CAPITULO CUATRO: VEN CONMIGO, AUNQUE NO ME IMPORTE.
***
Llevaba varios minutos caminando, estaba en medio de una ciudad callada debido a la espetuosa violencia que dominaba las noches, seguí calles, direcciones, pero seguía sin conocer el lugar, aunque nunca lo demostré a plena vista, siempre seguía caminando seguro de mí mismo, por muy idiota que eso pareciera.
No quería aceptar que andaba perdido y no tenía ni la más mínima idea de donde andaba, no, seguí con mi orgullo muy de fuera andando por las calles de la ciudad sin dirigirme a ningún lugar en específico. Ya la oscuridad había entrado a la ciudad, luego de otro rato de caminar aparentando que todo andaba bien, decidí detenerme colocando mi espalda sobre un enorme edificio para después apoyarme viendo al cielo, el solo pensar donde me encontraba por querer defender a un chico sonaba simplemente paranoico...
Pero en medio de mi pensar mientras miraba fijamente las estrellas buscando opciones para regresar a casa me percaté que el chico que hace apenas unas cuantas horas había follado con un hombre desconocido se encontraba a pocos metros de distancia de mí, observándome fijamente haciendo muecas como si así tratara de descubrir qué rondaba por mi cabeza.
Se dio la vuelta y empezó a caminar con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta debido al fuerte frio que hacía. Suspiré profundo... me encogí de hombros y sin decir ninguna palabra, comencé a seguirlo, no sé a dónde se dirigirá, pero seguirlo sonaba mejor opción a quedarme solo en la ciudad sin saber a dónde ir. Creo que tenía sus leves sospechas de que andaba caminando puro idiota porque fue capaz de seguirme sin que yo me diera cuenta, no sé cómo clasificar ese tipo de actos.
Me le acerqué caminando al lado de él sin decir palabra alguna, aunque él tampoco se molestó mucho en abrir la boca, cruzamos un par de calles mientras nos alejábamos de la ciudad, no sé, se sentía raro andar con él, hasta cierto punto, me siento seguro porque creo que él conoce más bien esta ciudad que yo, bueno, o eso es lo que parece.
Llegamos hasta una casa vieja, que tenía todas sus ventanas tapadas con madera y láminas, una casa que hasta cierto punto parecía abandonada, y este lugar si parecía conocerlo, no estaba muy lejos de donde vivía, el chico abrió una puerta forcejeándola y entró haciéndome una señal para que yo también lo hiciera.
Miré hacia ambos lados y todo estaba en completo abandono, fui capaz hasta de decidirme si entrar o no; al final entré subiendo un par de escalones viejos mirando toda la casa pareciéndome desagradable. Enserio ¿en este lugar vivía él?... en una casa abandonada, todo estaba oscuro y con agujeros y plagas.
Llegamos hasta una habitación en el segundo piso toda llena de polvo... el chico me observó con una ceja enarcada, al igual como yo lo hacía a veces, me entregó un pequeño foco y luego caminó hacia el cuarto vecino.
- ¿Sabes Si Ese Hombre Me Devolverá Mis Documentos? -dije rompiendo el silencio entre nosotros.
- ¿Quién? -preguntó arrastrando un mueble para después agacharse y meter la bolsa que el sujeto le había dado en el carro horas antes.
- ¿Necesito Explicarlo? -dije a sabiendas de que solo había un hombre que me robó mis documentos y no era difícil reconocerlo.
- ¿Hablas De Abraham? -pregunto arrastrando de nuevo el mueble tapando con él, el agujero donde había metido eso extraño-No Sé Donde Vive... Yo Solo Trabajo Para El, Nunca Me Ha Llevado A Su Casa-. Sacó una cajetilla de cigarros de su bolsillo, prendiéndolo y soplando un poco de humo. - ¿Por Qué Te Preocupas Tanto Por Eso?
ESTÁS LEYENDO
No Deberías Amar 2 (Historia Gay)
RomanceOliver, un chico que creció en la calle, demasiado temperamental y amante del sexo, ex pandillero y con problemas que rebalsaron y arruinaron sus emociones. Ya no posee amigos y cada día sentirá que su vida empeora, con problemas en dónde su madre l...