Al día siguiente.
Sucrette iba al intituto pálida y con expresión de cansancio, la noche anterior, por su experiencia en el día, la había pasado mal, casi sin dormir y con lágrimas incontrolables, llegó y aunque llegaba tarde no se digno a caminar más rápido, por el contrario fue más lento, llegó al aula y toco la puerta, por suerte el profesor la dejó pasar sin inconveniente alguno, se sentó junto a Rosalya la cual le paso su mochila y le dijo que debían hablar seriamente sobre lo sucedido.
---Señorita Sucrette por llegar tarde no tiene permitido escoger su compañero para el paseo, así que ira con el señor Castiel.---Sucrette casi pega un grito por tan mala suerte, después de todo al pelirrojo era al último chico sobre la tierra que deseaba ver.
---¿Por qué con él?---Fue lo único que atinó a preguntar.
---No ha llegado aún.---Respondió, y justo en ese momento la puerta se abrió, y entró Castiel con cara de enojo, Farres ya estaba acostumbrado a esa actitud del pelirrojo así que no dijo nada o bueno no hasta que el pelirrojo se sentó.---Señor Castiel, usted será compañero de la señorita Sucrette.---
El pelirrojo no expreso gusto ni disgusto, es decir no expresó nada por su compañera. ¿Coincidencia o destino?, sea lo que sea, en ese momento ambos maldecian internamente lo que les tocaría enfrentar juntos ese fin de semana.
---(Quizás pueda arreglar la cosas)---Pensó el pelirrojo luego de un momento de estar maldiciendo al señor Farres y su suerte.
Sucrette por su lado tenía una cara de funeral épica que no pasaba desparecida por su amiga la cual estaba más y más preocupada por su amiga la cual se veía como si fuera a su sentencia de muerte ya declarada.
---¿Qué pasó entre ustedes?---Le preguntó en un susurró.
---Demasiadas cosas para decírtelo en esté momento...---Respondió y dejó escapar un suspiro.
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En el receso Sucrette le contó lo sucedido a Rosalya, la peli~blanca quedó totalmente sorprendida por lo ocurrido el día anterior.
---Castiel es un idiota....---Murmuró.---Pero un idiota enamorado que no ha dejado de verte desde que salimos a receso...---
---El no me ama, ni siquiera le gusto, sólo jugó conmigo...---
---La verdad yo creó que se enamoró de ti sin esperarlo..---Sonrió levemente.---Quizás por coincidencia o quizás destino, pero estoy segura de que ustedes debían conocerse y tener algo, Castiel actúo impulsivamente al principio, pero me dijiste que él te abrazo cuando estabas llorado por haber terminado con Nathaniel, y eso es algo que no hubiera hecho si no le importaras, estoy segura de que él siente algo por ti, y quizas en el paseo intente algo..---
Sucrette agachó su cabeza.---No lo creó...---Murmuró.
---Escucha, en esté momento tú estas dolida y sólo piensas en las cosas que te dijo, pero yo puedo ver las cosas desde otro punto.---Sonrió.---Y puedo notar que él está arrepentido por lo que te dijo, pero sobre todo por dejarte en medio de su venganza..---
---Tal vez tengas razón...---Sonrió de una forma falsa.---Pero nunca le daré una oportunidad..---
--Nunca digas nunca, puedo notar tú sonrisa falsa y cómo tú sonrisa son tus palabras, palabras sin emociones verdaderas, tú misma me dijiste que estas enamorada de él..---
---Lo estoy, pero lo olvidaré...---
---Es muy difícil olvidar lo que sientes por alguien que amas..---
---Lo sé, pero...es lo mejor...---Dijo afligida.
---Si es lo mejor, no pongas esa cara de funeral..---
---¡Rosa! ¿Estas conmigo o en mi contra?---Dijo con una sonrisa burlona dibujada en sus labios.
---Contigo, pero es mejor no endulzar las cosas, ya que al momento que te das cuenta de la verdad duele más, además de que te estoy ayudando a qué te des cuenta de que Castiel siente algo por ti y que no ha estado jugando contigo..---
---Pero su objetivo era alejarme de Nathaniel, era obvio que debía enamorarme...---Dijo dolida.
---Pero no era su objetivo salir enamorado...---
---Tan enamorado que se besó con Debrah ayer.---
---Su, estás celosa..---Dijo y le picó la mejilla derecha con uno de sus delgados dedos.
---No lo estoy..---Murmuró mirando a otro lado, casualmente sus ojos se cruzaron con los de Castiel, el cual la miró sin ninguna clase de expresión y se fue.
---Ajá y yo soy rubia..---
---Rosa..---De pronto Sucrette sintió como una mano cubría sus ojos.
☆☆☆☆Continuará.☆☆☆☆
