Diferente al resto.

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El día estaba soleado, el mar tranquilo, y el barco que los llevaba a Isla Tortuga viajaba sin ningún problema.

En la cubierta, solamente estaban, además del capitán, Naruto, Kurama y Lee. Los tres reunidos, preparados...

-¿Están listos-dattebayo?-

-Esto es una pérdida de tiempo-

-No digas eso, Kurama-kun. Es la única forma de decidirlo justamente-le señaló Lee, bastante serio.

-Está bien- bufó.

-Bien- Naruto suspiró hondo.

-¡Piedra, papel o tijera!- recitaron los dos ninjas y el fastidiado zorro.

Lee dio piedra, mientras que Kurama y Naruto tenían papel.

-¡NO!- Lee puso cara de muerto viviente.

-¡Ja, ja!- Naruto lo señaló divertido- ¡Cejas Grandes, perdiste! ¡Así que tu limpiarás la cubierta-dattebayo!-

-¡No puede ser!- se quedó en blanco Lee- ¡BIEN!- se levantó- ¡Lo haré con el fuego de mi juventud!-juró, entrando en llamas.

Kurama lo quedó mirando, y suspiró fastidiado, ya que la responsable de estar en ese embrollo era Sakura.

La mujer de pelo rosa les había dejado en claro a los tres que tenían que ayudar a mantener el barco limpio, porque los marineros se encargaban de que funcionara sin problemas, y ella con Hinata hacían el desayuno, almuerzo y cena.

Y, aunque él no comiera, y se quedara siempre en el mismo lugar, fue obligado a participar de la limpieza, y esa era la forma en que lo estaban decidiendo: Piedra, papel o tijera.

-¡Bien!-Naruto miró en llamas al fastidiado zorro- ¡Kurama, ahora quien pierde lava todos los platos, y quien gana solo ordenará el camarote-dattebayo!-

-¿Estás seguro? La mocosa de Sakura aún está molesta porque me metí en su bolso, esa vez que buscaba mi banda- recordó Kurama, señalando la banda negra en su frente.

Y era verdad. Cuando la pelirosa se dio cuenta que Kurama se había metido en sus pertenencias, tuvo que ser Hinata quien lo salvara de las garras de la enojada ninja médico, para risa de Bolt.

-¡No hables como si ya hubieras ganado-dattebayo!- aseguró Naruto, con fuego en sus ojos.

-¿Tanto así no quieres lavar unos simples platos?- lo quedó mirando el nueve colas.

-¡Son una tonelada-dattebayo!- aseguró-¡Además que quiero terminar pronto para jugar con mis retoños~!- sonrió Naruto- ¡Y el camino más rápido es ordenar el camarote-dattebayo!-lo miró decidido.

-Sí, sí...- el zorro levantó su puño, fastidiado

-¡Buena suerte, Naruto-kun, Kurama-kun!-los apoyó Lee.

"Denme un respiro" suspiró Kurama.

-¡Piedra, papel o tijera!- recitaron el decidido ninja, y el aburrido zorro.

Naruto se quedó en blanco al darse cuenta que tenía papel, y Kurama tijeras.

-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!-

El zorro suspiró fastidiado al ver en shock a su Jinchūriki.

-¡Felicitaciones, Kurama-kun!- Lee levantó el pulgar, entusiasmado.

"¿Es en serio...?"

-Entonces...-Kurama miró a Naruto, que estaba acurrucado en una esquina de la cubierta- Oye, mocoso- lo llamó, haciendo que el deprimido rubio lo mirara- Suerte con los platos-

¡Vamos a hacer una visita, Kurama-chan!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora