- ¿Te apetece un café, Vince?
- Sí, porqué no. ¿Tienes un cigarrillo?
- No... Mi madre tiene en su bolso unos pocos.
- De acuerdo, ahora vuelvo.
- Rápido. Se enfría.
La semana había pasado rápido. Tanto que nos habíamos colocado a domingo en un abrir y cerrar de ojos. Mi madre trabajaba y mi hermano no volvía hasta que ésta lo hiciese, por lo que tenía la casa a mi disposición casi el día entero.
- ¡Los encontré!- exclamó con un tono risueño al final del pasillo.
- Coge uno y déjalos en su lugar. Que mi madre encuentre sus cigarrillos en otro sitio me dejaría en evidencia... Pásame uno antes de guardarlos, ¿quieres?- le miré de reojo con una sonrisa.
- Tranquila, no te delataré.- sonrió y depositó el cigarrillo entre mis dedos con máxima delicadeza.- ¿Qué tienes pensado hacer hoy?
- Pues pensaba quedarme en casa, no suelo salir los domingos.- le acerqué su taza delicadamente.
- Me parece bien. Me da pereza salir hoy, y más después de un buen café.- cogió su taza y le dió un sorbo con una leve expresión de placer.- Gracias, cielo.
- Creía que era "angelito". - esbozé una media sonrisa mientras prendía el mechero.
- ¿No se supone que vivís en el cielo? Has subido de nivel.- me acarició suavemente la melena.
- ¡Así me gusta!- le di un leve toque en la nariz y soltó una pequeña carcajada. De repente, a Vincent se le iluminó el rostro a causa de una brillante idea que rondó por su cabeza en aquel momento.
- ¡Tengo una idea! Si vamos a estar solos sin hacer nada... ¿Por qué no me cuentas tus anécdotas? Ya sabes... La parte de tu vida personal que no te importe contar.
- ¡Me encantaría! ¡Pongámonos más cómodos!, pero acabemos este momento antes de pasar a otro.- dije señalando el cigarrillo que sostenían sus labios. Asintió con una leve sonrisa. Minutos después, me dirigí a mi habitación para preparar un poco el lugar de reunión: acomodé algunos cojines a ambos lados de la cama, uno enfrente del otro, para mantener un poco de espacio.
- ¡Ya estoy aquí!- dijo alegremente apoyándose en el quicio de la puerta por un instante antes de entrar.
- Toma asiento.- le señalé su asiento con una sonrisa de oreja a oreja. Él sin embargo se sentó de un salto en medio de ambos ; después dio dos golpecitos sobre sus rodillas, indicándome un hueco entre sus piernas. Yo accedí con un tono irónicamente desalentador.
- Muchos recuerdos siguen en mi mente desde hace años... Buenos, malos, melancólicos, irrepetibles... ¡Pero qué carajo..! ¡Hoy te contaré las anécdotas más graciosas que forman mi recuerdo! Al menos, el poco que me queda después de lo que me ocurrió...
- ¡Esto pinta bien!- dijo frotándose las manos con una sonrisa pícara.
Me levanté de mi sitio y me coloqué frente a él.
- Debes elegir, el que más te guste: "El primer insulto", "Juansa conmigo" y "Tres cubatas y un destino".
- El primero será...- se quedó pensativo por un momento.- "Juansa conmigo".
- 'Cuando llega la primavera dicen que la sangre se altera, lo que podrías tomar como explicación ante esta anécdota. Juan Antonio es un amigo que tiene un humor muy, muy negro. Colabora en toda clase de catástrofes que organizan sus amigos o él mismo pero, no se lleva tan bien con desconocidos. Debido a esto, cuando conocimos a los amigos de una amiga, los intentaba joder sin descanso, cogiendo una mala fama entre ellos enorme. Queriendo o sin querer, le pusieron el mote de "Juansa". Le sigue molestando a día de hoy, porque se ha convertido en el meme más fuerte de mi curso. "Juansa conmigo" es una canción con un ritmo bastante pegadizo que nos inventamos hace tiempo'.- no puede evitar reir al recordarlo.
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Vincent and I (LIBRO I)
Fiksi Penggemar¿Qué pasaría si todo lo que no existe, existiera? ¿Y si es tan solo que no lo vemos? El mundo real e irreal son la balanza del mundo que conocemos, controlados por... ¿¡Una humana!? Acompaña a la protagonista de esta historia junto al demonio Vincen...