Era de mañana, y había un cielo despejado, algo inusual en la isla, ya que, por estar rodeada constantemente de niebla, eran muy pocas las veces que el cielo se mostraba en su color azul.
Tal vez se aclaró por ser un día tan especial...
En la casa de Bee, mientras Sakura le tomaba la temperatura a una contenta Himawari, en el primer piso, Hinata terminaba de regañar a su hijo.
-... Bolt, espero que hayas aprendido la lección y no vuelvas a escaparte- terminó de regañarlo Hinata, mientras el pequeño, al verla enojada, temblaba levemente, intentando controlar sus piernas- ¿Entendiste?-
-¡S-Sí!- asintió rápidamente el rubio.
-Me parece bien- sonrió la madre, sin notar como Naruto se escondía detrás de Gaara, asustado por la reciente muestra de furia de su esposa.
-Esto puede ser desastroso, pero ojala no llegue a lo monstruoso-rapeó Bee, ocultó detrás del sofá junto a Lee, quien asintió.
-Hinata-san cuando se enoja de verdad saca unas llamas demasiado peligrosas- aseguró el ninja del Taijutsu.
-Naruto- lo llamó Gaara.
-Disculpa, pero por cualquier cosa mejor estar detrás de ti por tu escudo de arena-dattebayo- se disculpó el rubio.
-No es eso- eso lo extraño- ¿Qué harás con los Biju?-le preguntó, pensando en Shukaku.
-Cierto- Lee salió del sillón al ver que todo era seguro- Kurama-kun y sus hermanos han estado afuera desde que llegaron-
-Me preocupa por cómo se agrupan- admitió Bee, preocupado por Gyuki.
-Se supone que hoy es un día especial para ellos- murmuró preocupada Hinata, quien ya sabía lo que sucedió en la reunión con el Sabio.
-Lo sé...- suspiró Naruto, rascándose el cabello rubio- ... Sé lo que sienten... Pero también sé que deben superarlo ellos juntos...- miró a Bolt, que había aprovechado la conversación de los adultos para dirigirse a la puerta- ¡Uzumaki Bolt!-
El pequeño se quedó quieto, mientras su padre lo levantaba de la chaqueta negra del buzo.
-Ups-sonrió, nervioso.
-Bolt- lo miró molesta su madre, asustándolo.
-Pero... Pero... ¡Quiero ir a animar a Kurama-chan-dattebasa!- pataleó el pequeño, amurado.
Su padre suspiró, sabiendo que las intenciones de su hijo eran buenas.
-Lo sé, Bolt, pero tienes que entender que Kurama está pasando por un momento difícil-le recordó el rubio mayor, serio.
-¡Nadie debe estar triste en su cumpleaños-dattebasa!- lo miró desafiante el pequeño- ¡Y menos alguien de nuestra familia-dattebasa!-
Naruto lo miró sorprendido, y aunque no le daba ni pizca de miedo los ojos molestos de su hijo, pudo ver determinación.
Era, claramente, hijo suyo.
Suspiró exageradamente, extrañando a su pequeño.
-¡Bien, si así lo pones, no puedo hacer nada-dattebayo!- sonrió, haciendo que el resto de los adultos lo quedaran mirando, excepto, claro está, Lee, que los miró entusiasmado- ¡Mostrémosles a estos con cola como se pasa un cumpleaños-dattebayo!-
-¡SÍ!- sonrió entusiasmado Bolt.
-¡Así se habla, Naruto-kun!- sonrió entusiasmado Lee.
-... No creo que sea buena idea- murmuró nerviosa Hinata.
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¡Vamos a hacer una visita, Kurama-chan!
Hayran KurguSin saber "por qué", los Biju sienten que deben reunirse. Kurama no es el único que siente ese llamado, por lo que viajará a Isla Tortuga con Naruto y su familia para encontrarse con "sus hermanos", esperando que sus "dos mo...