Cambio de roles.

Capítulo 4: Una nueva vida y un Ranma sin maldición

La mañana era fresca en Kyoto. Akane se veía cepillándose el cabello frente al espejo, se sentía realmente bien en ese nuevo ambiente tan ameno, esperando que su día que apenas empezaba continuara con esa racha de buena suerte

NERIMA

Mientras, Ranma se encontraba aún durmiendo cuando el sonido de un despertador y no la voz de su dulce prometida era quien lo despertaba.

Manoteó hacia el suelo buscando el endemoniado artefacto, cuando su mano se fue hasta el piso quedando colgada al borde del colchón, ahora lo recordaba. Akane no estaba y para su dicha o desgracia él se hallaba en la cama que laguna vez fue de su prometida.

Se incorporó y sentó en el colchón escaneando el lugar con la vista, Soun había mandado guardar las cosas de Akane en otro cuarto para que Ranma pudiera instalarse, solo le habían dejado el despertador de su ex prometida, pero realmente prefería que la legitima dueña de la habitación regresara y lo echara a patadas por ''pervertido'' tal vez sonaba masoquista pero así tenía la certeza de que ella tenía toda su atención desde la mañana

Revisó la hora y aún era temprano pero no le apetecía dormir más, se preguntó si Akane se levantaba diario a esa hora, era posible porque él no había programado el despertador y este había empezado a sonar en la mañana; le pareció increíble que Akane se levantase una hora entes que él y siempre lo esperara para irse juntos a Furinkan, pero eso ya no sería posible, no dentro de mucho tiempo. De la nada otro pensamiento llego a su cabeza

¿Y la escuela aquí? ¿Qué se supone que les diría a los demás al notar el banco de Akane vacío por el resto del curso y el siguiente?

Si les decía sobre su ruptura seguro que Ukyo se enteraría asi como Kodachi y el resto de la escuela, se armaría todo un alboroto por la noticia, entonces recordó las palabras de Nabiki ''esto te traerá graves problemas'' Le había dicho la castaña, fue hasta ahora que se daba cuenta de porqué se lo decía, tenía toda la razón.

Bajó a desayunar tranquilamente por primera vez en su vida, todos se quedaron con la boca abierta por tal acontecimiento, nunca habían visto al joven levantarse temprano y menos para ir a la escuela, eso era indicio de que algo andaba mal pero prefirieron dejarlo estar.

—Buenos días, hijo— Decía Nodoka con una sonrisa —Me gustaría que hoy que te has levantado temprano pasaras a mi habitación después de desayunar por favor— Pidió amablemente la mujer

—Claro mamá— dicho esto comenzó a comer, después de terminar fue directo a su antigua habitación donde seguro que su madre lo esperaba. Al entrar ahí la mujer le entregó un paquete.

—¿Qué es?— Preguntó curioso

—Tu nuevo uniforme— Ranma casi se va de espaldas ¿uniforme? Él nunca había usado uno

—No es necesario mamá en serio

—Sí que lo es jovencito, ahora que Akane no estudiará aquí no te dejarán pasar sin el uniforme— Cierto, la única razón por la que dejaban entrar a Ranma sin uniforme era porque Akane les había dicho que no tenía uno, que lo dejaran pasar siempre y cuando ella estuviera con él, ese había sido el acuerdo

Rayos, Akane abarcaba toda su vida y apenas venía dándose cuenta

—De acuerdo mamá— Tomó el paquete y se dirigió a su nuevo cuarto donde se cambió. Se dió una chequeada en el espejo de cuerpo completo que estaba ahí, “¿Akane se vió en este espejo el día de la boda?” Se preguntó el azabache, pues recordaba haber visto el objeto cuando fue a verla antes del desastre.