Capítulo 3: Cuando ya no estas en tu hogar

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El viaje había sido agotador y largo pero pudo despejar su mente viendo el paisaje que ofrecían el trayecto de camino a Kyoto, Akane se hallaba en la estación de trenes buscando su equipaje. Después de encontrar sus maletas se dirigió con el guardia de la estación —Disculpe ¿Sabe cómo llegó a esta dirección?— preguntó mostrando su cuaderno

El hombre leyó Yamatooji-dori resid Kyomisaki —Para llegar aquí tienes que tomar un autobús, puedes encontrar esta ruta saliendo de la estación al otro lado de la calle— le informó —Tomas uno de color verde con franja blanca y pides la parada más cercana

—Muchísimas gracias— exclamó tomando el mapa de vuelta

Ya hacia su nuevo departamento, durante el viaje en autobús recordó su platica con Soun

-El día anterior-

Akane mi niña creo que tienes razón, no es justo que los hagamos casarse si no lo desean así— Decía el hombre del bigote viendo a su retoño

Gracias por entenderlo papá, de verdad quiero hacer las cosas bien antes de casarme y por eso no creo que sea conveniente que este comprometida con todo lo que planeo a partir de ahora— Soun se quedó de piedra al escuchar la última parte y se puso rígido con una cara de pocos amigos. Akane sonrió un poco ante los pensamientos de su padre

—¿Lo que planeas hacer?— Preguntó con tono apagado y nervioso, ella asintió emocionada por iniciar una nueva etapa en su vida

Si, todo lo que planeo hacer, estudiar, trabajar, viajar por el mundo, conocer gente nueva, aprender a cocinar, mejorar mis técnicas de combate, en fin. Son tantas cosas que no tendré tiempo para casarme o atender a alguien, yo también quiero conocer la vida y vivirla— Finalizó con ojos soñadores, mientras Soun volvía a respirar normalmente y soltaba el aire que había retenido en los pulmones.

Ah, así que era eso, menos mal. Volvió a ver a su pequeña; la atrajo en un abrazo lleno de cariño paternal que Akane devolvió con el amor y devoción que le tenía a su padre.

Sabes me recuerdas a tu madre, ella también tenía ese tipo de sueños y aspiraciones, me las contó todas y yo trate de cumplir cada una de ellas, Siempre fue muy fuerte— Dijo apretando más a su pequeña hija —Y creo que es hora de que te deje tomar tus decisiones

Hablando de eso, papá, quiero pedirte un favor

Su línea de pensamientos fue interrumpida cuando se detuvo en la parada que le indicaron. Caminó con sus maletas al que ahora sería su hogar. Arribó adentrándose en la recepción, se acercó al mostrador donde estaba una señorita

—Buenas tardes— Saludó titubeante —Vengo desde la ciudad de Nerima, mi nombre es Akane Tendo, he hecho un contrato por un departamento vía telefónica y acorde mudarme el día de hoy— La señorita la vió de soslayo y luego se giró

—Disculpa pero yo no sé nada de los registros solo soy una inquilina metiche— la joven desconocida se rió ante sus propias palabras, Akane se contagió de la risa por el chiste de ella—Hola soy Natsuki Kanazawa— Se presentó extendiendo su mano y mostrando una linda sonrisa

—Mucho gusto, Akane Tendo— Devolvió el gesto con un ligero apretón de manos

—Bonito nombre— elogió la desconocida

—Gracias—

—Pues el portero no está, solo nos queda esperar a que aparezca— Natsuki se encogió de hombros —Antes mencionaste que venias de otro lugar ¿Cierto?

Cambio de roles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora