Wild Soul.

Capítulo 28.

Elyse P.O.V

A los pocos minutos de camino diviso una casa rústica a unos 100 metros de distancia. Está ligeramente adentrada en el bosque aunque la orilla del lago no queda muy lejos de la puerta de la entrada. Estará a unos cincuenta metros. Harry y yo no hemos intercambiado palabra durante el trayecto, cosa que es rara en nosotros. Aunque no más raro que siendo vampiros caminemos como humanos.

-¿Por qué?-pregunto.

-¿Por que qué?-cuestiona aturdido.

-¿Por qué no viniste a buscarme cuando Amirov me tenía prisionera?-inquiero, paro de andar y me doy la vuelta para mirarle fijamente. Yo caminaba delante de él.

-Yo sabía que saldrías de esa, siempre lo haces-se encoge de hombros.

-¿Y si no hubiese salido?

-Estuve fuera del almacén en todo momento por si las cosas iban mal, y si no pregúntale a tu amado Zayn que me vio-se enfurece.

-No le menciones-gruño.

-¿Si le quieres porque estás aquí conmigo?-suelta mientras pasa por mi lado con aires de superioridad y sigue el camino hacia la casa. Yo me quedo parada y sin saber qué contestar-¿Vienes?-sonríe cuando llega. Me acerco y entro por la puerta sin pedir permiso.

-Necesito darme una ducha, ¿tienes ropa para dejarme?-pregunto quitándome la chaqueta seguida de la camiseta que están empapadas y quedándome así en sujetador-Para de mirarme y dame la ropa-le exijo. Cierra la puerta detrás de él y entra a una habitación de la derecha, al volver trae un pantalón ancho de pijama con estampado escocés y una camiseta blanca básica suya.

-Gracias-le sonrío falsamente, cojo la ropa y me dirijo al baño que me ha indicado. La casa es realmente perfecta, está todo detallado con piedra y madera. Ya había olvidado el buen gusto de Harry para decorar. Entro al baño y veo que al fondo de éste hay una puerta, la abro y veo que detrás de ésta hay una pequeña sala dónde se encuentran la caldera, la lavadora y para mi suerte, una secadora. Me desnudo completamente y meto la ropa en la secadora para así tenerla para más tarde.

Cierro la puerta de la pequeña sala y abro el grifo de la bañera, dejo que se llene de agua caliente, de paso le hecho un jabón aromático que he encontrado y cuando está a punto de rebosar la espuma por los bordes de la bañera paro el grifo y me meto en ésta. Mis músculos al notar el agua caliente se destensan completamente, me siento en el suelo de la bañera y saco los brazos por los bordes de ésta. Mi mente se relaja al igual que mi cuerpo y empieza a fantasear con los momentos íntimos que podría llegar a tener con Zayn una vez me perdonara.

La imagen del moreno de ojos color café se asoma por mi cabeza y sonrío sin querer. Cierro los ojos para seguir en mi mundo perfecto y una escena dónde aparecemos Zayn y yo en el almacén abandonado aparece en mi cabeza. Zayn se acerca a mí, tiene la mirada perdida y sus facciones de la cara son serias. Yo no puedo moverme, estoy contra la pared. Intento escapar pero no lo consigo, mis pies están pegados al suelo como si estuvieran ligados al cemento del solar. El moreno se sigue acercando a mí y sus ojos se tornan completamente negros. ‘Esto es por lo de mi padre’ Susurra el chico y acto seguido me arranca el corazón.

Abro los ojos rápidamente y puedo notar lo alterada que estoy cuando me toco el pecho para ver que no ha sido real. Que sigo ‘viva’. ¿Qué me está pasando?

Salgo de la bañera y me seco con una toalla que reposaba en una barra empotrada a la pared. Me dirijo a dónde está la secadora y para mi suerte la ropa interior ya está bastante seca. La saco y cierro el aparato para que el resto de la ropa se siga secando. Me coloco la ropa interior y me pongo el pijama que Harry me ha prestado antes. Los pantalones son un poco anchos y la camiseta me va demasiado larga por lo que hago un nudo en un lateral y me la ajusto marcando mis caderas. Me suelto el pelo que me había recogido con un moño antes de ducharme y salgo del baño.