ellos se salieron no sin antes ver si le estaba mirando, y si le estaba mirando, ¡mierda!, no podía evitarlo, es que simplemente no podía era...
-Megan.
-¿Ah?, mandé miss -dije al escuchar mi nombre.
-Po... ¿Te sientes mal?, ¿Estás enferma?, ¿Tienes fiebre?. -me pregunto al ver mis mejillas rojitas.
-No. -¡Mierda, Mierda! pensé al escuchar sus preguntas.
-Bueno, ¿Podrías salir un momento con tus compañeros?, quieren hablar contigo, por favor -me dijo con una enorme sonrisa es su rostro.
¡Vale verga la vida! pensé poniéndome más roja de lo que ya estaba.
-S-si miss -dije al cabo de unos segundos después de su pregunta.
Oscar me miró y pudo verme rojita y nerviosa, le mire y le di una sonrisa tonta, él me la devolvió..., claro no fue tonta.
Salí del salón pero no había nadie.
-¿Hola? -dije tartamudeando.
Me abrace a mi misma ya que sentía escalofríos. Apreté los labios al ver que seguía sin haber alguien.
Después de unos segundos me di la vuelta destinada a entrar a mi aula hasta que sentí alguien tomar mi mano con fuerza.
-¿En serio te vas a ir y dejarme plantado? - me preguntó alguien con una voz traviesa y coqueta.
-¿Q-qué?, ¿Por qué te deja... -dije mientras quitaba mi mano de la esa persona y me daba la vuelta.
¡Puta vida!, era él, ¿¡Por qué tenía que ser él!? no cabe duda que la vida me odia.
-¿Por qué te quedas callada?, ¿Te mordiste la lengua? - me dijo burlándose de mi.
-¿Por qué te daría explicaciones? trate de defenderme.
-¿No lo se? tú dime
-No te daría explicaciones nunca, además ni siquiera te conozco... -le dije algo nerviosa sin verle a la cara.
-Pero bien que te gusto, además, ¿Por qué no me miras a la cara y me lo dices? - lo dijo muy seguro.
¿¡Cómo diablos sabía que me gustaba a caso había sido tan obvia!?-¿Qué te hace pensar que me gustas? -dije dudosa.
-Además si te miro a los ojos o no, ¡Ese no es tú problema! -le dije tratando de que me dejase en paz.
Él agarró mi cara haciendole mirarle a los ojos, mientras que su otra mano agarraba mi cintura acorralándome en un poste que se encontraba en el pasillo.
-¿Q-Qué estas haciendo? dije asustada mientras apretaba los labios.
-¿Por qué?, ¿Acaso te pongo nerviosa? -me preguntó tratando de ponerme más nerviosa.
-No te asustes sólo quiero decirte mi nombre ya que no puedes evitar que te interesa saberlo -me dijo mientras acariciaba mi mejilla.
-¿¡Q-Q-Qué? dije mientras mientras ponía mi mano en su pecho para poder alejarle.
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Una Marca Personal
Random"Mi pregunta, ¿Por qué seré un estorbo para ti?, y ¿Por qué eres mi todo?". (ESTAS FUERON LAS PALABRAS DE...) Historia tratada del amor de dos jóvenes que tienen amores por distintas personas, por las cuales pasan por muchos obstáculos. Megan, una c...