Después de medio año de relación y pese a las fuertes peleas con su familia, Natalie y su hijo fueron a vivir con Diego. Él quería a Jael como si fuera suyo y la amaba a ella como si fuera lo más hermoso del universo. Por casi tres años Natalie se sintió sola, sin ayuda de nadie, pero ahora era distinto, había encontrado a alguien que llenara el vacío en su corazón y por fin había tomado una decisión. Los padres de Nick pelearon y lloraron, pero ella era su esposa, sabía que era lo mejor, Nicolás necesitaba descansar en paz.-Lo haces sólo porque quieres ser libre para estar con tu amante.
Había dicho en una ocasión Sara, la que en algún momento había considero una hermana.
Por supuesto que quería estar completamente entregada a su novio, ellos ya vivían juntos pero en ocasiones sentía que engañaba a Nick, pero no lo hacía por eso. Lo hacía porque él no podía seguir de esa manera; tres años eran suficientes para darse cuenta que nada iba a cambiar.
Lo desconectarían en otoño, el doce de Octubre.
Diego se encontraba en la sala leyéndole un libro a Jael cuando el teléfono sonó. Natalie, quien los veía desde la cocina, corrió y atendió la llamada.
++
Alexander estaba terminando su turno en el hospital y se dirigía a ver a su hermano como todos los días. Él solía sentarse y contarle sobre los pacientes que había tenido. En esta ocasión le contó como un hombre había llegado con la pierna herida y podían verse sus huesos. Él era sólo un interno pero pudo ver de cerca toda la situación, luego, ese mismo día llegaron cinco heridos por un accidente en la carretera. No pudieron salvar a uno y eso le destruyó un poco el corazón a Alexander. El niño tenía cinco años y murió mientras trataban de detener el sangrado que le había provocado un gran vidrio del parabrisas.
-De cualquier forma, voy a especializarme hermano, no quiero ser médico de emergencias, voy a ser un neurólogo -suspiró con cansancio-, ella ya decidió que va a desconectarte y ¿sabes? Lo entiendo, y será difícil no poder verte más y aún más tener que dejarte encerrado en un ataúd, sé que eres claustrofóbico y odias la oscuridad pero sé que no puedes seguir así. Eres más delgado que antes y tienes esta barba y el cabello largo que bien podrías ser un vagabundo.
Alexander notó un movimiento y cuando se giró hacia este se dio cuenta que era el dedo índice de su hermano.
Nicolás se estaba moviendo.
Lo primero que Alexander hizo fue respirar profundamente y tratar de llegar hasta el botón rojo con sus ojos llenos de lágrimas.
Las enfermeras y el doctor de guardia entraron y comenzaron a revisar todos los signos vitales de Nicolás y sacaron a Alexander de la habitación. Él llamó a sus padres y entre lágrimas les dijo que su hermano había despertado o por lo menos creyó que lo había hecho, porque estaba tan emocionado y nervioso que quería sentarse en un rincón e hiperventilar. No podía creerlo, estaba alucinando. Su hermano, su pequeño hermano estaba moviéndose.
++
Alexander fue el primero en entrar a la habitación donde Nick lo esperaba. Él tenía una mirada asustada en su rostro, lo cual hizo recordar a Alex la ocasión en la que su hermano rompió el jarrón de su madre. Ese día se veía asustado que estuvo a punto de llorar.
Nicolás le dio una mirada curiosa al joven frente a él.
-¿Eres mi doctor? Te ves demasiado joven.
El corazón de Alex se detuvo y su garganta se cerró. ¿Nick no podía recordarlo? Él no se había quitado la bata y esperaba que sólo su hermano estuviera jugando con él.
-Yo...
-Te pareces un poco a mi hermano. Pero él tiene diecinueve. Se llama Alex.
-¿Cuántos años tienes tú?
-Diecisiete.
Eso no era verdad, Nicolás había cumplido veinticuatro.
Sólo quiero aclarar que es una historia inventada, por lo cual puede no ser muy pegada a la realidad, sobre todo en el caso del coma. Comenten :( se siente feo.
ESTÁS LEYENDO
Cuando las hojas caen [1]
Tiểu Thuyết ChungTres años, cinco meses, dos días y tres horas. Ese es el tiempo que me tomó despertar después de haber caído en coma. Las hojas caen y otras nuevas aparecen, sin embargo yo sigo estancado en ese Otoño donde lo perdí todo. No puedo avanzar, no cu...