Doce

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-Así que hoy volví a la escuela, no tenía idea lo que decían. Hijo, realmente espero que no elijas mi carrera si quieres tener una vida.

››Lo único bueno de todo esto fue volver a dibujar.

Nick mostró sus manos.

››Están sucias por el lápiz y todo eso, fue increíble. Sentí que realmente estaba en sintonía conmigo.

++

-Descubrí que solía tener perforaciones. Así que este video es para cuando quieras tener uno. Bueno, no recuerdo ni siquiera porque tuve la idea de perforarme la piel, supongo que son esos momentos en la adolescencia donde ni siquiera piensas en las consecuencias.

››No voy a juzgarte, por lo que no te molestes. Lo cual estoy seguro que harás porque eres joven y malhumorado. No tengo que verte para saberlo.

››Entonces aquí está el asunto. No lo hagas para desafiar a tu madre, ni porque es la moda entre tus amigos; tampoco si se burlan de ti por no hacerlo, si ellos te dicen que eres un marica, o alguna cosa ofensiva... (Trata de que tu madre no esté viendo esto) si ellos te dicen algo así, tienes mi total permiso para romperles la boca.

››Si vas a hacerte una perforación, o incluso un tatuaje, hazlo porque tú lo quieras.

++

-Si hay algo que aprendí en estos meses, ha sido que la vida es jodidamente perra con la gente buena.

››Quizá te estoy maleducando sin estar presente pero debes saber que hay ciertas palabras para ciertas cosas de la vida. Anoche, durante la cena, me vomitaste, luego lo hiciste de nuevo mientras te llevaba a limpiarte; no es que me moleste, tú eres mi hijo. Pero me enojé porque era la primera vez que tu mamá te dejaba quedar en mi casa y yo ya te había enfermado.

››Te llevé al hospital y luego tu mamá fue por ti. ¿Por qué te tenías que enfermar conmigo? Ni siquiera sé de tus alergias porque me perdí tus primeros años. Eso me mata. Pero voy a tratar de compensarlo el tiempo que me quede.

++

››Doctores... ¿Quién no los odia? Y más cuando te hacen tantos estudios. Pero es por tu bien, no quiero que tú pases por lo mismo que yo. De ahora en adelante, dos veces al año irás a doctor, durante toda tu vida, lo siento hijo, de verdad lo lamento, es sólo que no pude ser un buen padre.

++

Natalie se secó las lágrimas, había visto muchos de los vídeos de Nick y se sentía completamente tonta por no haber visto las señales de lo mal que su esposo se estaba sintiendo. Ella había encontrado los vídeos sin querer mientras buscaba el oso de peluche que Jael necesitaba para dormir.

-Tú no deberías estar viendo eso Natalie -Dijo Nick, quien se encontraba recargado en la puerta.

-¿Estás sintiéndote mal? ¿Es por eso que cuando te dije que quería intentarlo me dijiste que no?

-No voy a hacerte pasar otra vez por lo mismo Nat. Mis dolores han aumentado.

-¿Sabes cuál es tu problema? Que piensas que debes guardarte las cosas. Si estás sintiéndote mal quiero estar ahí Nick, porque no pude apoyarte antes, te amo y si algo va mal quiero estar para ti. Jael quiere estar para ti.

++

-Para cuando te cases.

Si has llegado a este momento de felicidad entonces quiero decirte que estoy muy orgulloso de ti porque te hiciste un hombre de bien. Espero ella sea la indicada, espero que estés tan enamorado que sientas que tu vida sin ella no sería lo suficientemente buena.

Por lo menos así me sentí yo cuando estuve frente a tu madre en la iglesia. Casarse con el amor de tu vida debe ser lo más fantástico del mundo, sino te sientes así, no te cases.

Pero pensando en que todo es perfecto, quiero decirte que espero seas tan feliz como yo lo fui con tu madre y que le des unos tiernos nietos a Nat, ella estará feliz.

Te quiero.

++

El pulso de Nick se aceleró cuando se acostó sobre la fría superficie del enorme aparato con el que le harían la resonancia magnética.

Le habían puesto unos tapones para los oídos y taparon sus ojos. También le habían inyectado una especie de líquido oscuro. El técnico le preguntaba si los ruidos le molestaban ¿Acaso era en serio? Por supuesto, además había cometido el error de mover su mano y recibió una descarga eléctrica.

Estaba asustado porque había empezado a recordar cada parte de su vida y quería vivir desde donde se había quedado estancado, Natalie y él habían comenzado a pasar más tiempo juntos, por supuesto, con el pequeño Jael en medio.

Jael era increíble, había dejado de llamarlo Nicks, y ahora le decía Papi.

Nick llegó a casa con sus padres; con el temor de que esa mancha blanca en las imágenes de su cerebro fuera algo para preocuparse.

++

Natalie pidió a su abogado que no siguiera con los trámites de su divorcio. Ella estaba cien por ciento segura de lo mucho que amaba a su aún esposo, incluso llegó a sentirse mal por haber buscado consuelo en alguien más durante el tiempo en que Nick estuvo en coma.

Así que ella estaba lista para volver con él; le ayudaría con los espacios que quedaban en su memoria y juntos educarían a Jael, no importaba si fueran cincuenta años o sólo dos, ella iba a estar feliz con él porque era el amor de su vida.

Cuando las hojas caen [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora