El llamado...

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Ya era de noche, y dentro de la casa de Killer Bee se podían escuchar claramente las risas de los hijos de Naruto, que jugaban divertidos con casi todos los Biju, ya que solo uno estaba recostado en el techo del lugar, meditando sobre lo loco que fue su día.

Kurama bostezó, con bastante sueño. Tal vez porque acababa de utilizar chakra para sanar todas sus heridas (incluyendo, obviamente, las provocadas por sus queridos hermanos)

El zorro de nueve colas cerró los ojos, para sentir mejor el aire nocturno que despejaba sus ideas. Sabía que tenía que hablar con los demás Biju sobre el llamado, ya que, según este, debían estar mañana, a la media noche, en el centro de la isla.

Abrió levemente sus ojos, pensando en qué quería el viejo haciendo semejante cosa, y por qué solo él se dio cuenta que el anciano era el causante de todo.

Suspiró, y miró algo molesto su pelaje, que aún seguía sucio. Después iba a tener que limpiarlo...

-Oye, Kurama~- Naruto se asomó por una ventana, mirando al zorro.

-No estoy-

-¡Claro que sí-dattebayo!- se molestó el rubio- Como sea, ¿por qué sigues ahí arriba?-

-Quiero estar tranquilo-

-¿Y tus heridas? ¿Seguro que te curaste bien-dattebayo?-

-Deja de usar ese tonito conmigo. No soy un crío- gruñó levemente Kurama, provocando que su amigo sonriera al darse cuenta que el zorro estaba en perfectas condiciones, excepto por el estado de su pelaje.

-Oye, todos ya se fueron a dormir-

-Entonces ponle al mocoso de Bee algo en la boca por sus ronquidos-

"Mira quien lo dice" sonrió incomodo el rubio.

-También mis pequeños se fueron a dormir-

-¿Y?-el zorro lo miró de reojo- Lo siento, pero esta vez quiero dormir solo, no como un peluche-

-Eh...- se amuró el rubio, haciendo que el Kyubi notara el parecido con Bolt-Mis pequeños se van a enojar si no duermes con ellos-dattebayo-

-Para empezar, están los demás Biju con ellos-admitió el zorro, algo molesto- Y deberías dejar de malcriarlos-

-Tú también los malcrías-

-¡¿Qué cosa?! ¡Yo no les dejo hacer lo que les antoja!-

-¿De verdad?- Naruto lo miró divertido, por lo que Kurama miró para otro lado, molesto al darse cuenta que lo que dijo no era del todo cierto.

En realidad... Él los consentía más que el padre...

-Vamos, Kurama. Baja- suplicó Naruto, pero el zorro bufó- Está bien, quédate ahí. Veo que ya no te importa tanto si mi pequeña girasol se pone a llorar por tu ausencia-dattebayo...-

Las orejas naranjas del Kyubi se movieron.

-Que Biju más cruel eres-dattebayo- suspiró el rubio, alejándose de la ventana- Rompiéndole el corazoncito a mi niña. Me saltan las lágrimas...- pero no pudo continuar, porque Kurama aterrizó en su espalda, haciendo que se golpeara fuertemente el mentón con el cerámico.

-Naruto- le gruñó Kurama, agarrándole el pelo- Vuelve a insinuar que no me importa esa mocosa, y dejare viuda a Hinata- le juró.

-Je... Ya sabía que es tu preferida-dattebayo- sonrió adolorido Naruto.

-¡Y-Yo no tengo preferidos!- aseguró el zorro, jalándola el cabello del rubio.

-¡AY!... ¿Sig-Significa que quieres por igual a mis pequeños, junto a Sarada-chan?- gimoteó Naruto.

¡Vamos a hacer una visita, Kurama-chan!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora