Uno

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Nicolás había visto a un ángel. Por lo menos eso pensó hasta que su mejor amigo Alexis lo presentó como su media hermana.

Natalie. Ese era su nombre.

A sus doce años Nicolás supo que ella sería el amor de su vida. Se aferró a eso a lo largo de los años antes de que por fin se atreviera a decirle lo mucho que pensaba en ella. Tenía dieciséis y Alexis le había dicho como Natalie había ido al cine con un chico de su clase, ella había recibido su primer beso de otro chico y eso no lo agradó. Quería ser el primero y posiblemente el ultimo. Así que fue hasta su casa, ella se encontraba leyendo en su balcón y cuando lo vio su sonrisa iluminó todo el lugar.

Le declaró sus sentimientos de manera torpe y nerviosa.

Natalie se quedó en blanco, había estado enamorada de él desde que lo conoció. Pero no quería aceptar su declaración, no después de escuchar a su padre y al de ella hablar sobre cómo deberían juntarlos y de una vez por todas hacer que ambas familias fueran una sola. Ellos habían fracasado cuando su hermano Alexis y la hermana de Nicolás, Sara habían descubierto su plan de juntarlos.

Sólo quedaban Nicolás y ella y por supuesto no quería estar con él por una idea absurda de sus padres. Tenía dieciséis y comenzaba a dudar de la cordura de su padre.

Su corazón le rogaba que aceptara pero ella era lista y siempre escuchaba a su cerebro, le dijo que no y se arrepintió durante el tiempo que Nicolás mantuvo una relación con su odiosa compañera de Ballet, Ana.

**

A los diecisiete años Nicolás creía que todo el mundo estaba a sus pies, las chicas comenzaron a aparecer y lo hacían olvidar la obsesión que tenía con la primera y única chica que había roto su corazón, por lo menos lo hacían durante un tiempo.

Entonces él descubrió porque Natalie lo había rechazado y todo cambió.

Ahora llevaban dos años juntos y eran felices.

Tanto que quisieron casarse.

Sus padres estaban felices y Natalie tuvo la boda soñada que toda princesa quisiera, porque eso era para Nicolás, una princesa, o lo era antes de convertirse en la reina de su vida.

Él tenía una familia increíble, amorosa y bromista, siempre apoyaron a los demás sin recibir nada a cambio y no cambiaría eso por nada.

**

Comenzaba el otoño y las hojas estaban cayendo por el aire. Nicolas caminaba entre ellas mientras las pateaba y veían como volaban. Se sentía feliz, en el momento en que salió del trabajo fue directo a la tienda de bebés y compró varias cosas, ropa de color amarillo y verde porque no sabía que sería su bebé.

Sí, su bebé.

Él y su esposa habían cumplido cuatro años juntos y uno como marido y mujer cuando recibieron la noticia.

Sabía que todo sería difícil, trabajaría más y quizá descuidaría un poco la escuela pero lo haría porque su hijo naciera bien.

Cuando llegó a casa su esposa no estaba pero había un mensaje en la contestadora.

Nick, soy yo, Sara. He traído a Natalie al hospital, tienes que venir cuanto antes, podría perder al bebé.

Él tiró las bolsas al sofá y corrió hacía la puerta. Sólo que no llegó a cruzarla.

El dolor se disparó en sus sienes y siguió por toda su cabeza.

Aulló de dolor y se sintió caer y golpear el piso frío. Luego... Luego no sintió nada más. 

Cuando las hojas caen [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora