Capítulo 34.

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Elyse P.O.V.

-Todo va a ir bien-me reconforta Harry poniendo sus manos en mis hombros mientras bajamos por las escaleras hasta llegar a la puerta principal de la casa.

-Eso espero-susurro antes de poner mi más falsa sonrisa al abrir la puerta-¿Y mi madre?-cuestiono furiosa al ver que no está al lado de Caleb.

-Tranquila, ¿puedo pasar?-pregunta retóricamente a la vez que entra a la casa y yo cierro la puerta fuertemente detrás de él-Tu madre estará bien si tú quieres que lo esté-Suelta con una sonrisa cruel en el rostro. Da media vuelta sobre sí mismo para observar nuestras expresiones, que al parecer, le causan gracia.

-¡¿Qué quieres?!-gruño y Harry me pone su mano derecha en el hombro y pasa su otro brazo por delante de mi cintura para evitar que me acerque más a Caleb. 

-Lo mismo que tú-sentencia mientras cruza los brazos sobre su pecho. Mi mente juega con todas las posibilidades de deseos en común que podemos llegar a tener él y yo y apartando el de querer matar a Dru por ser una pesadilla andante, solo queda uno; acabar con la maldición.

-¿Por qué te interesa que acabe con la maldición?-cuestiono un tanto dudosa, no sé si su intención era llegar a este punto de la conversación.

-No te equivoques, tú no me importas ni lo más mínimo-hace una pausa para colocar su moreno pelo hacia atrás. Su mirada teñida de rojo impresiona más de lo que podía llegar a imaginar-Solo que sé cómo debes acabar con ella y yo estoy aquí para brindarte un nuevo plan que a ambos nos beneficia, a ti un poco menos.

Me niego rotundamente y Harry me mira con cara de desesperación.

-Al menos deja que te lo explique-suplica a mi lado. Ha quitado sus manos de encima de mí porque sabe que le conviene si no quiere quedarse sin extremidades.

-¡¿Te piensas que ahora es mago y me va a curar porque quiere paz y amor?! ¡¿Tú eres imbécil, Harry?! ¡Es un asesino!-le chillo en la cara y noto como Caleb aclara su garganta.

-Tú también eres una asesina, hipócrita-escupe el original-Pero sé que te gusta matar, por lo que mi plan consiste en que acabes con la vida de todos los Malik-sentencia y mi boca cae abierta-Tu acabas con la leyenda y yo vivo feliz de una vez por todas-me sonríe.

-¿Y por qué no los matas tú?-inquiere Harry y puedo notar como se arrepiente de lo que acaba de decir al ver que Caleb se acerca a él peligrosamente.

-Yo sé que el único que podía traspasar la leyenda del cazador era el jefe del clan de cazadores-explica y me apunta con el dedo índice-Y ella, mató a Amirov. Pero no puedo fiarme de un par de librachos que cuentan que ya ninguno puede traspasar la leyenda si los matas. Así que utilizaré a Elyse que ya está maldita para acabar con la familia Malik-está a escasos centímetros de Harry cuando acaba de argumentar su plan y éste intenta mantener la compostura a pesar del miedo que siente.

-Muy amable por tu parte-me burlo-¿Y si yo tengo otro plan para acabar con la leyenda y que no consiste en matar a nadie?

-Si no me haces caso, tu madre morirá, por lo que tu hermano Louis y su querida novia también-me sonríe victorioso y orgulloso de su amenaza.

-Yo…-tartamudeo.

-No te preocupes, te voy a dar tiempo para tomar una decisión-se acerca a mí para seguir hablándome-tienes hasta que amanezca.

-¡Falta media hora!-le chillo cuando observo el reloj que descansa en la pared del fondo del salón.

-Soy consciente de ello-habla convencido y clava su mirada en mí. Mi interior me chilla que le arranque la cabeza, la vacíe y luego beba cerveza en ella pero el mundo me devuelve a la realidad cuando me recuerda que es inmortal.

-¿Puedo hablar con él?-pregunto y el original asiente-A solas, por favor-pido y éste mira a Harry antes de volver a posar su mirada en mí.

-Media hora-dice antes de desaparecer de la casa.

-Ven aquí-susurra Harry mientras me adentra en sus fuertes brazos y pasa éstos por detrás de mí, inundándome así, en uno de sus perfectos y protectores abrazos-Todo va a salir bien, no va a matar a nadie-posa un beso en mi cabeza para tranquilizarme.

-Yo si voy a matar a gente. Inocente-añado a la vez que me aparto un poco de él para mirarle directamente a los ojos.

-Hablas por Zayn, ¿verdad?-cuestiona y de repente se me hace imposible sostener la mirada.

-Yo antes no era así-escupo con repulsión. La verdad es que odio sentirme así, tan vulnerable. Antes nada me afectaba y en cambio ahora…

-Das pena. Ahora eres más cariñosa pero más débil-suelta Harry con una sinceridad asombrosa.

-¿Gracias?-pongo mis ojos en blanco.

-Antes eras fuerte, nada ni nadie te importaba. Ahora te pareces a la simple humana que eras hace más de doscientos años-resopla el moreno apartándose de mí.

-Para-pido.

-Antes te podías aprovechar de mí, de Dru y de todo ser masculino que habitara sobre la faz de la tierra. ¿Y ahora?-se ríe a carcajada limpia. ¿Qué coño le pasa? Se está pasando-Ahora podría acostarme con cien tías más y tu volverías a mí cual perrito faldero.

-He dicho que pares-gruño y le empujo fuertemente pero apenas se mueve del sitio. Sigue en pie a unos dos pasos de mí.

-Me apuesto lo que sea a que si Zayn se olvidara de ti llorarías todo lo que te queda de eternidad. ¿Desde cuándo eres tú la que lloras y no la que provoca el llanto?-sigue argumentando. La ira crece en mí, no sé qué está haciendo pero me está empezando a cabrear de una manera exagerada.

-¡Para!-chillo y le cojo de los hombros para tirarlo lejos de mí. Su espalda choca fuertemente contra la pared del fondo del salón haciendo que caigan algunos cuadros que hay posados en ella.

-¿Qué te gusta más? ¿Zayn o matar?-prosigue cuando se levanta levemente dolorido del suelo.

-¿Estás intentando enfadarme? Porque lo estás consiguiendo-digo y noto como las venas que descansaban por debajo de mis ojos se enrojecen y se hacen más notorias en mi cara.

-Responde-inquiere antes de volver a acercarse más a mí. Sus claros y verdes ojos se han tornado oscuros como la noche y su expresión es más dura que nunca.

-¿Quieres averiguarlo por ti mismo?-gruño entre dientes a la vez que poso mi mano derecha en su cuello y le levanto un par de centímetros del suelo.

 

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