Elyse P.O.V
Me despido de Niall con una media sonrisa y me dirijo a las escaleras para descender hasta la planta baja. Podría dejarme de tonterías y dar un salto desde la ventana-soy un vampiro, no me haría daño-pero supongo que voy a velocidad de humano para que a mi cabeza le dé tiempo a razonar una disculpa que Zayn pueda aceptar. Me siento realmente inútil al tener que disculparme de algo que he hecho, nunca he tenido que hacerlo. Nunca me ha importado nada. Siempre he sido fría, oscura y solitaria. Nunca he tenido que depender de nadie, hasta hoy, supongo.
Llego al portal y poso mi mano derecha sobre el pomo de la puerta para girarlo pero no cede. Poso mi otra mano sobre el pomo y ejerzo toda la fuerza posible y nada. El pomo no gira. Me doy media vuelta para ver si hay algún vecino que pueda ayudarme. Qué irónico, un vampiro pidiéndole ayuda a un dichoso y débil humano. Doy un paso para avanzar por el pasillo y éste parece que se encoge a mi vista. De repente las luces se apagan y una voz grave y terrorífica susurra mi nombre. Doy un paso más y la voz vuelve a susurrar mi nombre pero ahora detrás de mí, me giro rápidamente y solo veo la puerta. ¿Qué diablos está pasando?
-Niall, esto no tiene gracia-gruño.
-No soy Niall, soy tu mente-dice la voz misteriosa dentro de mi cabeza. De repente mis sienes son sometidas a un enorme dolor y caigo de rodillas al suelo. Me echo las manos a la cara para intentar calmarlo pero no funciona, el dolor sigue y cada vez es más fuerte. Gruño y arqueo mi espalda a causa del daño.
-¡Para!-chillo y oigo una puerta abrirse. El dolor desaparece y me giro para ver cómo la puerta del portal está abierta. ¡¿Qué?!
Me acerco a la puerta y salgo por ella lo más rápido que puedo. Camino rápidamente por las calles de la pequeña urbanización y cuando llego al bosque echo a correr hasta el lago en el que he estado esta mañana. A los pocos minutos llego y me acerco a la orilla, el bar de los jóvenes está a unos 300 metros de distancia. Camino hasta estar a un metro del agua y me quito los tacones y los dejo a un lado. Me agacho y remango el bajo de mis tejanos para poder meter los pies en el líquido transparente y frío. Cojo los zapatos con una mano y empiezo a caminar por la orilla en sentido contrario al bar. Llego a unas piedras lo bastante grandes como para poder sentarme y parar a despejarme. Llevo a cabo la acción que tengo en mente y dejo caer por la parte lateral de la piedra mis piernas. Mis pies rozan ligeramente el agua. Me estiro hacia atrás y pongo los brazos cruzados bajo mi cabeza para tener un buen campo de visión. La luna invade caprichosa la escena y su doble revolotea ligera en el lago. Una suave brisa invernal azota ligeramente mi melena y me incorporo para colocarme bien el pelo, una vez bien puesto me echo el pelo para atrás y apoyo mis codos sobre mis rodillas y me poso sobre ellos para mirar mis pies. Los saco del agua y me coloco con los pies cruzados para dejar que el agua se tranquilice y pueda verme reflejada en ésta. Una vez se calma me inclino hacia delante y observo que... no hay nada. Estiro mi brazo con la esperanza de ver el reflejo de éste y no lo consigo.
Me estoy volviendo loca, susurro en mi interior. Tiro mi cabeza hacia atrás, cierro los ojos y niego con la cabeza. Esto no puede ser real. Abro los ojos y me inclino otra vez para poder ver mi reflejo. Lo hago lentamente para evitar lo de antes. El reflejo de mi cabeza se asoma por debajo de la piedra dónde estoy sentada a la vez que yo me inclino más y más. Sonrío en satisfacción a la vez que me inclino un poco más para ver mi reflejo completo, pero la sonrisa se me borra de la cara al ver el horrible rostro de mi reflejo que está ligeramente iluminado por la luz de la luna. Tiene los ojos completamente ensangrentados, las venas de debajo de éstos sobresalen, se tornan muy oscuras y se estiran hasta llegar a los pómulos. La boca está totalmente abierta y muestra unos colmillos demasiado afilados manchados en sangre. Sangre que también se derrama por el labio inferior manchando así toda la barbilla.
