Wild Soul.

Capítulo 2.

Elyse P.O.V

Voy caminando lentamente hacia el riachuelo dónde siempre iba de pequeña para despejarme. Y dónde se encontraba nuestra antigua casa. Hace tiempo que no camino así, sin prisas, me gusta hacerlo porque parece que aún siga siendo humana. Daría todo lo que fuera por volver a serlo, todo. Pero es imposible.

Diviso entre los árboles que un chico con pantalones negros ajustados y camiseta de algodón blanca está sentando en la piedra dónde solíamos contarnos todos nuestros secretos cuando éramos pequeños. Las mangas de su camisa están recogidas de tal manera que le llegan por los codos y deja ver algunos de sus pequeños tatuajes. Esos tatuajes que deben contar miles de historias que yo no sé. Y no le culpo, tampoco he sido lo suficiente amable como para que me lo contara. Me acerco al chico de pelo rizado y éste se gira para mirarme y se pone en píe.

-Sabría que vendrías a despedirte-suelta casi en un susurro. Su mirada está apagada.

-No te hagas ilusiones, sólo venía aquí a pensar. Como de costumbre-respondo borde. Es la verdad.

-¿Puedes parar de ser tan gilipollas? ¿Sabes la de veces que me he arrepentido de hacer lo que hice? ¿Lo sabes? No, ¿verdad? Llevo más de doscientos años dolido porque no me vas a amar nunca más. No sabes lo que duele que te rechacen de ésta forma. ¿Cómo lo vas a saber? Si eres el ser más despreciable del mundo, eres una egoísta que sólo mira por su bien. No te importa nadie. Estoy seguro de que si Louis muriera ahora no sentirías ni la menor pena.

-Cállate la boca y no metas a Louis en esto. Tú fuiste el que me convertiste a mi contra. Deberías haber pensado antes de actuar. ¿Sabías que yo quería pasar mi vida humana junto a ti? ¿Sabías que me encantaría haber tenido hijos contigo? ¿No? ¿Por qué? Ah, déjame recordártelo. Porque tú también eres un egoísta.

-¿Qué has dicho?-dice sorprendido.

-Yo también te quería con todo mi corazón Harry, si hubieras preguntado antes de convertirme en esto-digo señalándome-podríamos haber pasado la vida juntos. Aunque tú fueras vampiro, podríamos haber llegado a ser realmente felices.

- Elyse, podemos ser felices ahora-responde mientras se acerca a mí y coge mi cara con sus manos.

-No-digo seca-Lo nuestro nunca será real-acabo.

-Nunca digas nunca-me suelta de su dulce agarre y yo me río-No sé a qué le ves la gracia, estás loca.

-Me has recordado al chico ese canadiense, es su frase, ¿lo sabías?-sigo riendo.

-Sigo sin verle la gracia. Da igual, sabía que esto no acabaría bien-dice sacando una estaca de madera del bolsillo trasero de su pantalón. La pone a la altura de su pecho, me mira-Te quiero y siempre lo haré, Elyse-y se clava la estaca en el corazón.

Le quito la estaca del corazón rápidamente y su piel pasa de gris oscuro y descuidado a color normal. Veo que abre los ojos confundido.

-¿Tú eres imbécil o qué?-suelto antes de estampar mis labios contra los suyos. Me devuelve el beso apasionadamente. Se incorpora y queda sentado en el suelo de tierra húmeda. Me siento a su lado y posa su mano en mi espalda para tirarme hacia atrás y apoyarme en el suelo y quedar tumbada. Lo hace delicadamente, como si tuviera miedo a que me rompiera. Me trata como cuando éramos humanos.

Pongo mis manos en su cuello y le detengo-Esto no significa nada para nosotros, lo vamos a hacer sin sentimientos, ¿vale?

-Da igual, te necesito-responde contra mis labios antes de volver a capturarlos. Se pone en pie y yo repito su acción. Acerca su cuerpo al mío cogiéndome salvajemente de la cintura y noto como se endurece cuando paso mis manos por su pelo. Empieza a besar mi cuello descontroladamente y noto como apoyo mi espalda en un árbol. Harry me coge y yo enrollo mis piernas alrededor de su cintura. Le empiezo a quitar la camiseta y una voz nos detiene.

-Vaya, porno gratis-se burla con su voz peculiar. Bajo de encima de Harry y éste me coge del brazo para evitar cargarme al inútil que tengo delante.

-¿Qué haces aquí, Dru?-escupo.

-Quería visitar a mi familia favorita, los Ross-sonríe irónico-Veo que ahora estás con ese idiota-suelta como si Harry no estuviera, ahora soy yo la que le coge a él del brazo-Hay mejores, como yo, por ejemplo.

-Más te gustaría, pero los Nicholson dais asco-gruño.

-Yo de ti dejaría de hablar así ya que no quieres que acabe con tu vida. Bueno, ¿qué digo con tu vida? Con la de tu hermanito del alma, su novia rubia y ese de ahí-dice señalando a Harry.

-Déjanos en paz-suelta el moreno de ojos verdes.

-Sólo venía a avisaros de que un vampiro realmente amenazante está rondando por la zona, tened cuidado si no queréis que os tomen a vosotros como los asesinos de turno.

-¿Y por qué vienes a avisarnos?-digo acercándome a él-¿A caso te importamos?

-Sabes que tú sí y para de hacerte la tonta. Lo digo en serio Elyse, no quiero ver como mis padres te arrancan la cabeza a ti y a tus amiguitos delante de mis narices-responde y se va dejando un camino de hojas volando detrás de él.

-No sabía que tenías al rubio de los Nicholson enamorado, aunque normal, ¿quién se puede resistir a ese cuerpo?-comenta Harry dándole un tono pícaro a su voz. Se acerca a mí y me agarra por la cintura como hace escasos minutos-¿Acabamos lo de antes?-sonríe y me vuelve a besar.

Me separo de él-Vamos a otro lado, no quiero que nos molesten-sonrío contra sus labios. Éste me mira desafiante y se muerde el labio inferior. Asiente, me coge de la mano y me lleva a la pequeña casa de madera que tenemos al otro lado del río.

Pasamos la noche saciando esa hambre que teníamos el uno del otro y que tanto tiempo llevábamos reteniendo. Sin sentimientos de por medio. Al menos por mi parte. Nunca le perdonaré lo que hizo, pero admito que quería sentirle otra vez cerca, aunque fuera por simple capricho y sé que ahora le tengo comiendo de mi mano lo que significa que me podré acostar con él siempre que quiera. Seré mala persona por esto, pero lo que disfruto en la cama a su costa no me lo quita nadie.