¡Vamos a hacer una visita, Kurama-chan!

Reconciliación

En isla tortuga, en uno de sus bosques, el Kyubi, bastante enojado, le gruñía al Ichibi, quien lo miraba, preparado por si aquel enorme zorro se le abalanzaba.

Himawari, en la palma de Kurama, lo miraba asustada, mientras que Bolt y Sarada, encerrados en la jaula de arena del mapache, estaban igual de preocupados.

Kurama se dio cuenta de la mirada de la pequeña girasol. Se molestó bastante al verla tan asustada.

-Vamos, estúpido zorro- lo llamó Shukaku- ¿No me ibas a obligar a deshacer la jaula?-

Kurama lo miró, y depositó a Himawari en el piso, a pesar de que eso asustó más a la niña, al sentirse desprotegida.

-No te acerques- le ordenó el zorro, y se concentró en el Ichibi.

-¡Himawari!- la llamó Bolt.

-¡Hermanito!- la pequeña se acercó a la jaula, llorando- ¡Tengo miedo!-

-¡Tranquila! Kurama-chan ya llegó- el rubio, entre los barrotes, le acarició su pelo negro.

-Pero, si ambos pelean- Sarada señaló a los enormes seres de chakra- Estaremos en problemas-

-¡¿Eh?!- se asustó más Himawari.

-¡Cuatro ojos! ¡No asustes a mi hermana-dattebasa!- se molestó Bolt- ¡Deja de ser aguafiestas!-

Sarada lo miró molesta.

-Vaya, vaya- el mapache sonrió divertido- No puedo creer que realmente le has tomado cariño a unas pulgas como esas- se rió.

El zorro se fijó en los tres mocosos, y lo miró gruñendo.

-Vaya, Ichibi, suenas celoso- sonrió con suficiencia Kurama.

-¡¿Q-Qué?!- eso enojó a Shukaku- ¡Como si a mí me gustara ser el niñero de unos seres tan insignificantes!- aseguró- ¡Has perdido tu orgullo Biju, Kyubi!-

-Mira quien lo dice- gruñó el zorro-¿Significa que estas bastante satisfecho con pasar el tiempo atormentando niños?-le preguntó, mirándolo con desdén- El que está manchando el nombre de los Biju con niñerías serías tú, mapache idiota-

-¡¿Cómo te atreves...?!- lo miró enojado Shukaku, perdiendo su poca paciencia- ¡Solo eres un zorro de pacotilla!-

-¡Ten cuidado, Ichibi!- advirtió enojado Kurama- ¡No querrás pelear contra mí!- le aseguró- Al fin y al cabo, se perdería el equilibrio si uno de los nueve desaparece-

Shukaku lo miró enfurecido.

-¡¿Y quién dice que podrías ganarme?!-exigió saber.

-Cualquiera de nosotros puede enfrentarte. Solo hay que ver tu cola. Estas en lo más bajo de la jerarquía-

-¡¿Cómo me has dicho?!-

-Perdedor-resumió el zorro, dejando en claro cada palabra con un toque de superioridad, cabreando al mapache.

-¡SUFICIENTE!- Shukaku, ya enojado, hizo una pose de manos, alertando a Kurama- ¡Voy a borrarte esa sonrisita tuya, zorro!- le aseguró- ¡Veamos si ríes cuando tus pequeñas pulgas queden enterradas como momias!-

Bolt y Sarada se quedaron quietos del miedo, en cambio, Himawari soltó un grito, asustada, cubriéndose la cabeza, temiendo que el mapache la volviera a levantar.

-¡ATRÉVETE A PONERLES UN DEDO ENCIMA DE NUEVO Y TE ARREPENTIRÁS!- rugió enojado Kurama, colocando su mano frente a los niños, tapándolos de la vista del mapache.