-Así es como eres realmente-chilla la voz dentro de mi cabeza y de repente sale una mano del lago rompiendo mi reflejo y me hunde en las profundidades con ella. Ésta me sostiene por el cuello provocando que me ahogue, yo intento liberarme de su agarre y no puedo. Cada vez me arrastra más hacia dentro y me empieza a faltar el aire. Cierro los ojos cuando mis músculos se cansan de luchar y a los segundos noto como otras dos manos me cogen de la cintura y me suben hacia la superficie.
-Elyse, ¡respira joder!-chilla una voz. Siento que estoy tumbada en el sólido suelo. El dueño de la voz que reconozco me da ligeros golpes en el estómago y noto como una cantidad notoria de agua sube por mi garganta. Me incorporo rápidamente para vomitarla y tomo una bocanada grande de oxígeno que llena satisfactoriamente mis pulmones.
Abro los ojos y veo a un Harry que se sienta, ahora tranquilo, a mi lado.
-¿Nunca te han dicho que es peligroso bañarse por la noche en un lago?-se burla. Miro detenidamente su vestuario y luego el mío, estamos completamente empapados-¿Desde cuándo te bañas con ropa?-se ríe y pasa su mano por su pelo para despejar su cara.
-Yo... Pero...-tartamudeo-Ha sido la mano-susurro y Harry me regala una mirada de ‘yo sé que no estás loca, confío en ti’.
-Elyse, he visto como te tirabas de cabeza, ¿se te ha caído algo? Estabas muy adentro-pregunta curioso.
-Ha sido la maldita mano Harry-le chillo y me pongo de pie, cosa que él repite-Yo... No sé lo que me está pasando, me estaba mirando en el agua y luego una mano ha salido y me ha llevado con ella-explico intentando recordar lo que acaba de pasar.
-Yo no he visto ninguna mano Elyse-insiste y me doy por vencida.
-Déjalo, ¿qué haces aquí?-Le pregunto a la vez que intento despegar (sin resultado óptimo) la ropa mojada de mi cuerpo.
-¿Hace falta que te recuerde que cuando éramos humanos soñábamos con venir a lugares así?-sonríe ligeramente y dirige su mirada hacia el suelo para luego mirarme a mí directamente. Su mirada verdosa impone mucho y eso me sigue gustando demasiado.
-No, no hace falta que lo recuerdes-digo con voz cansina mientras busco mis caros zapatos que no están por ningún lado.
-¿Buscas esto?-pregunta Harry con una sonrisa victoriosa en su rostro a la vez que saca los zapatos de detrás de su espalda-Te los daré si vienes conmigo. A mi casa-sentencia y alarga el brazo para que pueda coger los zapatos. Se los arrebato de las manos y me limpio ligeramente los pies para poder ponérmelos.
-¿Tu casa? ¿Desde cuándo vives tú aquí?-inquiero.
-Hace unos años me hice una cabaña para venir cuando te enfadabas conmigo y me alejabas de tu lado-susurra por lo bajo. Me río ante su cambio repentino de humor.
-Pobrecito-le sonrío irónica y le revuelvo el pelo. Sigue estando sedoso a pesar de estar mojado.
‘Elyse, para el carro’ me advierto interiormente. ‘Tu ibas a disculparte con Zayn’ me recuerdo y a la misma vez que la imagen del moreno aparece en mi mente el fuerte dolor de cabeza de antes vuelve, pero más fuerte. Chillo por el dolor, mis rodillas flaquean y Harry me agarra firmemente de la cintura evitando que caiga al suelo otra vez. Posa su mirada asustada sobre la mía y me acerca a él. El dolor desaparece cuando acaricia mi mejilla con su mano derecha y mi mente empieza a fantasear ante su delicado tacto. ¡¿Qué me está pasando?!
-¿Estás bien?-susurra muy cerca de mis labios-Me has asustado-dice separándose un poco.
-Yo... Estoy bien-digo y aclaro mi garganta-¿Vamos?-le sonrío y empiezo a caminar por delante de él.
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Wild Soul.
VampirosElyse. 232 años. Aparenta 19. Frívola. Oscura. Egoísta. Impaciente. Exigente. Vanidosa. Rebelde. Rencorosa. Valiente. Solitaria. O eso quiere aparentar. ¿Te atreves a entrar en su peligroso mundo? Tráiler: http://www.youtube.com/watch?v=cGD81kDPCTA ...