23.-Última semana.

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---Y debo ir con ellos..---Murmuré sabiendo que debía regresar a mi ciudad natal.

---Si..--Dijo en un leve susurró que apenas oí.--No han tenido tiempo o mejor dicho no han podido decírtelo, porque no has hablado con ellos..---Eso era verdad, desde que regresé del paseo, he hablado lo necesario con ellos, simplemente no he querido que sepan de todo lo ocurrido. Ya que tal como hizo Rosalya, ellos podían haber descubierto lo que paso entré Castiel y yo.

No quiero irme, aún tengo la esperanza de que me recuerde y podramos volver a tener lo de antes.

---¿Cuándo?---Pregunté un poco impaciente.

---Esté viernes...---Dijo serio. Me aleje de él y lo miré incrédula.

---¿Hablas enserio?---

---Si...---Dijo y supe que está sería mi última semana aquí, intentaré que Castiel me recuerde, si lo hace, me quedaré a su lado. Sin importar lo que digan mis padres.

---Ahí viene tú novio...---Dijo Vicktor y retrocedió un par de pasos, incapaz de moverme me quedé ahí delante de él, y Castiel paso por nuestro lado sin decir ni una sola palabra o dirigirnos una mirada. Nada...¿Realmente olvidó todo lo que sentía por mi? Un suspiro escapó de mis labios, al notar la mirada interrogativa de Vicktor sobre mi.

---No me recuerda..---Dije tratando de sonar fuerte, cosa que no funciono, ya que sentí como si mi garganta se hubiera anudado.

Vicktor fruncio el ceño en sinónimo confusión, llevó sus manos a mis mejillas y seco las lágrimas que se habían deslizado por ellas, luego de que pronuncie esa tres palabras que resumian lo sucedido, pero no todo lo que sentía, la maldita sensación angustiante y la tristeza de no tenerlo cerca, de sus labios sobre los míos compartiendo un cálido beso o por lo menos una caricia leve.

.

Sin darme cuenta ya caminaba tras Vicktor, el cual marcaba mi ruta con sus pasos firmes y masculinos, sentía la tensión de su cuerpo por medio de su mano. Llegamos a la cafetería que quedaba entré el instituto y el parque.

---Tomemos algo..---Dijo Vicktor serio, no me negué ya que sabía de su preocupación por mi, desde que terminamos hemos sido como hermanos, claro omitiendo el hecho de que me besó. Un besó que desencadenó varios sucesos que terminaron uniéndonos a Castiel a mi.

Una leve sonrisa se dibujo en mis labios y le agradecí, al ver como Vicktor me entragaba mi batido favorito, y creer que cuando Castiel andaba "conquistandome" o mejor dicho vengandose de Nathaniel, prácticamente me arrastro hasta aquí, el tomó una coca-cola y a mi me invito un mísero vaso de agua.

Aún recuerdo su sonrisa burlona y sus bromas. Todo me recuerda a él...

Vicktor interrumpe mi caída a mi abismo de dolor, colocando su gran mano sobre la mía.---¿Qué sucedió?---Pregunta Vicktor con su preocupación a flor de piel, lo podía ver en sus ojos, su ceño y su mandíbula tensa, es decir en cada mínimo tramo de su expresión.

Con voz queda y dolor latente le ralate como Castiel me olvidó y como se ha comportado desde que se olvido de mi. Vicktor no dejo de acariciar mi mano ni un sólo segundo desde que comencé a contarle lo que había sucedido.

---De seguro alguien tuvo que ver, es imposible que un jarrón le haya caído de la nada, y más si tú dices que los jarrones grandes estaban en el primer piso y no en el segundo..---

Asenti y los rosotros pálidos y asustados de Debrah y Ámber vinieron a mi memoria como breves flashes.

---¿Sospechas de alguien?---Preguntó luego de un momento.

---Un par de chicas que están locas por él..---Dije con cierto tono de molestia.

---Seguramente buscaban hacerte daño a tí...---Dijo serio y cerró su mano alrededor de mi mano.

Asenti, ya que yo también había pensando eso.---Aún así no sirve de nada saber quienes y porqué lo han hecho, aunque se lo diga a Castiel, él no me recordará o me creerá..---

Vicktor apretó ligemente mi mano.---No te rindas, está es tú última semana aquí, debes hacer que te recuerde, ya que seguramente no lo veras por un largo tiempo...---

---Si..---Dije y tomé un generoso bocado de mi jugo.---Gracias por todo...---

[..]

Vicktor.

Aún siento algo por ella, no puedo negarlo, por eso la ayudó, aún así no deja de ser doloroso.. Tome su mano izquierda y la guíe a mis labios, besé sus nudillos y un leve sonrojo surco sus mejillas.---No te rindas, podrás hacerlo..---La animé. Aunque si no lo consigue podremos volver a tener algo, después de todo. La otra vez me correspondió al beso y no me alejó, Además de que si se muda estaremos cerca.

---Debo irme..---Dije, y aunque era verdad, también era mi escape de esos pensamientos.

---Esta bien..---Dijo con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios.

Nos pusimos de pie, besé su frente.---Suerte...---Dije lo más sincero posible, ya que seguía pensando en lo bueno que resultaría para mi que ella falle en su propósito.

---Gracias...---Dijo y aunque fue sincera yo sentí como una puñalada, me aparte y me despedí de ella rápidamente.

{...}

La castaña miró como el pelinegro se alejaba en la distancia. Tomó su mochila, la cual había dejado en el piso, y se encaminó a su casa con los últimos rayos del sol acompañando sus pasos. Decidió cruzar por el parque. Así que entró, y de pronto vio al dueño de sus pensamientos y de su tristeza actual, iba con Demonio, el Bauceron corrió hacía ella y la boto al piso.

☆☆☆☆Continuará.☆☆☆☆

CastielxSucrette-Dulce Venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora