CAPÍTULO DIEZ: TERMINANDO EL EMPIEZO.

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CAPÍTULO DIEZ: TERMINANDO EL EMPIEZO.


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(NARRADO POR OLIVER).



Bostecé por décima vez viéndome en el pequeño espejo del baño, el medicamento que me había traído Jason para curar mis heridas había funcionado más que de maravilla y ya no se me notaban mucho los golpes que recibí en la cara, di un largo suspiro seguido de una mueca topando mi cara contra el espejo rodeado por una desesperación incontenible en mi cuerpo, desesperación al revisar mis bolsillos y no poder pagar la renta, desesperación de saber que mi madre sigue mal y que volveré a mi ciudad y no podré verla, desesperación por rendirme... y aceptar que nada me sale bien.

Cerré los ojos pensando... y si creer que huir de mis problemas solucionaría esto, estaba equivocado y lo sabía, pero disminuirían levemente la caída, y eso era lo único que quería saber por el momento, me costaba mucho, pero mucho reconocer que mi paso por esta ciudad ha finalizado y ya no tengo nada que hacer aquí, nada me detiene, me quede sin excusas validas... me iré de la misma razón como me vine, sin recibir ni un despido. Eso será lo correcto.

Cuando fui capaz de sentir un olor a quemado a lo lejos abrí los ojos, pensé rápidamente en el pan que había metido a la tostadora, reaccioné saliendo de mis pensamientos.

Salí del baño con rumbo a la cocina solo para encontrarme con el pan completamente quemado, Jason estaba a pocos metros distraído en las hojas de un periódico. Susurré una maldición captando su atención.

- ¿¡Que No Viste El Pan Que Se Estaba Quemando!?-señalé tomando el pan entre mis manos y lanzándolo al aire enojado. Jason lo esquivó con los buenos reflejos que tenía para después mirarme.

- ¿Perdón? -mencionó volviendo a ver el periódico.

Volví a decir otra maldición sin medir el tono de voz al ver que ya no había mas comida, así de simple, no habíamos quedado sin ni mierda en esta maldita casa, y ahora si iba enserio esto de la comida que me tiene con ganas de mandar todo al carajo, puse mis codos en la mesa sentándome en la silla tapando mi cara con mis manos.

No podría decir que estaba acostumbrado a aguantar hambre, o que no deseaba tener el suficiente acceso económico para comprar toda la comida que me gusta, porque la verdad, era que yo nunca había padecido de hambre, ni en mi otra ciudad en donde de vez en cuando salía a robar o a trabajos exprés para siempre tener alimentos, pero en esta ciudad es diferente, aquí era más difíciles y me ponía de mal humor este dilema.

- ¿Te Sucede Algo? -preguntó Jason en voz baja-Lamento No Haber Visto Tu Pan-dijo en voz baja con su típica voz suave y culpable.

-No Es Eso-chasquee la lengua-Quiero Estar Solo, Puedes, No Se... Irte Un Rato-dije sin destapar mi cara.

Todo quedó en silencio un rato...

-Tengo Una Idea. -habló la quebradiza voz justo cuando creí que ya no estaba-Tengo Un Contacto Que Nos Daria Un Trabajo Rápido Por Un Rato-.

Bufé mostrando mi reprobación, destapé mi cara, Jason estaba sentado frente a mí, entre miradas con el periódico y yo compartía su atención-No Me Acostaré Con Nadie-dije sonriendo irónico como una idea estúpida.

No Deberías Amar 2 (Historia Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora