Sophia
El fin de semana llegó, en la casa de Alli no cabía ni un alfiler de todas las personas que arreglaban el salón para los invitados de más tarde, yo había llegado muy temprano a despertar a mi amiga, que era un verdadero oso embutido en su cama.
Debemos ayudar lo que más podamos, así luego habría tiempo para las otras cosas que dejábamos en segundo lugar. Hoy todo debía salir bien.
Me encontraba en la cocina limpiando todo lo que se ocuparía en la cena, vestía un buzo para estar cómoda, luego me cambiaría.
Mientras dejaba todos los platos limpios en un lugar para seguir con los cubiertos, pensé en Arthur. La verdad es que toda la semana no había dejado de pensar en él, pero me prometí estar al 100% con los preparativos y me centraría sólo en eso alejando todo lo demás incluyendo a Arthur, cosa que no resultó. Lo que me sorprendió es que él tampoco se ha acercado a mi en todas estas semanas, según lo que me comentó Allison parecía muy irritado. Pero ya sabía que hacer, si todo saldría como debía esta noche, hablaría con él.
Cuando Alli bajó vestía un buzo negro que le había regalado no hace mucho. Mientras que yo llevaba más de la mitad del trabajo. Trabajo que debíamos hacer entre las dos, pero por culpa del ancestral parentesco con un perezoso ella hacía todo en cámara lenta, incluso vestirse.
-Esto es una mierda- dijo al entrar a la cocina y sentarse frente a mi- Tengo sueño
-¿A qué hora te acostaste ayer?
-Temprano
-¿Y a qué hora te dormiste?
-También temprano- posó su cabeza en la mesa
-¿A las dos de la mañana?
-Sigue siendo tempano, So. ¿Cómo sabes que me dormí a esa hora?
-Lo supuse, Melanie me llamó hoy para avisar que llegaría atrasada. Y como bien sabes, no escatima en detalles. Y me comentó que Benjamín estuvo hasta tarde hablando contigo
Bufó
-Que pedazo de prima tengo
Reí, a Melanie no se le podía comentar nada, siempre contándoselo a todo el mundo, pero a pesar de eso ella y su hermano, Benjamín, eran muy queridos dentro de la familia. Después de todo uno no los escoge .
Alli
La razón por la que estuve hasta tan tarde despierta era precisamente porque Max estaba en línea y ni una puta palabrita hacia mi. Y yo de estúpida que era esperaba que se dignara a hablarme y para no quedarme dormida comencé la conversación con mi primo, y se me pasó el tiempo. Lo extrañaba mucha, ya que, solía verlo en festividades que eran fechas exactas como ésta. Luego de eso, sólo teníamos conversaciones a distancia.
Y volviendo a lo de Max, no hay nada que me deje más intranquila que esta situación, no me hablaba, no me miraba, no me sonreía y ya estaba cansada de eso. No quería llegar al punto en que todo se me fuera de las manos y yo quedara totalmente destruida.
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Es solo un amigo... creo
Novela JuvenilSophia Milani hija de dos grandes abogados italianos posee la vida que toda adolescente de dieciséis años quisiera; pelo largo castaño, ojos verdes y de estatura promedio que deja a más de uno con la boca abierta. Ella junto a su mejor amiga Allison...