Introducción.

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13 de Noviembre de 1800.

17:30h de la tarde.

Elyse P.O.V

Odio las fiestas, sobre todo cuando son familiares. ¿Qué necesidad hay de ver esas asquerosas caras que sólo te quieren por interés? Pero debo ir, padre me ha obligado.

La creación de ésta es porque se celebran 5 años de la creación de la gran empresa de mi familia. Por negocios, cómo siempre. Todas las fiestas familiares, al menos a las que yo acudo, hacen de tapadera del real tema por el que todos vienen: el dinero.

-Señorita Elyse, ¿necesita mi ayuda?-dice una voz aguda detrás de mí. Es mi criada.

-Joyce, no hace falta que me llame señorita. Y sí, ayúdame a ponerme el corsé-le respondo con una sonrisa que me agradece y entra a mi habitación para ayudarme.

Llevo un vestido de color rosa palo, no tiene tirantes pero el escote no es exagerado. Tal y como a mi madre le gustaría que vistiera. La pomposa falda con pequeños volantes sale desde mi cintura y cae hasta mis pies. Me coloco unos zapatos a juego con un tacón leve y Joyce me ayuda con el ligero maquillaje y a rizarme el pelo.

-Estás preciosas Elyse-dice mi hermano Louis entre abriendo la puerta de mi habitación-Ya empieza a llegar gente, deberías bajar a saludar-explica antes de irse. No sin lanzarle una dulce mirada a Joyce.

Louis, mi querido hermano mayor Louis, tan correcto, educado y organizado como siempre. Aunque hace unas semanas que se comporta de forma distinta. Será alguna etapa del enamoramiento, pienso.

Ojalá que con sus palabras ‘empieza a llegar gente’ haya querido decir ‘Harry ya está aquí’ hace semanas que no le veo. Le echo de menos.

-Esto ya está-susurra Joyce mientras acaba de apretar las tiras del corsé y hace un lazo con ellas.

-Gracias Joyce, ah, se me olvidaba-digo y camino hacia mi armario y saco una caja plana pero grande de él-Sé que pronto es tu cumpleaños y quería regalarte esto-le cuento poniendo la caja encima de mi cama.

-Oh yo... No puedo aceptarlo Elyse. Soy tu criada.

-Y mi amiga-le interrumpo-llévalo puesto ésta noche.

-Hoy no trabajo, mi madre se quedará para la fiesta.

-Te quedas pero disfrutando de la fiesta, va, hazme caso y póntelo.  A Louis le gustará-le respondo con una sonrisa. Sé que a ella le gusta mi hermano Louis y que Louis gusta de ella. Hacen una bonita pareja. No a ojos de mi padre, por supuesto. Él diría ‘Los criados son la plebe y nosotros no debemos mezclarnos con ellos y menos para relaciones sentimentales’ pero mientras él no se entere de esa bonita relación no habrá problema ninguno.

Salgo de mi habitación dejando atrás a una Joyce emocionada con su caro y nuevo regalo. La considero una gran amiga ya que pasamos el día prácticamente juntas. Bajo por las grandes y blancas escaleras que dan paso al enorme recibidor de casa.

-Estás preciosa hija-susurra mi padre en mí oído.

-Gracias papá, tú también estás muy elegante-respondo seca.

Sube su brazo a la altura de su pecho para que yo pueda apoyarme en él. Nos dirigimos a la puerta principal y nos reunimos con mi hermano que ya saluda a algunos familiares.

La noche pasa larga y decido salir fuera para tomar un poco de aire, tantas conversaciones haciendo referencia a cuánto echan de menos a mi madre que falleció hace 3 años me agotan y me hacen echarla aún más de menos, si cabe.

-Para, nos pueden ver-dice una voz suave mientras ríe.

-Tranquila, no lo harán-responde una voz que conozco demasiado.

Decido asomarme un poco al balcón que da al gran jardín, dirijo mi mirada hacía el pequeño bosque y veo a Louis y Joyce riendo y pasando el rato juntos. Me alegro de que estén así, tan enamorados.

-Ojalá pudiera estar así yo con Harry-susurro.

Decido dejarlos solos y camino fuera de la gran finca, mis pies doloridos por los zapatos me llevan hasta el pequeño riachuelo que hay a unos 5 minutos de casa. De pequeña venía aquí cuando quería estar sola y aún lo sigo haciendo.

Me siento en la gran piedra que hay bajo un árbol. Cierro los ojos y dejo que el suave viento acaricie mis mejillas. Oigo unos pasos. Sólo dos personas conocen éste lugar a parte de mí y Louis está con Joyce. Mi boca cae abierta al ver al chico de pelo rizado que me tiene locamente enamorada desde hace años. Está diferente. Parece otro. Su mirada que antes era verde ahora está oscura. Su sonrisa se ha desvanecido y lleva la boca manchada de, ¿sangre?

-Harry, ¿qué haces aquí?-la verdad es que me da un poco de inseguridad ésta situación.

-Lo siento Elyse, no olvides nunca que te quiero con todo mi corazón-susurra antes de abalanzarse sobre mí a una velocidad exagerada.

De repente, ya no siento nada. Está todo oscuro. Y todo, a partir de hoy, va a cambiar. Voy a ser, un alma salvaje.

Wild Soul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora