Sucrette logró ver como aquel chico de la mañana, aquel que había faltado las cuatro primeras horas de clase del año, entraba al instituto, por alguna extraña razón aquel chico le inspiraba curiosidad.
.
Rosalya de inmediato notó la curiosidad de su nueva amiga---Él es Castiel, él y Nathaniel no se llevan para nada.---Sucrette le iba a preguntar el por qué de aquello, pero Rosalya se puso de pie.---Ven y presentaré a un amigo.---La castaña asintió, se puso de pie y siguió a la peliblanca hasta donde se encontraba un muchacho peliblanco.
---Hola Lysandro.---
---Hola Rosa.--
---Lysandro. Te presentó a una amiga.--
---Hola. Soy Sucrette mucho gusto.---El peliblanco le tomó la mano.---El gusto es todo mío bella dama.---Le beso el dorso de la mano, causando que un leve sonrojo surcara las mejillas de Sucrette, el peliblanco le sonrió amablemente y le soltó la mano sin prisa alguna, justo en ese momento tocó el timbre de ingreso, los tres se dirigieron al aula a continuar con sus clases del día.
.
.
Sucrette casi automáticamente cuando entró al aula logró ver aquel chico pelirrojo que nuevamente la miraba con intensidad.
---Más te vale que no te acerques a él.---Le susurró Ámber deteniendose a su lado.
---Tu no me mandas cu~ña~da.---Musito antes de seguir su camino y sentarse junto a Rosalya justo frente a Castiel. Ámber la maldijo por lo bajo y se fue a sentar al fondo del aula, la puerta se abrió y entró Nathaniel, Sucrette le sonrió, él le devolvió la sonrisa, se acercó a ella, se inclinó y le dio un breve beso en los labios, las mejillas de Sucrette se tornaron rojizas cuando se oyó el típico barullo.. Aquel incesante coro que les brindan a las parejas. Nathaniel le acarició la barbilla con dos de sus dedos.
.
Sucrette no entendía por qué Nathaniel estaba tan cariñoso en público, aunque no podía negar que le gustaba.
.
Sólo Nathaniel sabía el por qué. Y aquello era porque estaba demostrandole a Castiel lo sólido del amor de Sucrette por él.
.
Castiel se limitaba a sonreír socarrón, porque estaba completamente seguro de que rompería esa felicidad, pero sobre todo ese amor.
---Nos vemos a la salida---Le dijo Nathaniel a la castaña, Sucrette asintió y él se fue a sentar sin borrar la sonrisa de sus labios.
---(No le durará mucho esa estúpida sonrisa)---Pensó el pelirrojo mientras su mirada estaba fija en Sucrette.
.
.
.
Varias horas después.
Sucrette se encontraba parada en la entrada del Instituto esperado a Nathaniel, ya que el rubio había ido a recoger algunos papeles a la sala de delegados.
.
Sucrette miraba distraidamente el patio, de pronto su mirada a cruzo con la del pelirrojo, el cual de acercaba a ella con pasos lentos y pausados.
☆☆☆☆Continuará☆☆☆☆
Perdón porque está corto, pero no tengo mucho tiempo.
Nos leemos Chau. :D
