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Castiel.
Llegué al hospital y enseguida fui por información, y me dijeron que está siendo intervenida quirúrgicamente. Quise más detalles pero no me los dieron, además de que dijeron debía calmarme sino quería que me echen.
Iba a protestar pero sentí una mano sobre uno de mis hombros, al darme la vuelta me encontré con el rubio idiota..
--¿Qué haces aquí?--Fue lo único que atine a decir.
--...Estaba con Ámber y vimos a Sucrette..--Dijo a la vez que alejaba su mano.--...Ella es importante para mi, y no podía dejarla sola en un momento como este...--
Me tragué mis celos y mi odio hacía él y lo miré con seriedad.--¿Qué es lo que sabes?--Pregunté.
--La están interviniendo quirúrgicamente por una heridas graves que sufrió..--Respondió a la vez que pasaba una de sus manos por su cabello.--...No sé con exactitud que es lo que tiene, pero estaba muy herida.. y sangraba demasiado...--Dijo y en sus palabras note su miedo. Un miedo que a mi ya me atormenta desde que recibí la llamada de Ámber.
Nos quedamos mirando en un silencio incomodó, pero finalmente nos fuimos a sentar a la sala de espera.
--Ya les dije a los padres de Sucrette que vengan...--Comentó él luego de un largo rato. Me limité a mover mi cabeza afirmativamente.
Los minutos comenzaron a pasar con lentitud hasta transformarse en horas. Han pasado ya dos horas desde que llegue aquí y aún no sé nada de ella, estoy impaciente, pero si intentó entrar por la fuerza sólo conseguiré que me echen.
Me encojo en mi sitio y suspiró pesadamente. Y creer que ayer estábamos hablando tranquilamente por celular y hace un par de meses estando juntos. Apoyé mi cabeza en la pared y cerre mis ojos mientras seguía pensando en ella y su suave tacto, tras algunos minutos me quedé dormido.
[...]Desperté al sentir que me movían ligeramente.
--..Está por salir...--Dijo él con una expresión aún más sería. Asentí y miré a la puerta que separaba los pasillos y el quirófano. Poco después la puerta se abrió y salió doctor con expresión sería.
--La señorita está fuera de peligro...--Calló un momento.--Sin embargo ha perdido al bebé que estaba esperando...--Mi sangre se helo, mi cuerpo se paralizó, y sin poder controlarme caí sentado en la silla que estaba tras de mi.
--...¿E..ella e..estaba embarazada?--Preguntó en un hilo de voz.
--Si..--Respondió el médico.--Lamentablemente lo perdió y no podrá volver a concebir..--Lo dice con tal seriedad que es imposible dudar de él, agachó mi cabeza incapaz de encararlo para saber más detalles, lo único que siento es un vacío en mi pecho que se acentúa y duele..
--¿..Por qué?--Pregunta Nathaniel al salir de su asombro.
--Su útero ha sido dañado irreparablemente debido a que ha sido atravesado por una parte del avión, por eso debimos estirparlo..--Respondió, nos dijo que la iban a pasar a la habitación 201 y que en una hora podríamos verla, luego de que Nathaniel le de las gracias se fue.
Empuño mis manos y me pongo de pie, seguido y sin esperar algún comentario o palabra de Nathaniel me alejó hasta llegar a las escaleras, las cuales subí hasta llegar a la terraza, donde me arrime a una pared y cerré mis ojos con fuerza, e inevitablemente sucedió lo inevitable... unas lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas.
¿¡Por qué diablos nos tiene que pasar todo esto!?
Llevo mis manos a mi cabeza y me quedó ahí hasta que logró tranquilizarme. Seguido bajó las escaleras y veo a Nathaniel saliendo de la habitación de Sucrette. Él simplemente me mira serio y no dice nada, al parecer nuestra rivalidad está enterrada, nos odiabamos a muerte y ahora estamos aquí, uno junto al otro apoyándonos de forma silenciosa.
