1 de mayo. Un día normal para todos, excepto para Yuuchiro Hyakuya. Era el cumpleaños de Mika. Su hermano, su confidente... Su amor secreto... El oji-verde soltó un suspiro, seguido de una lágrima que resbaló por su mejilla, aunque el la limpió rápidamente. —¿Yuu-san?—la voz de Shinoa lo hizo sobresaltarse y recordar que se encontraba con el resto del escuadrón regresando de una misión a la que Guren los envió.—¿Sucede algo? —Ah... Shinoa... —¿Yuu-Kun? ¿Qué sucede?—habló ahora Yoichi. —Anímate, luces como si algo le hubiese sucedido al amor de tu vida—bromeó Kimizuki, creyendo que tal vez podría provocar alguna de sus típicas peleas con Yuu. Aunque el antes mencionado sólo bajó la cabeza con aire triste y no contestó. Logrando así que los otros tres miembros del escuadrón lo miraran fulminantes. —Eso fue descortés Kimizuki-Kun, hiciste a Yuu-Kun sentirse mal. Yuu no dijo nada y siguió caminando, optando el resto del escuadrón por seguirlo. —Yuu-chan...—el nombrado se detuvo, mirando a todos lados desconcertado. —No puede ser...—murmuró. —Yuu-chan—Esta ves lo escuchó más claramente, proveniente de unos edificios a su derecha. Sin más, Yuuichiro comenzó a correr. —¡Yuu-san, espera!—para cuando escuchó el llamado de Shinoa ya estaba demasiado lejos. —Imposible...—murmuró el oji-verde, mirando a todos lados expectante.—. Que tonto... Obviamente el no está aquí—suspiró y se dio la vuelta dispuesto a irse. —Yuu-chan—Yuu se volteó rápidamente. Su mirada se cruzó con una azulada que hacía 4 años no veía. —Mika... ¿Cómo es que...?—Yuu interrumpió su pregunta al ver el uniforme blanco y los iris gatunos, claras señales de un vampiro.—. Mika... ¿Ahora eres...?—El rostro del rubio se ensombreció y asintió lentamente. —Soy un monstruo, Yuu-chan. —No lo eres...—Yuu dio un paso al frente—. Por supuesto que no—Yuu sonrió y avanzó hasta estar frente a Mika—. Tu eres Mika, la persona más amable, servicial y dulce que haya conocido en mi vida. —Yo... Cambié Yuu-chan... ~~~~ Mientras, el resto del escuadrón Shinoa llegaba al lugar. —¿¡Un vampiro!?—Se alarmó Yoichi —Esperen...—Shinoa se detuvo—. No parece tener intenciones de herir a Yuu-san... —Pues no esperemos que las tenga—gruñó Mitsuba, pero igualmente todos se quedaron observando y alerta desde una distancia prudente. ~~~~ —Si, creo que lo noté. Normalmente hubieses sonreído y te hubieses tirado encima de mi en cuanto me hubieses visto.—ambos sonrieron levemente.—. Oh, casi lo olvido...—El oji-verde se acercó a centímetros del rostro del contrario hasta que sus labios se rozaron y sus alientos chocaban entre si—Feliz cumpleaños Mika...—Y ambos se besaron. Con cariño, demostrando así cuando se querían y a la vez cuando se extrañaban. Y todo lo demás desapareció para ellos, sólo estaba el otro en ese momento. Luego de separarse el rubio sonrió. —El mejor cumpleaños de mi vida—y se abrazaron, sellando con esa silenciosa promesa que nunca se volverían a separar. -EXTRA- —... No sabía que Yuu-san fuese de esas preferencias—Shinoa fue la primera en hablar, sacando de su pequeño shock al resto del equipo. —¿¡Chicos!?—Yuu se separó rápidamente del rubio en cuanto vio a los demás del escuadrón.—. Eh... Yo...—las mejillas del antes nombrado se sonrojaron violentamente, provocando que el rubio soltase una risita.—¡Mika, no te rías! —Lo siento Yuu-chan... Pero no puedo evitarlo, tu sonrisa es muy graciosa—Mika río y Yuu lo miró mal, pese a que en el fondo se alegraba de haberse reencontrado con su familia y que todo comenzase a ir como era antes. —¿Y bien, Baka Yuu? ¿Vas a explicar esto o no?—Habló por primera vez Kimizuki. —Esto... No te importa, estúpido poste de luz—bufó Yuu, aún con las mejillas rojas. —Deja de llamarme así, idiota —Tú deja de llamarme así—ambos se miraron frunciendo el ceño y dispuestos a iniciar otra pelea. —Yuu-chan—el azabache se giró, borrando su expresión enojada y centrando su atención en Mika.—No pelees. —¡Pero Mika!—el oji-verde infló las mejillas—¡El empezó!—el resto del escuadrón junto al rubio rieron, divertidos por la infantil actitud de su compañero.
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