18.-¿Amor o capricho?

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Varios minutos antes.
Castiel.

Luego de que ella salió me quedé en esa aula, debía ir a clases, pero decidí que no lo haría, salí del aula y me encontré con Sucrette en brazos del rubito ese, y eso no era lo peor, lo peor era que él la besó, pero al ver como ella se apartaba de él, en claro signo de rechazo, me sentí mejor, y el enojo que había comenzado a sentir desapareció...No estoy seguro de lo que siento por ella, no sé si es gusto o sólo un capricho, pero quiero tenerla sólo para mi.

Vi como luego de que ella lo rechazara él le dijo algo y se fue, justo en ese momento Sucrette me vio, le mostré fríaldad e indiferencia con mi mirada, para que no sospeche de los celos que siento, deseo besarla hasta borrar hasta el más mínimo rastro de los labios de ése idiota de los de ella, Y aunque le demostre la mirada más fría y desinteresada posible Sucrette dudosa comenzó a acercarse a mi. ¿Es masoquista o qué? Le hago daño...la hago llorar y regresa a mis brazos como si nada...¿Acaso de verdad está enamorada de mi?

---Castiel...---Me nombra en un tono bajo, casi un susurro mientras se posa ante mi, debo admitir que el cabello corto le sienta bien.

---¿Qué quieres tabla?---Pregunté lo más desinteresado posible, aunque seguía deseando probar sus labios. Ella frunció el ceño por unos breves minutos, pero finalmente me colocó las manos en el pecho. La calidez de sus manos hicieron que el latido de mi corazón incremente, cosa que seguramente ella notó ya que sus mejillas adquirieron color y una leve sonrisa se dibujó en sus labios.
.

Sucrette.

Nos vio, mordí mi labio inferior al ver que se veía molesto, y dude por completo lo que iba a hacer.

---Va..vamos a clases..---Dije nerviosa, quite mis manos de su pecho y antes de que haga algo comencé a caminar hacía el final del pasillo con él siguiéndome, justo cuando iba a comenzar a subir las escaleras para ir al laboratorio él me tomó de la muñeca y me jaló hacía él.

---No te escaparas tan fácil de mi..---Dijo y antes de que pueda preguntar a que se refería me cargo entre sus brazos y me llevó al sótano, al terminar de bajar las escaleras me bajó de sus brazos y antes de que tenga tiempo de reaccionar llevó la palma de su mano derecha a mi cuello, me atrajo hacía sus labios y me besó, como si su vida dependiera de ello, con pasión desbordante y con una desesperación casi brutal, me dejé llevar por mis impulsos y le devolví el beso con todo los sentimientos que por su culpa he comenzado a sentir, estoy enamorada de él...y lo admito, ya no puedo estar lejos de él, lo necesito a mi lado, como si fuera el aire que respiró. ¿Cuándo me enamoré de él? No lo sé y no me importa, lo único que me importa es que no puedo estar sin él, de pronto sentí como mi cuerpo impacto contra la pared, aún así no me separé de él, poco después separamos nuestros labios y nos quedamos mirando.

---No puedo estar sin ti...---Dije más por impulso que por cualquier otra cosa, pero no me arrepentí al ver un lindo sonrojo surcar las mejillas de Castiel, pero sobre todo que se quedó ahí, justo frente a mí.---Yo...tampoco...---Murmuró y antes de que pueda decir algo escondió su cabeza en el espacio que hay entré mi cuello y mi cabeza.

[..]

Sucrette lo nombró totalmente nerviosa aún así Castiel no se apartó de ella ni un sólo milímetro y antes de que vuelva a decir algo comenzó a besarle el cuello, Sucrette dejó escapar un gemido por la sorpresa, pero sobre todo por la agradable sensación que le producía los pequeños besos de Castiel sobre su cuello, de pronto el pelirrojo le dio una leve mordida, dejándole una marca, marcadola como suya y demostrado lo posesivo que era. Por todo lo ocurrido los últimos días Castiel estaba confundido con lo que sentía, ya no sabía si sentía amor o sólo sentía la necesidad de tenerla a su lado por simple capricho. De lo único que estaba seguro era de que Debrah ya no ocupaba ni una mínima parte de su corazón.

Castiel se separó un poco de Sucrette y le tomó las mejillas entré las manos, y aunque no lo admitía ni lo admitiría en un futuro cercano o distante adoraba verla sonrojada, pero sobre todo nerviosa por su presencia. Sin poderlo evitar la besó, Sucrette enredo sus brazos alrededor del cuello del pelirrojo y le correspondió al besó que le brindaba.
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Pasaron ahí varios minutos compartiendo besos sin decir absolutamente nada que dañe la mágica atmósfera que se había creado desde el momento en que admitieron que no podían estar sin el otro.

{...}

Desde aquel momento habían pasado varios días, Sucrette se encontraba en su habitación alistándose para ir al Instituto, donde se reuniría con todos sus compañeros para ir al paseo.

☆☆☆☆Continuará.☆☆☆☆

CastielxSucrette-Dulce Venganza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora